C¨¢lido homenaje a la figura y la obra de la cineasta Pilar Mir¨®

La Semana de Cine vallisoletana de 1992 es un marco y una fecha inmejorable para celebrar el caluroso homenaje que ayer se inici¨® aqu¨ª hacia la figura profesional de Pilar Mir¨®, cuya obra completa -incluida la televisiva, que contiene alguna de las piezas m¨¢s afinadas de la cineasta espa?ola- ser¨¢ exhibida a lo largo de estos d¨ªas. Gentes del cine y de la televisi¨®n vinculadas a su trabajo, periodistas acreditados y colegas de su oficio se api?aron ayer junto a la directora, tras la repesca de El crimen de Cuenca, su pel¨ªcula de mayor ¨¦xito de p¨²blico, que fue recibida con una estruendosa ovaci¨®n.

El encuentro con la cineasta, ex directora del Instituto de la Cinematograf¨ªa y de Radiotelevisi¨®n Espa?ola, tuvo lugar ayer tarde en una mesa redonda celebrada en los salones del hotel Olid y cuyo desarrollo se sale fuera del alcance de esta cr¨®nica. La expectaci¨®n fue evidente durante toda la jornada, por lo que el acto ten¨ªa no s¨®lo de reconocimiento profesional, sino tambi¨¦n de signo de solidaridad con la figura p¨²blica de una persona que ha sido sometida durante los ¨²ltimos a?os a un dur¨ªsimo acoso pol¨ªtico, disfrazado hip¨®critamente de acoso moral.Hoy absuelta judicialmente de esa presi¨®n, Pilar Mir¨® es libro, para dedicar su probada energ¨ªa ¨ªntegramente a su carrera cinematogr¨¢fica, en la que ahora planea una pel¨ªcula sobre el fascinante enigma del pr¨ªncipe Carlos, hijo primog¨¦nito de Felipe II y uno de los pozos negros de nuestra historia oficial.

Testimonio de ¨¦poca

Pero ayer no fue primordialmente la obra, sino la persona de la cineasta la que sali¨® al proscenio. Uno de sus colegas presentes en el acto, el director Manuel Guti¨¦rrez Arag¨®n, defini¨® de forma insuperable a Pilar Mir¨® con estas palabras:"Creo que el conjunto de la vida de Pilar Mir¨® -directora de cine antes que cualquier otra cosa- forma un testimonio de ¨¦poca, una de esas biograf¨ªas en las que una sociedad, una clase social o un grupo intelectual, se ve representado. Pero no se puede dejar de lado que no se trata s¨®lo de un personaje representativo, sino tambi¨¦n de una artista, y que por tanto el personaje real puede elegir contarse a s¨ª mismo, dejar su propio testimonio en la ficci¨®n -estoy pensando en la que creo una de sus mujeres pel¨ªculas: Gary Cooper que est¨¢n en los cielos- y exagerar unos rasgos y ocultar otros". Y prosigue el cineasta: "Lo quiera ella o no, lo sufra o lo asuma, Pilar Mir¨® quedar¨¢ de referencia hist¨®rica".

Estas bellas y precisas palabras forman parte del pr¨®logo a un meticuloso libro titulado Pila r Mir¨®, directora de cine, que editado por la Seminci escribi¨® para esta ocasi¨®n Juan Antonio P¨¦rez Mill¨¢n. Se trata de una densa indagaci¨®n en la obra y la identidad de una mujer de car¨¢cter complejo, muy inteligente y controvertida, que genera simpat¨ªas y antipat¨ªas profundas, pero que a nadie deja indiferente. Lo m¨¢s sorprendente de este libro es que, pese a su mucha extensi¨®n, parece quedarse corto. Y la paradoja se acent¨²a si advertimos de que se trata e estudio de una cineasta que por razones de biograf¨ªa pol¨ªtica todav¨ªa est¨¢ en el umbral de su plenitud profesional en el campo del cine. El volumen de informaci¨®n que segrega el simple nombre de Pilar Mir¨® es inagotable.

Si Pilar Mir¨® ocup¨® todos los alrededores del festival, el gran actor estadounidense Joe Pesci fue el due?o absoluto de la pantalla del teatro Calder¨®n, pues en ella se exhibi¨® en la secci¨®n oficial la pel¨ªcula protagonizada por ¨¦l El ojo p¨²blico, escrita y dirigida por el californiano Howard Franklin, que a los 38 a?os es mundialmente conocido como escritor de los solventes guiones de pel¨ªculas de gran ¨¦xito como El nombre de la rosa y La sombra del testigo, entre otras.

Inspiraci¨®n l¨ªrica

La escritura de El ojo p¨²blico es tambi¨¦n suya y demuestra que adem¨¢s de solvente tiene una gran inspiraci¨®n l¨ªrica. El magn¨ªfico gui¨®n est¨¢, por desgracia, muy por encima de la simplemente buena realizaci¨®n, y este desequilibrio perjudica a la pel¨ªcula. De haber alcanzado el director Franklin la altura del guionista Franklin, estar¨ªamos ante una obra maestra del cine actual. Por desgracia no es as¨ª.Joe Pesci, el actor protagonista, es el que definitivamente eleva a la pel¨ªcula y se erige en el gran creador de la gran intensidad l¨ªrica de las im¨¢genes. Es el suyo un trabajo de extraordinaria calidad, una singular¨ªsima representaci¨®n del mito de la bella y la bestia y, sobre todo, de la soledad de ¨¦stas en las junglas de asfalto del Nueva York de los a?os cuarenta. Volveremos con detalle en estas mismas p¨¢ginas a tan extraordinario actor y su genial creaci¨®n, pues el estreno espa?ol de El ojo p¨²blico parece inminente.