Los vecinos del Plan 18.000 recelan del cambio de parcelas impuesto por el Ayuntamiento
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"Si lo quer¨¦is, bien; y si no, tambi¨¦n". ?sa fue la postura inicial, seg¨²n varios representantes cooperativistas, de la oferta que les hizo el Ayuntamiento. La propuesta consist¨ªa en cambiar 31 parcelas (con terreno para 2.000 viviendas) del Plan 18.000, de imposible adjudicaci¨®n, por otras de San Blas y Aravaca. Muy pocos quieren irse a San Blas; entre otras razones, porque el suelo, alegan, podr¨ªa no estar disponible hasta 1994. El Ayuntamiento aprobar¨¢ en el pleno de hoy el cambio en los terrenos, aunque estar¨ªa dispuesto a aceptar una serie de garant¨ªas impuestas por los vecinos.
La mayor¨ªa de los adjudicatarios del Plan 18.000 -sindicatos, cooperativas vecinales y particulares- ha formado una agrupaci¨®n para negociar unidos ante el Ayuntamiento, bajo el nombre de Uni¨®n de Cooperativas de Viviendas Madrile?as (Ucovy). Pues bien, en Ucovy no hay unidad. La cooperativa PSV, de UGT, preside la asociaci¨®n, y acepta la pro posici¨®n del alcalde. No les importa que sus socios vivan en San Blas mientras tengan casas. Sin embargo, las cooperativas vecinales no pasan por ah¨ª. "No es que seamos se?oritos; es que no queremos unos terrenos que no estar¨¢n disponibles ni para mayo de 1993; eso es lo que nos pasa", indic¨® Antonio Malav¨¦, de la Federaci¨®n Re gional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM). El pasado mi¨¦rcoles, varios representantes de la Uni¨®n de Cooperativas mantuvo una reuni¨®n con el gerente de Urbanismo, Pedro Areitio. Plantea ron aceptar la permuta de los terrenos que hoy se aprueba en el pleno municipal si el consistorio acced¨ªa a contemplar una serie de propuestas. Por un lado, los solares que se van a cambiar -por imposibilidad de disponer de los iniciales- deber¨¢n entenderse como un mero instrumento para obtener parcelas en otros lugares, piden los vecinos, que adem¨¢s exigen el compromiso de que Gerencia Urbanismo mantenga las caracter¨ªsticas de la adjudicaci¨®n.
Por otro lado, los cooperativistas enumeraban una serie de garant¨ªas de futuro. Entre ellas, la aceptaci¨®n de los terrenos que presenten como alternativa a los que figuran en el expediente de permuta y la presentaci¨®n de fechas de disponibilidad en dichos solares y del resto de las parcelas del plan de vivienda.
Areitio acept¨® ayer, en otra reuni¨®n mantenida con Carlos Sotos, gerente de PSV, todas estas condiciones, seg¨²n afirm¨® Sotos anoche.
Miembros de la Federaci¨®n de Vecinos se mostraron hartos de luchar "contra las injusticias del plan 18.000" para que des pu¨¦s en los medios de comunicaci¨®n el gerente de PSV, Carlos Sotos, "salga diciendo que el plan va estupendamente". La misma fuente indic¨® que los so cios de PSV llaman a la federa ci¨®n vecinal "porque se encuentran desinformados".
Carlos Sotos dijo ayer que desde hace dos a?os s¨®lo PSV denunci¨® la p¨¦sima gesti¨®n del suelo por el Ayuntamiento. "No le damos un aval al Ayuntamiento, pero preferimos negociar, por el bien de nuestros cooperativistas", indic¨® Sotos.
El 'culpable'
La Uni¨®n de Cooperativas con voc¨® el domingo una asamblea para informar a los socios. Acudieron 1.000 personas. La mayor¨ªa han pagado una media de dos millones de pesetas, a raz¨®n de 100.000 pesetas mensuales. Protestan ante los gerentes de las cooperativas -"?qu¨¦ pasa con nuestro dinero?", "?por qu¨¦ quieren llevarme a vivir a San Blas si me he criado en Carabanchel toda la vida?". Entre el 5% y el 10% de los cooperativistas exigen que se les devuelva el dinero porque no les compensa esperar tanto tiempo.
El desgaste que provoca no disponer del suelo mella d¨ªa a d¨ªa la imagen de las asociaciones de vecinos y los sindicatos. Si los vecinos no aceptaran las permutas que les ofrece el Ayuntamiento, el suelo no estar¨ªa disponible hasta 1994. Eso significa, seg¨²n la federaci¨®n de vecinos, que unas 5.000 familias habr¨¢n de esperar cinco a?os para tener las llaves.
El gran problema al que se enfrenta el Ayuntamiento es que la mayor parte del suelo del plan pertenece a particulares. Los propietarios han de ponerse de acuerdo sobre el terreno que le ceden al Ayuntamiento.
Para ello han de presentar un plan urban¨ªstico que delimite las zonas. Los particulares, que se organizan en juntas de compensaci¨®n, no acaban de ofrecer soluciones. Hay en Madrid, seg¨²n el secretario de Ucovy, Juli¨¢n Rebollo, unas diez juntas de compensaci¨®n con suelo para 5.000 casas.
Frenar y especular
En la mayor¨ªa de las ocasiones los miembros de las juntas no se ponen de acuerdo. En otros casos, les interesa alargar, retrasar el proceso, especular, en definitiva, porque mientras frenan el plan se van poblando descampados anexos al terreno que pretenden urbanizar.
Otras veces ni siquiera los propietarios pueden hacer nada. Es el caso de San Blas, donde el poblado chabolista de Los Focos les impide dise?ar un plan.
Adem¨¢s, no es lo mismo acceder a un piso por 14 millones cerca del barrio de Puerta de Hierro (en el mercado libre valen unos 35 millones), que comprarlo por el mismo precio en San Blas.
De cualquier forma, el Ayuntamiento de Madrid tiene potestad para personarse en las juntas de compensaci¨®n y urgirles a agilizar los planes.
Los cooperativistas se quejan de otra actitud del Ayuntamiento: mientras no dispone de suelo para ejecutar a su tiempo el Plan 18.000, saca a concurso suelo para viviendas a precio tasado.
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