Un doble rechazo

Cerca del 54% de los canadienses ha votado contra el acuerdo de Charlottetown, que preve¨ªa, entre otras cosas, un estatuto de sociedad distinta para Quebec, una reestructuraci¨®n de las instituciones federales, el derecho a la autonom¨ªa gubernamental para los amerindios y un nuevo reparto de los poderes entre Ottawa y las provincias.S¨®lo tres de las 10 provincias se han pronunciado con una mayor¨ªa clara a favor del s¨ª, pero figuran entre las m¨¢s peque?as y pobres de Canad¨¢. ( ... ) Los canadienses han rechazado el fondo de un acuerdo propio de una tradici¨®n de compromiso, en virtud de la cual este inmenso pa¨ªs, cuya construcci¨®n es un desaf¨ªo a la geograf¨ªa, ha podido permanecer unido. Pero ya no es el momento de los acuerdos.

La recesi¨®n econ¨®mica, que dura desde abril de 1990, causa cada vez m¨¢s estragos. ( ... ) Los canadienses est¨¢n hartos de este debate constitucional que, al consumir tantas energ¨ªas, desv¨ªa la atenci¨®n de su ¨²nica preocupaci¨®n real: el paro y la recesi¨®n que no cesa.

El primer implicado es, sin ninguna duda, el jefe del Gobierno federal, el conservador Brian Mulroney. ( ... ) Al menos tendr¨¢ que convocar elecciones antes de la fecha prevista, a finales del a?o pr¨®ximo. ( ... ) Los quebequeses no obtendr¨¢n enseguida la amplia autonom¨ªa que desean dentro de la federaci¨®n canadiense, pero ?seguir¨¢n al Partido Quebequ¨¦s en el camino hacia la soberan¨ªa?

, 28 de octubre