Pol¨¦mica en Per¨² sobre la concesi¨®n de asilo a los 93 militares venezolanos que huyeron a Iquitos
La presencia en Per¨² de los 93 militares venezolanos que huyeron a Iquitos el s¨¢bado, tras fracasar su intento de golpe de Estado, ha suscitado en ese pa¨ªs andino una pol¨¦mica sobre el derecho de asilo y su aplicaci¨®n a quienes trataron de derrocar al presidente Carlos Andr¨¦s P¨¦rez en Caracas. Mientras la canciller¨ªa de Lima admit¨ªa ayer que la petici¨®n de los rebeldes se encontraba en estudio, el presidente peruano, Alberto Fujimori, dijo desconocer que tan siquiera se hubiese presentado tal petici¨®n y que se estudiaba la situaci¨®n legal de los militares huidos, cuya extradici¨®n quiere Venezuela.
El avi¨®n de la Fuerza A¨¦rea de Venezuela utilizado por los militares rebeldes, un H¨¦rcules C130, fue devuelto ayer a Caracas por las autoridades peruanas. Los frustrados golpistas permanec¨ªan ayer en Iquitos, en la zona amaz¨®nica, albergados en un hotel tur¨ªstico.El l¨ªder de los rebeldes, el general Efra¨ªn Francisco Visconti Osorio, declar¨® ayer que se encontraba a la espera de una resoluci¨®n sobre su petici¨®n de asilo. Al ser interrogado sobre las motivos del levantamiento militar, el general Visconti declin¨® responder por considerar que, dada su solicitud de asilo, no pod¨ªa hacer declaraciones pol¨ªticas. No obstante, afirm¨® que eligieron como refugio Per¨² "porque es un pa¨ªs democr¨¢tico que asume el esp¨ªritu de Sim¨®n Bol¨ªvar". Las proclamas de los sublevados en Caracas aireaban el esp¨ªritu bolivariano de su alzamiento. La instituci¨®n del asilo pol¨ªtico tiene, pues, su prueba de fuego en Per¨², en funci¨®n de la decisi¨®n que adopte el Gobierno de Alberto Fujimori respecto de si corresponde o no esta protecci¨®n a militares en activo que se levantaron contra un r¨¦gimen democr¨¢tico.Las posiciones no son coincidentes. Seg¨²n la doctrina colombiana, por ejemplo, los militares no pueden ampararse en el derecho de asilo, ya que tienen un fuero jur¨ªdico propio que les otorga ciertos privilegios. En cambio, el jurista peruano Javier Valle Riestra -que se ha visto forzado a asilarse en varias ocasiones- sostiene que ese derecho es indiscutible para los militares venezolanos de acuerdo con el pacto de San Jos¨¦ que lo regula y que adem¨¢s la extradici¨®n es improcedente. "Los militares venezolanos no pueden ser entregados porque han cometido delitos Pol¨ªticos. El caso ser¨ªa diferente si estos oficiales, deliberadamente, hubieran bombardeado, por ejemplo, hospitales o poblaciones civiles", a?adi¨® Valle Riestra.Per¨² tiene que decidir ahora sobre dicha petici¨®n de asilo. Y esto precisamente en un momento en que el pa¨ªs est¨¢ pendiente de la resoluci¨®n de dos solicitudes de asilo que van en direcci¨®n contraria, ya que est¨¢n relacionadas con la intentona golpista del 13 de noviembre pasado en Per¨² y una petici¨®n de extradici¨®n formulada por Lima en relaci¨®n con el ex presidente peruano Alan Garc¨ªa, actualmente en Colombia.El empresario peruano y propietario de una cadena de televisi¨®n, Julio Vera Guti¨¦rrez, se encuentra actualmente en San Jos¨¦ de Costa Rica esperando que se le conceda el estatuto de asilado pol¨ªtico. Vera Guti¨¦rrez fue varias veces relacionado con los sucesos del 13 de noviembre por el propio jefe del Estado peruano. Fujimori revel¨® que el empresario hab¨ªa proporcionado a los golpistas un veh¨ªculo blindado, una casa y material de comunicaciones.
Chile tambi¨¦n ha entrado en escena al concederle asilo a Jorge Polack, otro de los civiles vinculados con el contragolpe peruano. Polack est¨¢ refugiado, en la Embajada chilena.
De otro lado, el poder judicial de Per¨² ha declarado reo en rebeld¨ªa al ex presidente Alan Garc¨ªa en el proceso que se le sigue por supuesto delito de enriquecimiento ?l¨ªcito.
Fujimori, por su parte, parece haber demostrado cierta simpat¨ªa con la instituci¨®n del asilo, por lo menos en su caso, pues el 13 de noviembre pasado, al tener conocimiento del intento de derrocarle, se refugi¨®, por unas horas, en la residencia del embajador japon¨¦s.
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