Una parcial odisea

Formada por un total de 70 piezas, la muestra, que ha contado con la colaboraci¨®n de museos como el Stedelijk Museum de Amsterdam, el Van Abbemuseum de Eindhoven, el Museum Boymans-van-Beuningen de Rotterdam o el Haags Gemeentemuseum de La Haya, entre otros, y algunos coleccionistas particulares, aspira a ser un repaso general de lo que han sido los momentos clave de la abstracci¨®n pict¨®rica en los Pa¨ªses Bajos -con especial y casi entera incidencia en el fen¨®meno art¨ªstico neerland¨¦s- a lo largo de este siglo.Un repaso, de entrada, casi imperiosamente somero ante lo ingente del empe?o ¨¦ste que nos propone la comisaria del evento, Annemieke van de Pas, si se concede lo dificultoso que resulta el conjugar individualidades con l¨ªneas maestras contextuales, ejemplos puntuales con movimientos que, como habitualmente sucede, acostumbran a ser un algo m¨¢s superior a la suma de las partes, los artistas, que los integran. Tambi¨¦n, ante lo no menos extenso, complejo e intrincado en s¨ª mismo del hecho creativo en una zona de como la de los Pa¨ªses Bajos, ¨¢rea de encrucijadas de lo propio, lo germ¨¢nico, lo franco y lo anglosaj¨®n, segundo coraz¨®n parisiense de la vieja Europa.

Pero, hecha esta salvedad, mucho es lo que de bueno nos depara esta exposici¨®n, en especial si se considera lo escasamente versado que el p¨²blico espa?ol se encuentra en esta espec¨ªfica materia que es la historia pintada de la abstracci¨®n por aquellos pagos. Unos momentos de abstracci¨®n -que no siempre lo son, en el sentido estricto y ambiguo de la palabra, pues abunda entre los seleccionados ese sentimiento de dependencia de la naturaleza y del paisaje, tan del talante espec¨ªfico holand¨¦s, tan vangoghiano y mondrianesco al tiempo- que aqu¨ª se inauguran con la que fue la primera composici¨®n abstracta de Mondrian: Damero, colores oscuros (1919).

V¨ªa anal¨ªtica

La influencia de la obra de este artista, co-creador, junto con Van Doesburg, Van der Leck y otros, de De stijl, es tan notable en las promociones posteriores -en la exposici¨®n se observa claramente- que bien puede hablarse de ella como de una "v¨ªa anal¨ªtica" cuya indeleble huella pervive en los m¨¢s recientes creadores holandeses.Entre ¨¦stos sobresalen, en mi opini¨®n, los hermosos y casi minimalistas avant la lettre trabajos del extra?o Ad Dekkeers (19381974), o los del inquieto investigador P. Struycken (1939), un temprano creador en la l¨ªnea de lo que hoy llamar¨ªamos multimedia, cuyas estructuras , generadas por ordenador, en especial las de blanco y negro, son de lo m¨¢s destacable de la muestra, muy interesante para el p¨²blico aunque desigual y parcial en los ejemplos escogidos.