"Utilizan mi invento de forma nefasta"
Tiene profundos ojos grises y hablar vehemente. S¨®lo una comprensible sordera parece haber traicionado a este ruso de 74 a?os y 1,65 metros de estatura. Es Mija¨ªl Kal¨¢shnikov, el padre del legendario fusil de asalto que revolucion¨® una industria armamentista que tras la II Guerra Mundial buscaba afanosamente innovaciones para las unidades de Infanter¨ªa. Ahora, la guerra vuelve a sacudir a los territorios de la antigua URSS y muchos combates se libran con su arma. Kal¨¢shnikov lamenta la desintegraci¨®n de la URSS y condena a quienes la buscan con su fusil: "Esas personas est¨¢n utilizando mi invento de forma nefasta".
Cuando los ca?ones callaron en Europa, el joven, sargento Mija¨ªl Kal¨¢shnikov present¨® a las m¨¢s altas jefaturas del triunfante y euf¨®rico Ej¨¦rcito Rojo el prototipo de su fusil, el AK-47, respetado y temido hoy en todos los campos de batalla por su eficacia y conocido simplemente como Kal¨¢shnikov."En 1948 fui desmovilizado y trasladado a los talleres de Izhnevsk, cerca de los Urales. Durante muchos a?os s¨®lo me relacion¨¦ con la gente que trabajaba en esos talleres", dice Kal¨¢shnikov en la primera entrevista que concede a un periodista occidental. Durante casi 50 a?os, Mija¨ªl Kal¨¢shnikov no discuti¨® con ning¨²n otro constructor de armas ni tampoco recibi¨® publicaciones especializadas sobre el tema. Como el f¨ªsico nuclear Andr¨¦i S¨¢jarov, el ex sargento sab¨ªa demasiado. As¨ª fue como pas¨® a ser un personaje secreto.
"En esos a?os escuch¨¦ personalmente c¨®mo la gente se refer¨ªa a la muerte de Mija¨ªl Kal¨¢shnikov y a veteranos de guerra contarme c¨®mo ellos hab¨ªan repelido ataques de los nazis con sus Kal¨¢shnikov...", cuenta con mucho aplomo y ganas de bromear el padre del m¨¢s popular fusil de asalto del mundo. Durante esos largos a?os, Kal¨¢shnikov fue el principal dise?ador de armas ligeras del Ej¨¦rcito ruso, t¨ªtulo que todav¨ªa hace valer, a pesar de su edad.
Hasta el ¨²ltimo a?o de Mija¨ªl Gorbachov este hombre no emergi¨® a la luz p¨²blica y ahora, en su primera visita a un pa¨ªs europeo, Finlandia,cuenta c¨®mo dise?¨® el ¨²ltimo modelo de Kal¨¢shnikov, el AKS-74: "Los americanos comenzaron a usar el M-16 durante la guerra de Vietnam. La innovaci¨®n en el AKS-74consisti¨® en retocar el ca?¨®n, quitar peso al fusil introduciendo un cargador de pl¨¢stico, reducir el calibre a 5,45 mil¨ªmetros y aumentar su carga a 45 proyectiles. Todo parece haber resultado bien", dice Kal¨¢shnikov.
S¨ªmbolo antiimperialista
Sabido es c¨®mo, despu¨¦s del ¨¦xito de Vietnam, la reputaci¨®n del Kal¨¢shnikov se expandi¨® r¨¢pidamente. Desde la fotograf¨ªa de Salvador Allende defendiendo el palacio de La Moneda en Chile hasta las de los guerrilleros afganos en Kabul son muchas las im¨¢genes hablan de su supremac¨ªa en las batallas. Su curvada silueta pas¨® a ser el s¨ªmbolo de los combates antiimperialistas en ?frica, Am¨¦rica Latina y Asia.
