Los enfermos de sida, una nueva categor¨ªa de pobres para los obispos latinoamericanos
El episcopado latinoamericano ha fijado una nueva categor¨ªa de pobres: quienes padecen el sida. El documento final de la Conferencia de Santo Domingo -aprobado sin ning¨²n voto en contra y, ocho abstenciones-, considera a estas personas como "los m¨¢s pobres entre los pobres", al igual que los minusv¨¢lidos, los ancianos que viven en soledad, los ni?os abandonados y los reclusos.
Para atender a este colectivo "de pobres entre los pobres", los obispos latinoamericanos se proponen revisar actitudes "y comportamientos personales y comunitarios" para compartir su dolor -hay di¨®cesis espa?olas que tienen pisos de acogida a enfermos de sida- y se comprometen a promover la participaci¨®n social ante los Gobiernos para que promuevan leyes que defiendan sus derechos.El documento final aprobado en Santo Domingo, que debe ser sometido a la sanci¨®n de Juan Pablo II, que puede modificar o completar el texto, tambi¨¦n compromete a la Iglesia cat¨®lica de Am¨¦rica Latina a revisar "el papel" de la mujer.
"Hoy", dice el texto, "se difunden diversas proposiciones reduccionistas sobre la naturaleza y misi¨®n de la mujer: se niega su espec¨ªfica dimensi¨®n femenina, se la posterga en su dignidad y derechos y se la convierte en objeto de placer, con un papel secundario en la vida social".
El documento, que no se pronuncia en torno a la ordenaci¨®n de las mujeres -reivindicaci¨®n sostenida por amplios colectivos progresistas-, obliga a la Iglesia a denunciar valientemente los atropellos a que son sometidas, a desarrollar la conciencia de los sacerdotes y dirigentes laicos para que valoren "a la mujer en la comunidad eclesial y en la sociedad, a crear en la educaci¨®n lenguajes no discriminatorios y, Finalmente, alzar la voz contra "todo atentado contra la vida que afecte a la dignidad de la mujer, como el aborto, la esterilizaci¨®n, los programas antinatalistas o la violencia en las relaciones sexuales".
Cr¨ªticas a la Prensa
Adem¨¢s de la protecci¨®n de la ecolog¨ªa, que forma parte de la opci¨®n por los pobres, otro aporte de la Conferencia de Santo Domingo es la prioridad concedida por vez primera a los medios de comunicaci¨®n, a los que se acusa de manipular en ocasiones las informaciones, de adormecer con su publicidad a los j¨®venes y adolescentes, alineados as¨ª por "imposiciones culturales", y de estar al servicio "de contravalores".
Los obispos latinoamericanos, que denuncian la concentraci¨®n de la industria de la comunicaci¨®n de Am¨¦rica Latina en muy pocas manos, se declaran dispuestos a poseer medios propios, y a orientar pol¨ªticas y estrategias de comunicaci¨®n "para fomentar los valores culturales propios".
Una teolog¨ªa propia de Am¨¦rica Latina, la de la liberaci¨®n, nacida al calor de las anteriores conferencias de Medell¨ªn y Puebla no figura en el documento. Ni tan siquiera para recordar que debe estar "fundada en la doctrina social de la iglesia", como se?alaba el documento que deb¨ªa servir de base para el inicio de la conferencia de Santo Domingo, producto de cuatro a?os de trabajo.
El documento qued¨® aparcado al inaugurarse este acontecimiento el pasado 12 de octubre, y con ¨¦l la menci¨®n a la teolog¨ªa de la liberaci¨®n. El Vaticano, que ha controlado el desarrollo de esta conferencia, ha conseguido que el documento de Santo Domingo rectifique la metodolog¨ªa del "juzgar y actuar" de la Constituci¨®n Conciliar del Vaticano II, Gaudium et Spes, propio de Medell¨ªn y Puebla y desarrollado por la teolog¨ªa de la liberaci¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.