El contable de Juan Guerra en Fracosur desbarata el informe pericial de la defensa

El contable de Juan Guerra en Fracosur S. A., Miguel Pastor, reconoci¨® ayer que los apuntes contables de esta sociedad se realizaron fuera de plazo y sin justificaci¨®n documental alguna, atendiendo tan s¨®lo a las comunicaciones verbales de los socios. Pastor desbarat¨® la prueba pericial de la defensa al ampliar el concepto de caja ¨²nica al de tesorer¨ªa, y aval¨®, de paso, la teor¨ªa de los inspectores de finanzas de] Estado. El contable lleg¨® a admitir: "La llevanza del diario no acababa de ser ortodoxa; en un trabajo de auditor¨ªa no se hubieran aceptado esos apuntes".

El contable lleg¨® a reconocer, a preguntas del juez Conrado Gallardo, que nunca podr¨ªa haber llevado las cuentas de Fracosur de otra forma, puesto que s¨®lo conoci¨® la p¨®liza del cr¨¦dito, de 79 millones de pesetas, concedido por Banesto a Juan Guerra. Cuando el fiscal Alfredo Flores pregunt¨® por qu¨¦ se hab¨ªa contabilizado esa operaci¨®n en el cap¨ªtulo de ingresos, Miguel Pastor respondi¨®: "?Porque en alg¨²n sitio hab¨ªa que ponerlo!".Durante la sesi¨®n de ayer, Francisco C¨¦sar Lorente, jefe de gesti¨®n de la empresa p¨²blica Ensidesa, reconoci¨® ante el tribunal que la venta de la finca La Carrascosa fue suscrita, el 28 de octubre de 1988, en el despacho que Juan Guerra ten¨ªa en la delegaci¨®n del Gobierno en Andaluc¨ªa, y en el que, en teor¨ªa, ejerc¨ªa las labores de asistente de su hermano Alfonso, entonces vicepresidente del Gobierno. El representante de Ensidesa reconoci¨® que la finca, que la empresa p¨²blica adquiri¨® en 52 millones de pesetas, fue vendida a Fracosur por 20 millones, y despu¨¦s de que dos subastas quedasen desiertas. Francisco C¨¦sar Lorente reconoci¨® la existencia de una auditor¨ªa encargada por Ensidesa en la que los peritos advert¨ªan de las "expectativas de urbanizaci¨®n" de la finca r¨²stica. De los cinco testigos citados ayer a declarar por el juez Conrado Gallardo, s¨®lo lo hicieron Miguel Pastor y Francisco C¨¦sar Lorente. Isabel Garc¨ªa Valverde, compa?era sentimental de Juan Guerra, present¨® un certificado m¨¦dico en el que se justificaba su ausencia por "un s¨ªndrome catarral", mientras que Jos¨¦ Javier Porcar, socio de Estuarios y Calas del Mediterr¨¢neo -empresa que aval¨® a Guerra ante Banesto en el pr¨¦stamo de 79 millones-, envi¨® otro certificado: "Padece una posible cardiopat¨ªa isqu¨¦mica, aunque de reciente comienzo".

Ambas excusas motivaron las risas del p¨²blico y las protestas de la acusaci¨®n. El otro testigo, Adolfo de Bernardo, empresario valenciano, se neg¨® a declarar alegando su imputaci¨®n en otra trama del caso Guerra.