El Tribunal Supremo brasile?o da v¨ªa libre a la destituci¨®n de Collor

Por seis votos contra dos, el Tribunal Supremo Federal (TSF) de Brasil decidi¨® el jueves por la noche en Brasilia rechazar el recurso del presidente suspendido Fernando Collor de Mello, que pretend¨ªa excluir de la votaci¨®n definitiva sobre su destituci¨®n a 28 senadores por haber manifes tado ya su postura antes del juicio ante el Senado, previsto para el pr¨®ximo martes. Al mismo tiempo el Gobierno del presidente en ejercicio, Itamar Franco, atraviesa su primera crisis con la dimisi¨®n del ministro de Hacienda, Gustavo Krause, que desencaden¨® una subida espectacular de la cotizaci¨®n del d¨®lar y del oro.

La decisi¨®n del TSF elimin¨® el pen¨²ltimo obst¨¢culo para la destituci¨®n definitiva de Collor. Para el juicio final del martes ante el Senado s¨®lo faltaba la resoluci¨®n, esperada a lo largo del d¨ªa de ayer, sobre un ¨²ltimo recurso de los abogados del todav¨ªa presidente para aplazar la decisi¨®n definitiva sobre la destituci¨®n de Collor. Los abogados de Collor solicitaron una prueba pericial sobre los costes de los jardines de la residencia de Collor en Brasilia, pagados presuntamente por Paulo C¨¦sar Farias, ex tesorero de la campa?a presidencial. A Farias, conocido por las iniciales de su nombre, PC, se le atribuye haber creado todo el esquema PC para recaudar fondos a base de comisiones, coimas y mordidas en unas proporciones casi sin precedentes en la historia de Brasil.

Luchar hasta el final

Desde su retiro en la Casa da Dinda, al lado del lago, en Brasilia, Collor no cesa de enviar mensajes de que no piensa dimitir y de que luchar¨¢ hasta el final para probar su inocencia. No parece que tenga la menor oportunidad de salvarse de la destituci¨®n definitiva en el Senado, donde una abrumadora mayor¨ªa votar¨¢ en su contra. Su ¨²ltimo cartucho parece ser el intento de aplazar la votaci¨®n con el pretexto de exigir una prueba pericial sobre los jardines de su casa, presuntamente pagados por Farias.La idea que se trasluce tras este intento de ganar tiempo es que Collor especula con un aplazamiento de la votaci¨®n del Senado hasta principios del a?o pr¨®ximo. Tal vez piensa que en esas semanas el Gobierno de Franco se puede deteriorar hasta tal punto que podr¨ªa cambiar el voto de los senadores, que parecen dipuestos a destituirlo de forma definitiva. El c¨¢lculo de Collor no resulta tan descabellado. El actual gabinete confirma, cada d¨ªa que pasa, los peores augurios.

Franco parece empe?ado en dar la raz¨®n a quienes hace medio a?o dec¨ªan: "Collor es un sinverg¨¹enza, pero no se le puede quitar, porque el vicepresidente es un desastre".

En apenas dos meses y medio, Franco ha cumplido estas expectativas. No existe una l¨ªnea clara de lo que el Gobierno quiere hacer con la econom¨ªa de un pa¨ªs que marcha por la v¨ªa de una hiperinflaci¨®n de m¨¢s del 1.000% anual. La decisi¨®n de aplazar las privatizaciones y la confusi¨®n reinante se expresaron de forma palpable con la dimisi¨®n, el pasado martes, del ministro de Hacienda, Krause.

La respuesta de los mercados a la vacilante l¨ªnea econ¨®mica del Gobierno y la dimisi¨®n de Krause se tradujo en una estampida en los mercados de cambios, donde el d¨®lar subi¨® un 12% en tan s¨®lo dos d¨ªas.