Clima enrarecido ante la reuni¨®n de hoy de ministros de Exteriores comunitarios

Ha llegado la hora de la verdad entre los Doce. El Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores, que se re¨²ne hoy en Bruselas, deber¨¢ hincar el diente a los problemas m¨¢s espinosos acumulados por la Comunidad durante los ¨²ltimos meses. "Ser¨¢ un Consejo muy duro", aseguraron fuentes diplom¨¢ticas espa?olas. Desde la lenta y dudosa ratificaci¨®n de Maastricht hasta los fondos de cohesi¨®n, todos los problemas que se abordar¨¢n dan pie al enfrentamiento.

El presidente de la Comisi¨®n, Jacques Delors, va a acudir con propuestas a la baja, pero la presidencia brit¨¢nica tiene intenci¨®n de seguir laminando sus posiciones hasta obtener un presupuesto para 1993 y unas perspectivas financieras para 1993-1997 aut¨¦nticamente minimalistas.El ministro de Exteriores dan¨¦s, Uffe Elleman-Jensen, intentar¨¢ explicar la f¨®rmula de la tortilla sin huevos que consiste en mantener a Dinamarca en la CE sin apenas nada del Tratado de Uni¨®n, con un compromiso jur¨ªdicamente vinculante pero sin revisar el tratado. La presidencia brit¨¢nica deber¨¢ dar alguna explicaci¨®n a su aplazamiento de la ratificaci¨®n de Maastricht para despu¨¦s de un refer¨¦ndum dan¨¦s cuya fecha se desconoce.

L¨ªos y dificultades

Daneses y brit¨¢nicos tendr¨¢n dificultades para hacer comprender a sus socios el l¨ªo en que han metido a la Comunidad coincidiendo con sus presidencias sucesivas (la brit¨¢nica, que termina el 31 de diciembre, y la danesa, que la sucede hasta el 30 de junio).

La subsidiariedad y la transparencia ser¨¢n objeto tambi¨¦n de discusi¨®n, que se prev¨¦ agria principalmente respecto al primer y enrevesado concepto. Los brit¨¢nicos entienden la subsidiariedad como vacuna antifederalista, y los espa?oles, por ejemplo, como un principio elemental de los Estados federales. La transparencia, que puede llegar a implicar sesiones abiertas del Consejo de Ministros, con c¨¢maras de televisi¨®n, tambi¨¦n suscita sus m¨¢s y sus menos y puede llegar al final a resoluciones m¨¢s simb¨®licas que pr¨¢cticas.

Otro de los platos fuertes del d¨ªa ser¨¢ el paquete Delors II, o perspectivas financieras para los a?os 1993 a 1997, dentro del que se incluyen los fondos de cohesi¨®n, destinados a sufragar infraestructuras y proyectos de mejora del medio ambiente en los cuatro pa¨ªses con mayores dificultades para la convergencia econ¨®mica (Espa?a, Portugal, Grecia e Irlanda). La lentitud del debate, conducido con irritante detallismo por los brit¨¢nicos, hace presagiar graves dificultades para conseguir un acuerdo, principalmente en un momento de recesi¨®n econ¨®mica y de restricciones prespuestarias.

El paquete Delors II preve¨ªa aumentar el gasto de la CE en 1993 del actual 1,2% del producto interior bruto comunitario hasta un 1,37%, lo cual permit¨ªa un crecimiento de los fondos estructurales de la Comunidad (incluidos los de cohesi¨®n) hasta su duplicaci¨®n al final del quinquenio, en 1997. El proyecto que se discutir¨¢ hoy en el Consejo ha sido ya rebajado por la propia Comisi¨®n, que ha presentado un paquete II alargado a siete a?os, hasta 1999, lo cual permite aplazar los crecimientos presupuestarios m¨¢s dolorosos en espera de tiempos mejores desde el punto de vista econ¨®mico y postergar el objetivo de doblar los fondos estructurales dos a?os m¨¢s.

La propuesta de la Comisi¨®n contempla la dotaci¨®n de los fondos de cohesi¨®n con 1.500 millones de ecus (210.000 millones de pesetas), que ir¨¢n creciendo de a?o en a?o a raz¨®n de 250 mi llones de ecus (35.000 millones de pesetas). En vez de los 10.000 millones de ecus inicialmente previstos (1,4 billones de pesetas), distribuidos durante cinco a?os, la Comisi¨®n propone la dotaci¨®n del fondo de cohesi¨®n con 15.000 millones de ecus (2,1 billones de pesetas) durante siete a?os.

La propuesta, aunque tiene como inconveniente la disminuci¨®n del presupuesto de los fondos al principio, garantiza su duraci¨®n dos a?os m¨¢s de lo previsto y sin ninguna renegociaci¨®n.

Para el primer a?o, sin embargo, la Comisi¨®n propone que se desembolsen s¨®lo 1.000 millones de ecus (140.000 millones de pesetas) de los 1.500 millones de ecus y que se aplace el pago del resto para el a?o siguiente.

Si se tiene en cuenta que el Gobierno espa?ol viene calculando que podr¨¢ contar con el 60% de los fondos, se puede deducir que, para 1993, el gasto efectivo de cohesi¨®n que propone la Comisi¨®n para Espa?a es de 83.000 millones de pesetas. La cifra inscrita por el Ministerio de Econom¨ªa en los presupuestos para el a?o 1993, todav¨ªa mucho m¨¢s pesimista, es de 30.000 millones.

El 'cheque brit¨¢nico'

La presidencia brit¨¢nica, en su ¨²ltimo documento sobre los fondos, asegura que "la mayor parte de las delegaciones considera que los incrementos propuestos por la Comisi¨®n para los gastos de cohesi¨®n son demasiado ambiciosos".

El documento brit¨¢nico es de una exquisita transparencia, en cambio, cuando trata del llamado cheque brit¨¢nico, obtenido por Margaret Thatcher en 1984 para compensar el exceso de contribuci¨®n brit¨¢nica a la CE. "La delegaci¨®n del Reino Unido ha subrayado que la devoluci¨®n debe seguir aplic¨¢ndose como hasta ahora, y que no es el caso cambiar la f¨®rmula de c¨¢lculo ni hay que reducir su valor, y que no habr¨¢ ning¨²n acuerdo en el financiamiento futuro sin que el cheque contin¨²e como hasta ahora".