Bush ordena la intervencion Militar en Somalia
El presidente norteamericano, George Bush, dio ayer la orden para el inicio de la Operaci¨®n Restauraci¨®n de la Esperanza en Somalia, que dirigir¨¢ el general Joseph Hoar. Esta acci¨®n, explic¨®, es por tiempo limitado y de car¨¢cter humanitario, pero las tropas est¨¢n preparadas para utilizar la fuerza contra los grupos armados que intenten obstaculizar la distribuci¨®n de la ayuda alimentaria. El presidente no especific¨® el n¨²mero de soldados que ser¨¢ necesario, pero adelant¨® que ser¨¢ "una sustancial fuerza militar". Bush se?al¨® que las tropas internacionales no permanecer¨¢n en Somalia "ni un d¨ªa m¨¢s de lo necesario".
Atendiendo a la llamada de la ONU y en un intento de abandonar gloriosamente su presidencia, George Bush compareci¨® ante la naci¨®n por primera vez desde su derrota electoral para anunciar una nueva expedici¨®n militar norteamericana en el extranjero, la primera en ?frica en m¨¢s de 30 a?os. El presidente electo, Bill Clinton, mostr¨® ayer su apoyo a la decisi¨®n de George Bush. El presidente manifest¨® que las misiones de esta expedici¨®n ser¨¢n establecer un ambiente seguro para la distribuci¨®n de ayuda y preparar el camino para que, posteriormente, una fuerza multinacional de la ONU se encargue del mantenimiento de la paz. La Casa Blanca conf¨ªa en que ese trabajo est¨¦ terminado antes del 20 de enero , fecha del relevo presidencial en EE UU.
En una decisi¨®n un¨¢nime los 15 miembros del Consejo de Seguridad de la ONU decidieron el jueves, por primera vez autorizar el uso de la fuerza para intervenir en asuntos internos de un pa¨ªs sin que haya mediado siquiera la solicitud de ese Estado. El Consejo de Seguridad dio este paso ante el convencimiento de que la situaci¨®n de hambre y anarqu¨ªa que existe en Somalia constituye una grave amenaza para la segur? dad y la paz internacional Bush dijo que ha decidido res ponder a la llamada de la ONU para evitar la muerte de m¨¢s de un mill¨®n y medio de somal¨ª¨¦s por hambre.
El presidente electo, Bill Clinton, manifest¨® su pleno respaldo a Bush por "haber tomado el liderazgo en este importante esfuerzo humanitario" y le dio las gracias por haberle mantenido permanentemente informado del curso de los acontecimientos en este caso.
El primer contingente, de 1.800 marines, podr¨ªa desembarcar en las costas somal¨ªes para hacerse cargo, en primer lugar del aeropuerto de la capital del pa¨ªs, Mogadiscio, este mismo fin de semana. Otras fuentes en Washington han sugerido, sin embargo, la posibilidad de que esa primera intervenci¨®n se re trase -un par de d¨ªas para coordinar todos los detalles de la ope raci¨®n con otros pa¨ªses que se han ofrecido a colaborar.
Salida de las tropas
El mayor n¨²mero de tropas saldr¨¢ hoy desde el cuartel de Camp Pendleton (California), que aportar¨¢ 16.000 hombres, y Fort Drum (Nueva York), de donde partir¨¢n 5.000 soldados. El n¨²mero total de fuerzas norteamericanas en la zona ascender¨¢, seg¨²n los c¨¢lculos actuales, a 27.000, a los que se sumar¨¢n 2.000 soldados franceses y otros peque?os contingentes de Pakist¨¢n, Marruecos, Italia, B¨¦lgica, Canad¨¢ y Egipto. El Reino Unido descart¨® ayer enviar tropas.
Pese a las prisas que los norteamericanos tienen para concluir estamisi¨®n, expertos del Pent¨¢gono consideran que ser¨¢n necesarias varias semanas para desplegar de forma segura todas las tropas por los puntos en los que es necesaria su presencia. Solamente el traslado de los 16.000 hombres de Camp Pendleton requerir¨¢ 250 vuelos de aviones-de transporte C-5 y C-141.
A es a dificultad se suman las carencias de la infraestructura en Somalia. A diferencia de Arabia Saud¨ª, donde estaba establecido el cuartel general de la operaci¨®n Tormenta del Desierto, Somalia no tiene carreteras, puertos y aeropuertos adecuados.
La expedici¨®n estadounidense cuenta, por esa raz¨®n, con un alto n¨²mero de ingenieros y expertos en infraestructura, as¨ª como apisonadoras y otros materiales de construcci¨®n, adem¨¢s de grandes cantidades de agua mineral, plantas de energ¨ªa y otros productos necesarios para el cumplimiento de esta operaci¨®n. La mayor¨ªa del equipo llegar¨¢ desde la-base de los marines en la isla de Diego Garc¨ªa, en el oc¨¦ano ¨ªndico.
Oficiales norteamericanos reconocen, adem¨¢s, que sus tropas llegar¨¢n a Somalia con un gran desconocimiento sobre lo que all¨ª les espera. Aparentemente, el poder militar de los grupos armados que act¨²an en ese pa¨ªs no constituye una seria amenaza para las tropas estadounidenses. Pero no se descarta que se planteen situaciones de enfrentamiento militar que la expedici¨®n norteamericana no desea. Ayer mismo, un soldado paquitan¨ª de la fuerza de la ONU mat¨® a un pistolero somal¨ª e hiri¨® a otros dos en un tiroteo en el aeropuerto de Mogadiscio. Al parecer, el casco azul actu¨® en defensa propia. "No nos planteamos esto como una operaci¨®n de asalto en el sentido de llegar a un punto caliente y empezar a disparar contra la gente. El objetivo ¨²ltimo es alimentar a la poblaci¨®n, establecer puntos de distribuci¨®n y decirle a la gente: estamos aqu¨ª para ayudar", afirma el jefe del Cuerpo de Marines, general Carl Mundy.
Las fuerzas norteamericanas ni siquiera quieren verse implicadas en la misi¨®n de retirar las armas a los grupos guerrilleros, aunque est¨¢ previsto que se, presente una oferta para pagar una compesaci¨®n econ¨®mica por cada arma que se ponga en manos de las fuerzas multinacionales.
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