Kal¨¢s1inikov desmiente con una leve sonrisa que haya presentado al presidente ruso, Bor¨ªs Yeltsin, una nueva versi¨®n de su fusil. "Son s¨®lo rumores que, al parecer, tienen como fuente los trabajos de los talleres de Avakan, donde a partir del AK-47 se ha producido una versi¨®n muy innovada. Pero parece que no es lo suficientemente eficaz", dice con cierto orgullo Mija¨ªl Kal¨¢shnikov.
En el verano de 1941, los blindados del Tercer Reich avanzaban de forma arrolladora por las llanuras rusas y el sargento Mija¨ªl Kal¨¢shnikov dej¨® su pueblo natal en Udmartia, cerca de los Urales, para dirigirse, como tantos otros j¨®venes rusos, al frente. En la batalla de Bransk, Kal¨¢shnikov, de 22 a?os, cay¨® herido de gravedad por fragmentos de metralla. Medio siglo despu¨¦s, grandes cicatrices testifican la gravedad de las heridas. De modo que la Gran Guerra Patria result¨® muy corta para el sargento Kal¨¢shnikov, quien en su convalecencia comenz¨® a trabajar en el perfeccionamiento de las armas que sus compa?eros empu?aban en el frente. No en vano, Kal¨¢shnikov era mec¨¢nico de profesi¨®n.
En su nueva condici¨®n de hombre p¨²blico, Mija¨ªl Kal¨¢shnikov ha visitado en dos oportunidades a sus colegas norteamericanos y ha asistido exposiciones de armas en Argentina y en China.
Sus relaciones con Eugene Stoner, creador del M- 16, y con Bill Ruger, el otro gran productor de armas, son muy cordiales. Contrasta la opulencia en que viven los norteamericanos con la modestia de Kal¨¢shnikov.
Ahora que en Mosc¨² rige una nueva doctrina econ¨®mica, ?cree usted que las autoridades reconocer¨¢n de una manera m¨¢s concreta su trabajo? "No tengo ninguna conexi¨®n directa con el Gobierno. Por tanto, no s¨¦ c¨®mo responder. Yo s¨®lo hago mi trabajo en mi taller... Pero si me hubieran dado por lo menos un kopek por cada Kal¨¢shnikov...", suspira el creador del fusil.
Un fusil en la bandera
Hasta no hace muchos a?os, Kal¨¢shnikov ignoraba la gran popularidad de su invento y le sorprendi¨® que la bandera de Mozambique o el escudo de Burkina Faso lleven estampadas la curvada silueta de su invenci¨®n. "Despu¨¦s de las muchas guerras de ?frica o Centroam¨¦rica muchos combatientes han llamado a sus hijos Kal¨¢shnikov o simplemente Kalash".
?Qu¨¦ impresi¨®n le ha causado este fen¨®meno?
"Pasada la sorpresa inicial, me ha parecido algo divertido. Sobre todo, que esos j¨®venes Kal¨¢shnikov no me pidan la paternidad econ¨®mica". Y vuelve a re¨ªr.
Con cierto orgullo muestra en el lado izquierdo de su pecho dos medallas rojas. Una de ellas le honra como h¨¦roe del trabajo, y la otra, es la Medalla Lenin del Honor. Ambas son el mayor reconocimiento que la antigua Uni¨®n Sovi¨¦tica entregaba a sus ciudadanos ilustres.
El veterano constructor de armas hace hincapi¨¦ en que su idea inicial de crear un nuevo fusil de asalto apuntaba a la defensa de las fronteras. En sus ojos aparece un brillo nost¨¢lgico cuando habla de la desintegraci¨®n de la URSS y de las guerras que se libran en las antiguas rep¨²blicas. "El fusil o el arma en s¨ª no mata. No se puede culpar a las armas de la desintegraci¨®n de la URSS. Son personas las que han causado esa desintegraci¨®n y esas personas est¨¢n utilizando mi invento en forma nefasta", asegura.
La pr¨¢ctica hace al maestro y, a sus 74 a?os, Kal¨¢shnikov prueba en un campo de tiro su habilidad con su arma. A 100 metros de distancia, los seis proyectiles disparados rozan el blanco.
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