Un lugar en la memoria
En la sala Aqualung actuaron los m¨ªticos Stranglers. Su carrera musical, a trav¨¦s del tiempo, siempre ha sido una caja de sorpresas. Comenzar su andadura durante la explosi¨®n del punk a finales de los setenta y haber llegado a los noventa con un cambio fundamental en la banda es toda una actitud donde el riesgo juega sus cartas.Con casi una hora de retraso los Stranglers subieron al escenario comenzando con un par de temas casi instrumentales de su ¨²ltimo trabajo: Stranglers in the night. La nueva voz de Paul Roberts, sustituyendo a Hugh Cornwell, se hizo esperar creando una expectaci¨®n que a lo largo de la noche se traducir¨ªa en convencimiento.
El recorrido del concierto se bas¨® principalmente en los temas de su nuevo trabajo, donde las sensaciones opresivas que siempre han creado quedaron plasmadas en el excelente y primitivo bajo de Jean Jacques Burnel y en la contundente y r¨ªtmica bater¨ªa de Jet Black. Con el paso de los temas, y sobre todo al llegar al carism¨¢tico No more heroes, consiguieron ir encendiendo los ¨¢nimos del p¨²blico. Un p¨²blico que demostr¨® esperar de la banda un repaso m¨¢s r¨ªgido por su pasado y menos arriesgado en el presente.
Stranglers
Sala Aqualung Universal. Madrid, 23 de noviembre.
La banda demuestra la versatilidad que tiene para hacer pocas variaciones en su filosof¨ªa y mantenerse. Ahora, su principal soporte es la profesionalidad que demuestran continuamente como m¨²sicos y el tiempo que han recorrido en la memoria. Una memoria llena de canciones extraordinarias, imposibles de olvida
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