El Campo del Retorno
El Tribunal Supremo de Israel ratifica la deportaci¨®n de los 415 palestinos a L¨ªbano
Algunos quer¨ªan llamarlo "Hamas". Otros propusieron "Al Qods" (Jerusal¨¦n), hasta que surgi¨® el nombre del "Pronto Retorno". A diferencia del paisaje que les rodea, los palestinos del campamento incrustado en una inh¨®spita ladera rocosa en el sur de L¨ªbano son menos rigurosos, sobre todo para este tipo de cosas. Ayer decidieron bautizar el conjunto de tiendas de campa?a donde viven hacinados desde su deportaci¨®n por Israel hace siete d¨ªas, simplemente como Al-Awda, el Campo del Retorno. Letras blancas sobre la lona mojada proclaman: "Somos la nueva trinchera".
Temblando de fr¨ªo, muchos de ellos, sin m¨¢s abrigo que un impermeable delgad¨ªsimo, pasamonta?as verdes y kufiyas blanquinegras sobre los hombros, los 415 deportados estaban ayer a merced de Israel y de L¨ªbano. El Gobierno del primer ministro israel¨ª Isaac Rabin reiter¨® su promesa de bloquear su marcha hacia el sur y se aprestaba a despachar tropas de refuerzos a la zona que ocupa en L¨ªbano.En Beirut, el primer ministro, Rafiq Hariri, prohibi¨® el acceso de ayuda humanitaria alegando que es Israel, no L¨ªbano, el responsable de la seguridad y bienestar de los deportados. Eso s¨ª, sus soldados permitieron discretamente la evacuaci¨®n de dos palestinos enfermos a un hospital del valle de la Bekaa.
En el campamento de Al-Awda, el agua potable est¨¢ a punto de agotarse; las reservas de arroz (la base de la dieta a la que est¨¢n sometidos los palestinos desde su expulsi¨®n) tocan fondo y las excursiones para recoger le?a son cada vez, m¨¢s penosas y arriesgadas. Giran parte de la tierra de nadie entre l¨ªneas libanesas e israel¨ªes, est¨¢ minada.
Los palestinos volvieron ayer al campamento tras un simb¨®lico y aterrador intento por regresar a sus casas. El lunes, la marcha hacia las l¨ªneas israel¨ªes termin¨® en despavorido relpIiegue al Campo del Retorno, cuando los milicianos aliados de Israel dispararon sus morteros y, ametralladoras pesadas para frenar el avance de los palestinos desarmados. Dos palestinos resulta ron heridos por la metralla.
Indignos de l¨¢stima
No fue una iniciativa privada de la milicia Ej¨¦rcito de L¨ªbano del Sur. Seg¨²n informes de Jerusal¨¦n, el propio Rabin, que ha declarado que los deportados no deben inspirar la menor l¨¢stima, declar¨® ayer ante el Parlamento que hab¨ªa ordenado "que se dispararan algunos proyectiles".
Al mismo tiempo que el Tribunal Supremo de Israel rechazaba ayer una apelaci¨®n contra la deportaci¨®n, presentada por organismos defensores de los derechos humanos que, junto con las Naciones Unidas, acusan al Gobierno de Rabin de violar la Cuarta Convenci¨®n de Ginebra, los palestinos del Campo del Retomo no se hac¨ªan muchas ilusiones, pero tampoco parec¨ªan dispuestos a llorar sobre las rocas. Todo lo contrario. A pesar del fr¨ªo y las privaciones, los palestinos trabajaban alegremente en piquetes para abrir unas acequias de drenaje. Otros empedraban la primera callejuela. "Se llamar¨¢ la calle de Jerusal¨¦n ", dijo un joven palestino de Gaza. "Esta v¨ªa nos llevar¨¢ a Jerusal¨¦n, Inshallah (Al¨¢ lo quiera)", agreg¨® extrayendo del bolsillo una copia del Cor¨¢n. "Esto nos librar¨¢ de los israel¨ªes".
Rodeado, de simpatizantes sonrientes, Abdul Aziz al-Rantisi, el barbudo l¨ªder de los deportados y una figura prominente de Hamas (el Movimiento de la Resistencia Isl¨¢mica) de Gaza, resum¨ªa los logros de tan penosa experiencia. No habl¨¦ de la causa -el asesinato del sargento israel¨ª Nisim Toledano, secuestrado por Hamas cerca de Lod, en Israel- y se concentr¨® mas bien en el "efecto positivo" de la consecuente deportaci¨®n masiva.
"Mientras estemos aqu¨ª", dijo, "se mantendr¨¢ la presi¨®n sobre Israel". "El hecho de que L¨ªbano no nos deje entrar nos ayuda porque as¨ª se acelera nuestro retorno", agreg¨®.
En el Campo del Retorno hay palestinos sin afiliaci¨®n a ninguno de los grupos militantes. Uno de ellos, un joven delgado, trataba de contener las l¨¢grimas mientras contaba su historia. "Se?or, yo no tengo nada que ver con Hamas", dijo. "S¨®lo soy un palestino musulm¨¢n. Quiero vivir libremente en mi tierra. Quiero estar con mi familia, ir a mi mezquita. Mi mujer debe dar a luz en estos d¨ªas... ?Podr¨ªa usted llamarla y avisarme despu¨¦s si soy padre?".
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