El Real Madrid aprende a maltratar a sus rivales
El Real Madrid se ejercita de una vez por todas en el arte de la humillaci¨®n. Est¨¢ aprendiendo a apuntillar, a dar la vuelta definitiva de garrote sobre el cuello de sus rivales. Una obsesi¨®n depredadora que, cuando se habla de baloncesto, es sin¨®nimo de buen gusto y garant¨ªa de calidad: la asignatura imprescindible para ser un ganador que Clifford Luyk, el entrenador blanco, quiso desde siempre dominar.La v¨ªctima fue el Taugr¨¦s Vitoria, un equipo fuerte y con recursos, si se analiza su plantilla, que hab¨ªa salido victorioso en sus ¨²ltimos enfrentamientos con el cuadro madridista. La realidad fue otra. Los jugadores dirigidos por el norteamericano Herb Brown vivieron una jornada traum¨¢tica. Se diluyeron brumosamente, dieron a conocer sus debilidades y se dispusieron a encajar. As¨ª, recibieron el castigo que merec¨ªan.
En la primera mitad, s¨®lo Brown captur¨® tantos rebotes, ocho, como los nueve hombres que actuaron por el Taugres. Tama?o desprecio por los tableros tuvo una justificaci¨®n: Sabonis da p¨¢nico. El pivot lituano sac¨® a Rivas a terrenos muy transitados y dej¨® que un inspirad¨ªsimo Brown trabajase la canasta. La inoperancia de Ant¨²nez ni se not¨®. Lasa pudo con Laso, Biriukov convirti¨® cinco triples y los cambios de defensa secaron a Arlauckas. El Madrid, por fin, disfruta maltratando a su enemigo.
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