Democracia escolar

POR CUARTA vez desde su creaci¨®n por la Ley Org¨¢nica del Derecho a la Educaci¨®n (LODE) se est¨¢n renovando los consejos escolares, ¨®rganos colegiados de gobierno de los centros educativos en los niveles no universitarios. Los altos ¨ªndices de abstenci¨®n registrados en comicios anteriores han motivado que las organizaciones sindicales, estudiantiles y de padres de alumnos hayan sentido la necesidad de suscribir un llamamiento a la participaci¨®n en el que se recuerda el valor educativo de primer orden que representa vivir, ense?ar y aprender en democracia.La ausencia de las principales centrales (CC OO y UGT) del acto de la firma del manifiesto responde, como ellas mismas han explicado, aunque tal vez no con la claridad suficiente, m¨¢s a razones coyunturales de su tensa dial¨¦ctica con la Administraci¨®n que a un desinter¨¦s por la vitalidad de la gesti¨®n democr¨¢tica de los centros, en la medida en que ambas organizaciones han sido, precisamente, sus principales adalides. Pero esa sonora ausencia no deber¨ªa ser reducida demasiado alegremente a la categor¨ªa de lo anecd¨®tico porque el talante democr¨¢tico debe manifestarse siempre, y mucho m¨¢s cuando la tensi¨®n es mayor.

Es impensable que las instituciones democr¨¢ticas funcionen si el estilo de la vida cotidiana no est¨¢ en coherencia con lo que se pregona. Y existe el riesgo de que, a peque?a escala, la incoherencia de que hacen gala en este aspecto tantas veces nuestros pol¨ªticos tenga su reflejo tambi¨¦n en el ¨¢mbito de la vida escolar. Que las instituciones democr¨¢ticas de los centros escolares funcionen, que se estimule la participaci¨®n en ellas, que se mejoren en lo que. tengan de mejorable, que. seguramente es mucho, es importante; pero mucho m¨¢s lo es asumir con todas sus consecuencias, desde la interioridad individual y colectiva, el sentido de la tolerancia. ?sa debiera ser la aspiraci¨®n m¨¢s urgente de todos los sectores de la comunidad escolar: padres, profesores, alumnos y conserjes.