Una democracia de momias
Dos octogenarios controlan sin oposici¨®n la pol¨ªtica de la Rep¨²blica Dominicana
La Rep¨²blica Dominicana, uno de los pa¨ªses m¨¢s pobres de Am¨¦rica Latina, parece caminar desfasado en el tiempo. La alternativa al presidente Joaqu¨ªn Balaguer, de 86 a?os, es el l¨ªder de la oposici¨®n, Juan Bosch, de 82. Ambos se han convertido en la ¨²nica opci¨®n tras el rotundo fracaso de los j¨®venes pol¨ªticos socialdem¨®cratas que tuvieron la oportunidad de gobernar el pa¨ªs en la d¨¦cada de los ochenta. La mayor¨ªa de ellos salieron mal parados por la corrupci¨®n.
La Rep¨²blica Dominicana paga hoy estas circunstancias con una democracia feudal y senil sin ning¨²n tipo de alternativas, ni en el Gobierno, ni en la oposici¨®n mayoritaria. El drama cobra especial relevancia cuando se comprueba que entre los pol¨ªticos del Gobierno no hay nadie que pueda ser considerado como el delf¨ªn del anciano Balaguer, elegido en las presidenciales de 1990 con tal s¨®lo el 34% de participaci¨®n. La inc¨®gnita que se plantea el pa¨ªs es si el propio Balaguer, invidente y con 88 a?os en los comicios de 1994, va a presentarse o no a la reelecci¨®n. Aunque ha dicho que no, nadie le cree.Balaguer, pese a su senilidad y ceguera, se ha convertido ya en un s¨ªmbolo con poder absoluto, elegido cada cuatro a?os, que no deja crecer la hierba y que se cree predestinado a ser el gu¨ªa de los dominicanos hasta el ¨²ltimo minuto de una vida que, biol¨®gicamente, tiene que acabarse pronto. "Sea o no presidente, seguir¨¢ mandando hasta su muerte. Este es un pa¨ªs de momias", se asegura en medios diplom¨¢ticos.
El poder de Balaguer se empez¨® a fraguar en su ¨¦poca de colaborador del dictador Rafael Le¨®nidas Trujillo. Fue el hoy socialcristiano Balaguer quien, en 1930, redact¨® el manifiesto que llev¨® a Trujillo al poder. Y fue tambi¨¦n quien,. tras el asesinato de ¨¦ste, en 1961, y un periodo posterior de gobierno constitucional por parte de Bosch, su eterno rival, regres¨® de nuevo a la escena pol¨ªtica del pa¨ªs, gobernando, mediante elecciones, primero 12 a?os (1966-1978) y ahora otros ocho (1986-1994). Entre uno y otro espacio de tiempo hubo dos mandatos constitucionales: el del presidente Antonio Guzm¨¢n, que se suicid¨® d¨ªas antes de entregar el poder, y el de Jorge Blanco, que acab¨® en manos de la justicia por corrupci¨®n.
Lo anacr¨®nico de este pa¨ªs, que declara una esperanza de vida de 60 a?os, es que el presidente tenga 86, y el jefe de la oposici¨®n, su principal y eterno rival pol¨ªtico, 82.- Los partidos pol¨ªticos que encabezan no son m¨¢s que representantes del personalismo encontrado y la rivalidad intelectual de sus l¨ªderes.
Balaguer encabeza un Gobierno gris, sin personalidades, sin opiniones propias. Todos reciben las instrucciones presidenciales como si de ¨®rdenes divinas se tratase. La obediencia la impone no s¨®lo la culta formaci¨®n del l¨ªder, sino tambi¨¦n esa personalidad de animal pol¨ªtico que ha acumulado durante sus a?os en el poder. "Cuando habla Balaguer, todos callan", indican observadores pol¨ªticos.
Los dominicanos esperan que esta situaci¨®n no se prolongue demasiado. El ex gobernador del Banco Central Dominicano, Luis Juli¨¢n P¨¦rez, ha advertido con claridad el peligro: "Hemos llegado a un callej¨®n sin salida que puede llevar al pa¨ªs a la ruina y afectar a los mismos fundamentos de su democracia".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.