La Feria de Par¨ªs abre con el temor de los galeristas a un nuevo baj¨®n en las ventas
En s¨®lo dos a?os la cifra de negocio del encuentro art¨ªstico se redujo a la mitad
La 19? edici¨®n de la FIAC, la Feria Internacional de Arte Contempor¨¢neo que, desde 1974, se celebra en Par¨ªs, abrir¨¢ el viernes en una edici¨®n muy especial que ha sido calificada por un galerista como la de la "¨²ltima esperanza". El problema es que la cifra de ventas no sigue la misma curva ascendente que la de visitantes y galeristas. Si en 1989 se hicieron negocios por valor de 400 millones de francos (unos 8.000 millones de pesetas), en 1991 la cifra de las ventas se redujo a la mitad: 200 millones. En 1992 se prev¨¦ que siga o aumente la aton¨ªa. Sin que nadie se atreva a decirlo en voz alta, la gran mayor¨ªa de galeristas dar¨ªa por bueno que se repitiesen los resultados gen¨¦ricos de 1991.
Esa reducci¨®n a la mitad en tan s¨®lo dos a?os no tiene en cuenta la inflaci¨®n, que en Francia debiera situarse entre un 7% y un 8% suplementario que restar a esos 200 millones de 1991.Durante -una semana -del 23 de octubre al 1 de noviembre- 15.000 metros cuadrados el Grand Palais estar¨¢n ocupados por los stands de 162 galeristas, 86 de los cuales son extranjeros. Este a?o la FIAC dedica una atenci¨®n especial a los profesionales italianos y 25 galer¨ªas transalpinas acuden a la feria.
Para uno de los galeristas participantes la crisis que atraviesa actualmente el mercado del arte contempor¨¢neo "es grav¨ªsima, sobre todo porque a finales de los ochenta la especulaci¨®n distorsion¨® todos los puntos de referencia y cre¨® un clima de desconfianza que a¨²n sigue vivo".
De todas formas, no todo el mundo ve las cosas con un pesimismo tan exclusivo: "Lo que pasa en el mercado del arte contempor¨¢neo no puede contemplarse aisladamente, al margen de una recesi¨®n que afecta a todos los sectores de la vida econ¨®mica. Cuando amaine la crisis y se reanime la inversi¨®n industrial o inmobiliaria, tambi¨¦n se reanimar¨¢ la inversi¨®n en arte", explicaba hace d¨ªas el galerista Lelong, que, sin embargo, para poder resistir y atravesar el periodo de vacas flacas, anunciaba que debe cerrar uno de sus dos locales en Par¨ªs y prescindir de parte del personal y de ciertas iniciativas. "Es imposible continuar pagando alquileres, salarios y ediciones de libros cuando apenas se vende".
La FIAC tambi¨¦n prefiere remitirse a la crisis econ¨®mica general y considera como "un agotamiento de los movimientos especulativos y un retorno al aut¨¦ntico protagonismo de los verdaderos amantes del arte contempor¨¢neo" la recesi¨®n iniciada a mediados de 1989. Este an¨¢lisis tiene en cuenta la masiva llegada de dinero al mercado del arte a ra¨ªz del crash burs¨¢til de 1987, inyecci¨®n de dinero que distorsion¨® todos los par¨¢metros.
Para Jordi Colomer, artista presente en la FIAC a trav¨¦s de la galer¨ªa barcelonesa Carles Tach¨¦, "es cierto que la situaci¨®n es mala desde un punto de vista econ¨®mico. Par¨ªs es una piedra de toque fundamental para los galeristas, ya que es la primera de las grandes citas de la temporada y ha de servir para comprobar si sigue el marasmo, se acent¨²a o, por el contrario, se atisba la salida del t¨²nel". "En mi caso he podido continuar trabajando con normalidad".
Para otro galerista que tambi¨¦n acude a la FIAC, realmente se est¨¢n pasando malos tiempos: "En su momento procur¨¦ mantenerme al margen de los movimientos especulativos, controlar que la obra de mis artistas no se viera sometida a los vaivenes exagerados de un mercado en el que sobraba dinero. Luego, cuando lleg¨® la crisis, me negu¨¦ a aceptar el clima de histeria reinante y a subastar a la baja mis fondos. Entre lo uno y lo otro llevo casi tres a?os vendiendo poqu¨ªsimo y pagando el pato de la desconfianza sembrada por los especuladores".
"Nadie compra nada"
"Desde hace meses nadie compra nada. En las subastas s¨®lo se puja por los valores seguros, por obras de artistas anteriores a la I Guerra Mundial", contaba hace pocos d¨ªas un subastador en un diario franc¨¦s. "Hay quienes pretenden que eso se debe a las modificaciones habidas ¨²ltimamente en la legislaci¨®n francesa, que gravan de manera distinta las obras seg¨²n la ¨¦poca y la procedencia. Lo cierto es que nadie ha podido demostrar que dichas modificaciones hayan influido, ya que ni en los Estados Unidos, ni en Alemania, ni en Gran Breta?a, la situaci¨®n es mejor. En todo caso, a la FIAC lo que no le han faltado a¨²n son visitantes. Sigue existiendo curiosidad, sigue existiendo p¨²blico. Lo que falta es dinero".
En 1992 acuden a la FIAC cinco galer¨ªas espa?olas: la mallorquina Ferran Cano; la valenciana Punto, la madrile?a Theo y las barcelonesas Salvador Riera y Carles Tach¨¦.
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