Edgar Morin y Karl Otto Apel creen en una unidad europea que apoye las diferencias
Europa debe ser "una provincia planetaria abierta a las culturas", dice el pensador franc¨¦s
El pensador franc¨¦s Edgar Morin y el fil¨®sofo alem¨¢n Karl Otto Apel coincidieron ayer en sugerir que la unidad de Europa debe potenciar las diferencias en la Europa de hoy, incluidas las. nacionales y regionales. Morin, que sugiri¨® la expresi¨®n "metanacional" para definir la evoluci¨®n de la unidad europea, asegur¨® que la unificaci¨®n debe mantener y desarrollar las realidades nacionales y las identidades vivas, al margen de la necesaria creaci¨®n de instituciones suprarracionales. Ambos participaron en un simposio titulado Pensar Europa, organizado por el Instituto Franc¨¦s de Barcelona.
Los diferentes Estados de, Europa, su historia y su presente y futuro, coinciden en una serie de valores de pretensi¨®n universal, sugiri¨® Morin en el dialogo que sigui¨® a su intervenci¨®n y a la de Apel, pero ese universalismo ha sido con frecuencia distorsionado. En el mismo sentido se expres¨® el fil¨®sofo alem¨¢n, quien a?adi¨® una pregunta: ?tiene Europa una misi¨®n universalista? La respuesta parece afirmativa, sigui¨® diciendo Apel, si se tiene en cuenta que incluso las cr¨ªticas que se efect¨²an a los valores dominantes en Europa desde el Tercer Mundo por considerarlos euroc¨¦ntricos se hacen desde la universalidad de esos mismos valores. Pese a ello, con frecuencia se ha producido una utilizaci¨®n de este universalismo para justificar la explotaci¨®n colonialista.Frente a ello, tanto Apel como Morin se mostraron partidarios de una ¨¦tica realmente universal, en la medida en que proporcione normas aceptadas por todos, que, sin embargo, dijo el segundo, "debe ser siempre problem¨¢tica", porque toda ¨¦tica supone imperativos contradictorios. Morin cit¨® como ejemplo la situaci¨®n de las culturas de los indios de la Amazonia para preguntarse: "?Qu¨¦ debemos hacer, salvarlos y preservar su cultura, lo que supone encerrarlos en una reserva, o destruirlos?". La respuesta es buscar una ¨¦tica universal que tenga en cuenta la diversidad real de los individuos.
Mercado com¨²n cultural
Lo propio ocurre en Europa, donde la historia ha configurado un "mercado com¨²n cultural" desde el Renacimiento que ha superado las diversas guerras producidas. Un mercado cultural com¨²n que, sin embargo, Morin ve quebrarse en 1914 y 1939, a consecuencia de las guerras mundiales, y restablecerse con los cambios recientes en la Europa de Este. Pese a ello, aparecen tambi¨¦n las fuerzas disgregadoras, que deben convivir con las de asociaci¨®n como f¨®rmula para garantizar el futuro cultural europeo. Y ello en un momento como el actual, en el que ha entrado en crisis una idea tan europea como la de progreso, idea, record¨®, formulada por Condorcet, que pareci¨® recibir suconfirmaci¨®n absoluta con la teor¨ªa de la evoluci¨®n. "El para¨ªso perdido se colocaba en el futuro". Hoy la ciencia muestra sus otras caras: la bomba at¨®mica, la destrucci¨®n ecol¨®gica, poniendo en crisis la propia idea de futuro. "Estamos nuevamente en un momento de repensar generalizado", a?adi¨®, para recoger la afirmaci¨®n de que quiz¨¢ se trate de un "segundo Renacimiento". Este volver a pensar deber¨¢, con t todo, tener en cuenta que la mayor aportaci¨®n de Europa no ha sido una "racionalidad cr¨ªtica", asegur¨® Morin, "sino una racionalidad autocr¨ªtica". Y a Europa se le impone el imperativo de "salvar su originalidad y diversidad", recordando que su grandeza no estriba en ser un gran mercado, sino "una provincia planetaria" que debe permanecer abierta al resto de las culturas.
En un sentido relativamente similar se manifest¨® Apel, quien critic¨® la utilizaci¨®n del universalismo, de los valores europeos como instrumento de dominaci¨®n sobre otros puntos del planeta, pero se neg¨® a aceptar el rechazo de una ¨¦tica universalmente v¨¢lida hecha por los pensadores "posmodernos, neoaristot¨¦licos ingleses, neopragmatistas estadounidenses y neoaristot¨¦licos conserva dores alemanes", y, en general, por una filosof¨ªa contempor¨¢nea que considera la existencia de una ¨¦tica universalista, a la que se llegar¨ªa por consenso y di¨¢logo, como algo "no desea ble o no necesario".
Apel se centr¨® en el an¨¢lisis de las, posturas expresadas por el primer grupo, en especial Foucault y Lyotard, quienes niegan el universalismo ¨¦tico en la medida en que supondr¨ªa una violaci¨®n de las diferencias individuales, para mostrar su contradicci¨®n cuando, enfrentados al dilema de aceptar o no los derechos humanos, se inclina por ellos.
Apel concluy¨® que la misi¨®n universalista de Europa sigue hoy existiendo "como posibilidad y obligaci¨®n".
Babelia
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