El Barcelona pierde el 'oremus'
El campe¨®n se fue por la puerta de servicio, en la noche m¨¢s triste del Barcelona de la era de Johan Cruyff. Ya no podr¨¢ codearse con la flor y nata del f¨²tbol europeo ni enfrentarse al Milan para comparar estilos. Fue como un mazazo, un golpe terrible para un club que siempre vive al filo de la navaja y que llega a la euforia o la miseria de forma dram¨¢tica. La temporada pasada se abri¨® las puertas de la final de Wembley gracias a un cabezazo de Bakero frente al Kaiserslautern. Anoche riz¨® el rizo y acab¨® perdiendo el oremus, los papeles, el prestigio, m¨¢s de 600 millones de pesetas de ingresos. En definitiva, todo y en tan s¨®lo 12 minutos, y tras ir ganando por 2-0 frente al CSKA.Nadie lo esperaba. S¨®lo el presidente Josep Llu¨ªs N¨²?ez desconfiaba. Ve¨ªa demasiada euforia en el entorno y por eso frunci¨® el ce?o cuando vio que los jugadores se dedicaban a jugar al golf en la concentraci¨®n. Es m¨¢s, incluso temi¨® por una posible lesi¨®n de Zubizarreta al comprobar la lista de convocados y su posible sustituto. Sus temores se cumplieron, y de la forma m¨¢s absurda.Y es que el Bar?a sali¨® al c¨¦sped del Camp Nou como Bill Clinton en las elecciones presidenciales norteamericanas. Es decir, arrasando. A la media hora de juego ya dispon¨ªa de dos goles en su zurr¨®n, despu¨¦s de desplegar un f¨²tbol brillante, espectacular y generoso.
Lo vieron tan f¨¢cil, tan chupado los chicos de Cruyff que perdieron la concentraci¨®n. Los chavales -s¨®lo son chavales- del CSKA se fueron hacia adelante porque no ten¨ªan nada que perder y tuvieron la fortuna de sacar provecho, una vez m¨¢s, del tal¨®n de Aquiles azulgrana, que no es otro que los saques de esquina. Se fueron al vestuario para descansar con un 2-1 amenazante en el marcador y los m¨¢s agoreros se acordaron del Albacete.
"Esto no tiene buena pinta", dijo el ya ex presidente de Estados Unidos, George Bush, mientras comprobaba el escrutinio de votos. Y algo de eso pens¨® Cruyff, que aprovech¨® la coyuntura de unas molestias musculares de Guardiola para remover todo el equipo. Nadal pas¨® a la defensa para marcar a Sergueiv; Bakero retras¨® su posici¨®n y Eusebio se incorpor¨® al centro del campo, mientras Laudrup y Stoichkov permanecieron en punta. El reajuste result¨® fatal.El Bar?a es un equipo que necesita llevar la iniciativa y no perder el control del bal¨®n. Esas dos caracter¨ªsticas tan fundamentales del conjunto azulgrana desaparecieron de repente. Fueron los rusos quienes ejercieron el control del partido hasta tal punto que fundieron los plomos de su rival y dieron la vuelta al marcador al aprovechar una concatenaci¨®n de errores.
Desorientados y sin encontrar un punto de referencia, los hombres de Cruyff se diluyeron como un azucarillo. Quedaban todav¨ªa 30 minutos y el p¨²blico cre¨ªa en el milagro. Por eso anim¨® a los suyos de forma infructuosa. El Bar?a sufri¨® una enajenaci¨®n mental repentina que afect¨® muy especialmente a uno de sus pesos pesados, Ronald Koeman, y quiz¨¢ tambi¨¦n a Cruyff. Se fue Nadal, un hombre ideal para rematar de cabeza, y sali¨® Julio Salinas, que anoche no pudo ser talism¨¢n. La suerte ya estaba echada.
Los ¨²ltimos minutos del encuentro fueron como la lenta agon¨ªa de los peces fuera del agua, tanto en el c¨¦sped como en las gradas, que comenzaron a quedarse vac¨ªas. Muchos ni siquiera presenciaron los abrazos de los jugadores rusos. Era demasiado para el cuerpo. Demasiado para N¨²?ez y tambi¨¦n para Cruyff, que volvieron a lanzarse mensajes subliminales que m¨¢s bien parec¨ªan cargas de profundidad. Parad¨®jicamente, ambos no perdieron el oremus. S¨®lo el Bar?a.
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