El N¨²remberg de los perdedores de la guerra fr¨ªa

"La responsabilidad pol¨ªtica o de cualquier otro tipo que no sea penal est¨¢ fuera de las atribuciones de este tribunal", ha dicho el juez Br?utigam. Pero el proceso contra los dirigentes de la extinta Alemania comunista, que muchos medios de comunicaci¨®n comparan ya con el proceso de N¨²remberg que juzg¨® a los Jerarcas nazis tras la derrota del III Reich, no va a poder evitar politizarse. Para empezar, nadie se explica por qu¨¦ Br?utigam ha sido elegido para presidir el tribunal cuando de todos son conocidas sus opiniones ultraconservadoras, que divulg¨® en su ¨¦poca de columnista de prensa, y su actuaci¨®n como juez en los procesos contra la banda Baader-Meinhoff en la d¨¦cada de los a?os setenta.Como ya pudo comprobarse ayer, las emociones van a desempe?ar un papel muy importante. La acusaci¨®n particular agrupa a los familiares de las v¨ªctimas del muro. Ayer, en la sala, Karin Gueffroy, madre de Chris Gueffroy, la ¨²ltima v¨ªctima, que muri¨® en fecha tan tard¨ªa como febrero de 1989, lloraba desconsoladamente, al igual que otros que se sentaban junto a ella. Hay mucho resentimiento, y, seg¨²n las encuestas, el 80% de los alemanes considera que el juicio debe llevarse a cabo.

Pero entre los acusados existe la determinaci¨®n total de defenderse "contra la justicia de los vencedores". El portavoz del Comit¨¦ de Solidaridad con Honecker, Klaus Feske, explicaba ayer que ¨¦ste "se defender¨¢ como un aut¨¦ntico comunista, ya que ve el juicio como una venganza del Occidente victorioso".

Para la defensa se trata de "una carrera con la muerte y una burla de la justicia", ya que se les juzga por hechos que no eran delitos cuando se supone que fueron cometidos. Se trata, aseguran, de "un nuevo N¨²remberg" contra los perdedores de la guerra fr¨ªa. Egon Krenz, el breve sucesor de Honecker en el poder, acusaba ayer a la justicia de "criminalizar" a toda la antigua Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana, "Se quiere imponer una conciencia culpable a todos los alemanes orientales para construir una cortina de humo sobre los errores que se han hecho en el proceso de unificaci¨®n", dijo Krenz.