Pol¨¦mica en Francia por la violaci¨®n del secreto de un banco de esperma por unos laboratorios
Francia afronta un nuevo esc¨¢ndalo m¨¦dico. Un laboratorio, subvencionado por el Ministerio de Educaci¨®n y avalado por el presidente del Comit¨¦ Consultivo Nacional de ?tica, utiliza datos que debieran ser secretos para sus investigaciones. Las v¨ªctimas de la indiscreci¨®n son las familias cuyos hijos han nacido gracias a la inseminaci¨®n artificial, que ven c¨®mo se pone fin a la garant¨ªa que se les di¨® de que los ni?os nunca conocer¨ªan qui¨¦n era su padre biol¨®gico.
El esc¨¢ndalo lo ha desvelado la revista L?Express, y todo comienza en la Costa Azul, cuando el doctor Sacha Geller decide jubilarse. Hasta entonces, este ginec¨®logo, conocido por su tendencia a moverse en terrenos moralmente pantanosos -es el impulsor de la primera asociaci¨®n francesa de madres de alquiler y tambi¨¦n el primero, entre nuestros vecinos, en servirse de la inseminaci¨®n artificial para permitir a mujeres lesbianas tener hijos, explotaba un banco de semen.Geller cierra su negocio y vende sus stocks a un centro privado de Montpellier. Hasta aqu¨ª todo correcto, pero el conflicto empieza cuando el doctor Geller decide hacer negocio tambi¨¦n con el fichero de donantes y de mujeres que han acudido a ¨¦l. Esos datos, que deb¨ªan pasar exclusivamente a manos de los nuevos propietarios del stock y permanecer en secreto, son adquiridos por dos investigadores de los laboratorios URA, los doctores Michel Duyme y Christiane Capron.
Los laboratorios URA llevan tiempo estudiando sobre el patrimonio gen¨¦tico, sobre lo que hay en nosotros de adquirido y lo que es innato. Y no se ocupan ¨²nicamente de fisiolog¨ªa, sino tambi¨¦n de aspectos neurol¨®gicos, de todo lo relacionado con la inteligencia. Duyme y Capron se interesan por los ni?os adoptados.
Un fichero ideal
Sus estad¨ªsticas sugieren que las familias adoptivas burguesas favorecen m¨¢s el desarrollo de la inteligencia del ni?o que las familias adoptivas obreras. Pero sus datos tambi¨¦n parecen probar que influye el coeficiente de inteligencia del padre biol¨®gico, que, no todo es fruto del entorno. Para progresar en esta situaci¨®n, el fichero de Geller es ideal: ofrece hijos de un mismo padre biol¨®gico adoptados por familias muy distintas.El fichero de Geller debiera permanecer secreto, tal y como reza en el proyecto de ley sobre bio¨¦tica que discute el Parlamento franc¨¦s. Se trata de evitar la comercializaci¨®n del cuerpo humano, de los donantes, de garantizar su anonimato y la privacidad de las familias adoptivas.
Pero Duyme y Capron quieren ampliar su encuesta y presentan una demanda de subvenci¨®n ante el Ministerio de Educaci¨®n e Investigaci¨®n para mejor conocer "la organizaci¨®n y el funcionamiento del cerebro del hombre y el del ni?o". En la demanda exponen la ventaja que supone tener localizados a 75 hijos fruto de la inseminaci¨®n artificial (IA) y que repiten padre biol¨®gico en muchos casos. La comisi¨®n cient¨ªfica que estudia la memoria de Duyme y Capron no ve ning¨²n inconveniente en conceder 300.000 francos (m¨¢s de 6,5 millones de pesetas) al proyecto. La comisi¨®n la preside el profesor Jean-Pierre Changeux, neurobi¨®logo eminente que preside tambi¨¦n del Comit¨¦ Consultivo Nacional de ?tica!
Duyme y Capron realizar¨¢n una serie de cuestionarios y encuestas en las clases donde han localizado a uno de sus cobayas o ni?os nacidos de la IA. Ante los directores de los establecimientos escolares, los padres o los alumnos, nunca explican que sus preguntas tiene que ver con inteligencia e inseminaci¨®n.
Lo cierto es que su investigacion, fundada en una violaci¨®n del secreto m¨¦dico y avalada y financiada por el sector p¨²blico, puede ser muy peligrosa. Para el antrop¨®logo gen¨¦tico Andr¨¦ Langaney, Ias aptitudes mentales no son materia que pueda medirse, es un terreno en el que no hay nada que demostrar". Pero hay otros cient¨ªficos que creen que s¨ª, que en nuestros genes puede leerse si somos o no propensos a trastornos ps¨ªquicos, si tenemos inclinaciones homosexuales, a la bebida o a la violencia. En fin, si somos o no ciudadanos predestinados, si debemos gobernar o trabajar como esclavos.
?El "mundo feliz" del que hablaba Aldous HuxIey? Los doctores Duyme y Capron dicen no creer en ¨¦l, y dudan de la importancia de la herencia gen¨¦tica, aunque para poder saber no han dudado, en cambio, en poner en peligro la tranquilidad de 75 familias. Ahora es la opini¨®n p¨²blica la que duda y se pregunta si la ciencia y la investigaci¨®n no est¨¢n convirti¨¦ndose en algo incontrolable, que avanza mucho m¨¢s deprisa de lo previsto y hacia direcciones no contempladas por las leyes.
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