T¨¦cnicas para destruir a un candidato
Durante a?os los publicitarios de todo el mundo aprend¨ªan nuevas t¨¦cnicas observando c¨®mo se vend¨ªa a los electores un candidato a presidente de EE UU. Hoy podr¨ªan aprender nuevas m¨¦todos sobre c¨®mo se destruye a un adversario pol¨ªtico en una campa?a presidencial. Los anuncios "negativos" se est¨¢n imponiendo por su fuerza y, a veces por su originalidad, a la propaganda positiva.La imagen es en blanco y negro y el paisaje desolado es barrido por el viento y la lluvia que arrastra ramas secas por una carretera desierta. Una voz an¨®nima, con tono grave, enumera datos y estad¨ªsticas que indican que el gobernador Bill Clinton s¨®lo llev¨® dolor y miseria a su Estado mientras fue gobernador de Arkansas. Las im¨¢genes s¨®rdidas, depresivas, se suceden. El narrador concluye "Bill Clinton quiere hacer por Am¨¦rica lo que ha hecho por Arkansas. Am¨¦rica no puede correr ese riesgo". Esta ¨²ltima frase aparece impresa sobre la imagen de un buitre posado en las desnudas ramas de un ¨¢rbol seco.
El partido dem¨®crata ha contraatacado emitiendo anuncios que insisten sobre las promesas incumplidas del presidente Bush, pero no han llegado al nivel de agresividad de los emitidos por los republicanos. Y aunque los expertos en opini¨®n consideran que el p¨²blico estaba cansado de la propaganda negativa, la ca¨ªda del candidato dem¨®crata en los sondeos ha coincidido con la ofensiva republicana.
El partido de Bush ya utiliz¨® con ¨¦xito en las pasadas elecciones presidenciales el caso de Willie Horton, un convicto negro que viol¨® y asesin¨® a una mujer mientras disfrutaba de un permiso carcelario, para machacar a Mikitel Dukakis, gobernador de Massachussetts, que apoyaba en su Estado la reinserci¨®n.
Aquel anuncio hizo historia, pero tambien suscit¨® horror por la sesgada manipulaci¨®n de la opini¨®n p¨²blica.
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