Muere Dana Andrews, un rostro inseparable del 'cine negro' cl¨¢sico
El actor ten¨ªa 83 a?os y hasta hace poco sigui¨® en activo en series televisivas
Dana Andrews muri¨®, la madrugada del viernes, en un hospital de Los ?ngeles, donde fue internado d¨ªas antes, aquejado de neumon¨ªa. Carver Daniel Andrews naci¨® el 1 de enero en 1909 en Collins, ciudad situada en el Estado sure?o de Misisipi, y vivi¨® hasta 1936 en Tejas, de donde salt¨® a California, atrapado por las redes de los cazadores de rostros al servicio de las oficinas de casting (reparto) de los estudios de Hollywood, b¨¢sicas en la producci¨®n de filmes de bajo presupuesto. En pocos a?os se convirti¨® en uno de los actores a trav¨¦s de cuyos rostros hoy identificamos a la edad dorada del cine negro.
Unos d¨ªas antes de cumplir 30 a?os, el rostro curtido, al mismo tiempo tallado en piedra e ingenuo, de Andrews se asom¨® a la historia del cine, ni m¨¢s ni menos que a la sombra de Gary Cooper y Walter Breenan, en El forastero, un western realizado por William Wyler con cuatro cuartos y que hoy es un hito en la historia del g¨¦nero. Pero si la aportaci¨®n de Andrews al western es en este filme min¨²scula, cinco a?os despu¨¦s ocup¨® el centro de otra genial pel¨ªcula del Oeste, Incidente en Ox Bow, dirigida por William Wellman.Hizo Andrews otras aportaciones de su presencia algo tosca pero eficac¨ªsima (entre ellas lo que a ¨¦l le toc¨® de una de las obras m¨¢s inspiradas de John Ford, La ruta del tabaco, un fascinante western heterodoxo) a este g¨¦nero, pero la d¨¦cada que ocupa la plenitud de su talento est¨¢ ligada a esa derivaci¨®n urbana del western que conocemos por g¨¦nero negro o thriller, donde Dana Andrews encabez¨® repartos de memorables filmes, comenzando por Laura en 1946 y finalizando con M¨¢s all¨¢ de la duda en 1956.
En la m¨¦dula del cine
En la primera fue, dirigido por Otto Preminger y en la segunda por Fritz Lang. Estos eminentes emigrados a Hollywood, uno procedente de la refinada escuela intimista de Viena y otro de las cavernas de la tragedia que anunci¨® el fascismo en Alemania -y ambos gigantes de su arte-, vieron en este actor intuitivo y con escasos recursos t¨¦cnicos la mezcla de quietud mineral y mirada enfurecida de outsider que requer¨ªa la s¨ªntesis formal entre realismo hollywoodiense y expresionismo centroeuropeo en que uno y otro estaban embarcados: una tarea medular en la historia del cine, en la que Dana Andrews particip¨® a fondo, lo que sit¨²a a su nombre en uno de los cap¨ªtulos fundamentales de la historia del cine.Dana Andrews volvi¨® a trabajar con Preminger en ?ngel o diablo y con Lang en Mientras la ciudad duerme. Y fue centro de una de las primeras incursiones de Elia Kazan en Hollywood, Boomerang. Uno de sus ¨²ltimos trabajos en el cine fue precisamente en la ¨²ltima pel¨ªcula de Elia Kazan, en 1977: El ¨²ltimo magnate, sobre la c¨¦lebre novela inacabada de Scott Fitzgerald.
Pero, volviendo la mirada a la antes aludida d¨¦cada prodigiosa de la carrera de este actor, no puede olvidarse la intensa creaci¨®n de Dana Andrews de aquel soldado errante y a la deriva, tras su retorno de la guerra mundial, en Los mejores a?os de nuestra vida, de nuevo dirigido por Wiliam Wyler, que fue quien le lanz¨® a las cabeceras de reparto en 1939, su principio.
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