La disputa agr¨ªcola

, 22 de noviembre

( ... ) Europa garantiza a sus agricultores, tres veces m¨¢s numerosos que los de EE UU, precios superiores a los del mercado mundial, lo que les protege de las importaciones y obliga a subvencionar la exportaci¨®n. ( ... )Esta pol¨ªtica se encuentra con dos dificultades; primero, el crecimiento de la producci¨®n, de por s¨ª costosa para el consumidor, se convierte en ruinosa para el contribuyente. ( ... ) Adem¨¢s, Washington, hostil a la protecci¨®n comunitaria, no quiere la competencia de los cereales europeos en terceros mercados, y desea seguir exportando a nues.tro continente el grano que seutiliza en la alimentaci¨®n del ganado.( ... ) Europa ha aceptado reducir las subvenciones a la producci¨®n y a la exportaci¨®n, pero se mantiene firme en cuanto a la limitaci¨®n de exportaciones de cereales subvencionados, as¨ª como en la producci¨®n de oleaginosas. ( ... )

La raz¨®n econ¨®mica encontrar¨¢ salida, a condici¨®n de que la raz¨®n pol¨ªtica prevalezca. Es decir, que EE UU acepte una idea simple: Europa se ha convertido en una gran potencia agr¨ªcola. El Reino Unido no deber¨¢ ( ... ) contribuir a una derrota francesa utilizando la obsesi¨®n del ogro franco-alem¨¢n. Francia habr¨¢ de defender sin complejos su postura, y demostrar a Alemania, Espa?a e Italia que es necesario hacer causa com¨²n. Si nos aislamos, est¨¦ o no firmemente asentada nuestra posici¨®n, perderemos.