Un juez pide explicaciones al fiscal general adjunto por su petici¨®n de archivar el caso de corrupci¨®n contra el alcalde de Nueva York

La mara?a pol¨ªtica y legal en torno a las presiones del Departamento de Justicia -es decir, la Casa Blanca de Donald Trump- para desestimar un caso de corrupci¨®n contra el alcalde de Nueva York, Eric Adams, se complica cada d¨ªa m¨¢s. La injerencia de la Administraci¨®n republicana se ha enfrentado este mi¨¦rcoles al escrutinio de los tribunales, en una primera prueba del alcance real de sus esfuerzos por ejercer un mayor control sobre la aplicaci¨®n de la justicia.

El juez federal de distrito Dale Ho, instructor del caso Adams -cinco casos de corrupci¨®n por aceptar dinero y prebendas de Turqu¨ªa, por los que fue acusado formalmente en septiembre-, ha escuchado este mi¨¦rcoles en Nueva York los argumentos de la defensa del acusado y de funcionarios del Departamento de Justicia para decidir si da el visto bueno a la retirada de los cargos, cuando s¨®lo faltan dos meses para el te¨®rico inicio del juicio. Las razones del Departamento de Justicia son conocidas: que un proceso contra Adams le impedir¨ªa colaborar en los planes de deportaci¨®n de migrantes de la Casa Blanca. La vista, que se ha prolongado durante 90 minutos, ha concluido sin que el juez decidiera si archiva el caso, para lo que ha pedido ¡°paciencia mientras considero estos asuntos cuidadosamente?.

El dem¨®crata Adams, que ha comparecido en la vista, conf¨ªa mientras tanto su futuro pol¨ªtico a la suerte, apoyado por su principal base electoral -las iglesias afroamericanas-, a la espera de que la gobernadora de Nueva York, su compa?era de partido Kathy Hochul, decida qu¨¦ hacer con ¨¦l. Hochul tiene la potestad de destituirlo.

Ho pretende llegar al fondo de las razones del Gobierno federal para pedir el archivo de la causa contra el regidor dem¨®crata, una solicitud directa del Departamento de Justicia que la semana pasada caus¨® la mayor revuelta en la judicatura en los ¨²ltimos 50 a?os. Tras la dimisi¨®n de ocho fiscales y abogados de Justicia, opuestos a las presiones de Washington, este lunes tres exfiscales federales de Nueva York, Nueva Jersey y Connecticut presentaron un escrito en el que piden a Ho que lleve a cabo una amplia investigaci¨®n para determinar si la moci¨®n del Departamento de Justicia es de inter¨¦s p¨²blico o simplemente un pretexto para asegurarse la cooperaci¨®n del alcalde con las pol¨ªticas antiinmigraci¨®n de la Administraci¨®n republicana. Hochul ha reunido por su parte a las autoridades de la ciudad para sondear opciones, entre ellas la destituci¨®n. La crisis se ha llevado por delante a cuatro altos responsables del Ayuntamiento, que dimitieron en bloque este martes.

De momento, lo ¨²nico claro en esta lucha intestina es el intento de la Casa Blanca de saltarse la separaci¨®n de poderes o, cuando menos, de ahormar el curso de la justicia a sus intereses. Es el Departamento de Justicia el que marca la pauta, y los fiscales y abogados, quienes ponen las bajas. Los partidarios de Trump se felicitan por la dimisi¨®n de esos ocho miembros del Departamento de Justicia, entre ellos la fiscal en funciones del Distrito Sur de Nueva York, republicana, que han dejado el campo libre a los casos de corrupci¨®n, como el que implica a Adams. Trump quiere liberar al regidor para que ayude a la Administraci¨®n en su ofensiva contra la inmigraci¨®n, algo que el regidor no podr¨ªa hacer desde los tribunales o la c¨¢rcel, arguye Washington.

Pero el caso no tiene precedentes. La dimisi¨®n en masa de tantos fiscales y abogados de alto nivel no se produc¨ªa desde la tristemente c¨¦lebre Masacre del s¨¢bado noche del presidente Richard Nixon hace 51 a?os, cuando destituy¨® fulminantemente al fiscal especial del caso Watergate. Tambi¨¦n plantea la pertinente duda de qu¨¦ opinar¨ªa un Partido Republicano en la oposici¨®n si una Administraci¨®n dem¨®crata pretendiera encauzar la justicia a su antojo. El fiscal general adjunto en funciones, Emil Bove -que fue abogado principal de Trump en el juicio por el caso Stormy Daniels, en el que fue declarado culpable-, ha dicho que la causa deber¨ªa desestimarse sin perjuicio de una hipot¨¦tica reactivaci¨®n posterior, debido a ¡°los riesgos de interferencia con las elecciones [municipales] de 2025 en la ciudad de Nueva York¡±, que se celebrar¨¢n en noviembre, y porque continuar con el caso ¡°interferir¨ªa con la capacidad del acusado para gobernar la ciudad de Nueva York¡±, lo que directa o indirectamente amenazar¨ªa la aplicaci¨®n de las pol¨ªticas migratorias de Trump en la ciudad, meta de m¨¢s de 200.000 migrantes, en su mayor¨ªa indocumentados, desde la primavera de 2022.

Adams niega cualquier quid pro quo con la Administraci¨®n republicana para retirar los cargos a cambio de impulsar la agenda migratoria de Trump. Los antiguos fiscales han instado sin embargo al juez Ho, nombrado por Biden, a no aprobar la petici¨®n de Washington sin profundizar en las circunstancias que rodearon el acuerdo. Si Ho rechazara la moci¨®n, hay pocos precedentes de lo que podr¨ªa ocurrir a continuaci¨®n.

La crisis de reputaci¨®n que el esc¨¢ndalo est¨¢ proyectando sobre la principal ciudad de EE UU va mucho m¨¢s all¨¢ del c¨¢lculo pol¨ªtico del propio Adams, que se ha arrimado a la sombra de Trump con la esperanza de que una colaboraci¨®n con la Casa Blanca le permita seguir empu?ando la vara de mando de la ciudad. Con el ¨²nico apoyo de los fieles de iglesias afroamericanas -el domingo hizo campa?a en dos de ellas- y un pu?ado de cargos electos, tambi¨¦n afroamericanos, de la ciudad, que han advertido a Hochul del alto precio pol¨ªtico que supondr¨ªa su destituci¨®n, Adams ha vuelto a repetir esta semana que no se har¨¢ a un lado y que concurrir¨¢ a las elecciones de noviembre.