Argumentos sider¨²rgicos

LA COMISI?N Europea acaba de dar un espaldarazo de vital importancia al plan de reestructuraci¨®n de la siderurgia integral espa?ola, que supondr¨¢ la reducci¨®n de la capacidad en una cuarta parte, el recorte de la plantilla en 9.707 trabajadores (una tercera parte de la actual) y la fusi¨®n de las dos empresas espa?olas del sector, Ensidesa y Altos Hornos de Vizcaya (AHV). Todav¨ªa queda, no obstante, el ¨²ltimo paso, el Consejo de Ministros de Industria de la Comunidad, que debe aprobar por unanimidad el plan, y en el que se espera que Francia, el Reino Unido, Holanda y Alemania pongan todas las trabas posibles a que el plan espa?ol salga adelante como est¨¢ dise?ado. Estos pa¨ªses pedir¨¢n m¨¢s recortes, y, espec¨ªficamente, que no se construya la miniacer¨ªa de Sestao, una de las novedades del plan.Las posturas de esos pa¨ªses, tras los que se ve la larga mano de sus empresas del sector (la francesa Usinor Sacilor, la brit¨¢nica British Steel y la alemana Thyssen, principalmente), y que est¨¢n fielmente reflejadas en la postura del comisario de la Competencia, Leon Brittan, al que se acusa de dejarse influir por las presiones de dichas sociedades, son radicalmente contrarias a la que tienen los sindicatos espa?oles. ?stos se reunieron el mi¨¦rcoles -el mismo d¨ªa en que la Comisi¨®n apoyaba el plan espa?ol- con el ministro Aranzadi en un ¨²ltimo intento de introducir modificaciones al plan consistentes en que el recorte de la plantilla y de la capacidad sea menor, am¨¦n de respaldar "a muerte" la miniacer¨ªa, que se ha convertido en el estandarte de trabajadores y de las administraciones central y vasca.

El ministro, en consecuencia, se encuentra en medio de dos frentes. Por un lado, le piden que haga m¨¢s sacrificios y reduzca m¨¢s la capacidad -y, por tanto, la plantilla-, y, por otro, que el recorte sea menor. Aranzadi, sin embargo, se ha mostrado inflexible con unos y otros. Con respecto a Bruselas, se ha enfrentado a Brittan desde que ¨¦ste anunci¨® que quer¨ªa recortes mayores y ha conseguido provocar un duro debate para respaldar sus posiciones. En este sentido, hay que destacar la labor de los dos comisarios espa?oles (Manuel Mar¨ªn y Abel Matutes) y la del comisario laborista brit¨¢nico contra su paisano Brittan. El Ministerio de Industria ha denunciado que las empresas han provocado que el comisario de la Competencia haya encargado un informe adicional. El motivo, seg¨²n Industria, es que esas empresas tienen intereses en Espa?a que pueden verse mermados con los planes de la Corporaci¨®n Sider¨²rgica.

Con respecto a las peticiones sindicales, el criterio del ministro es que la realizaci¨®n de marchas como la que hoy llega a Madrid no quita razones a los mineros o sider¨²rgicos, pero tampoco las refuerza necesariamente. No quiere que se le presenten todos los d¨ªas caravanas de trabajadores en el paseo de la Castellana, pero est¨¢ dispuesto a negociar lo que haga falta con los representantes sindicales (para entrevistarse con los cuales abandon¨® el otro d¨ªa el debate de Presupuestos en el Congreso).

Entretanto, y sin olvidar el ¨¦xito relativo que ha recibido el Gobierno en Bruselas, lo que hay que preguntarse ahora es si Aranzadi tiene razones suficientes para no aportar al plan algunas ideas de los sindicatos. El plan, en eso coinciden todos, es necesario porque sobra capacidad y no hay mercado; pero vuelve a exigir fuertes sacrificios de los trabajadores. Es obvio, por, otra parte, que la existencia de dos empresas de siderurgia integral no tiene mucho sentido, y as¨ª lo han demostrado las continuas p¨¦rdidas y los altos vol¨²menes de endeudamiento (motivo por el que al final AHV ha acabado controlada por el Estado a trav¨¦s de la banca p¨²blica). Es igual de obvio que la reconversi¨®n sider¨²rgica, que empez¨® cuando Aranzadi era jefe de gabinete de Solchaga en el Ministerio de Industria, sigue sin terminarse y que alg¨²n d¨ªa hay que hacerla. Pero es tambi¨¦n muy palpable que los trabajadores que se van a ir irremediablemente a la calle, y para los que se destinan 300.000 millones de pesetas de indemnizaci¨®n y prejubilaciones, no tienen alternativas de empleo, y me nos en esta etapa de ajuste duro.

Lo es tambi¨¦n que el nuevo ajuste vuelve a caer en dos regiones fuertemente sacrificadas por la reconversi¨®n. Por un lado, la comarca del Nervi¨®n, y, por otro, Asturias, la regi¨®n donde m¨¢s empleo estatal hay. En este terreno, ambos Gobiernos aut¨®nomos han cerrado filas con el central contra Brittan. Lo que no ha evitado, sin embargo, que Arzalluz haya insinuado que Aranzadi ment¨ªa.