El primer ministro israel¨ª mira a la derecha
Tel Aviv
La expulsi¨®n de los 415 palestinos de los territorios ocupados no parece haber aumentado la seguridad del Estado de Israel, sino que, por el momento, ha supuesto un debilitamiento de la mayor¨ªa parlamentaria que apoya al primer ministro, Isaac Rabin, y la apertura de una crisis que puede tener consecuencias imprevisibles. Para empezar, puede suponer un giro a la derecha. El lunes, dos camiones y una decena de veh¨ªculos cargados de alimentos, medicinas y carburante donados por ¨¢rabes israel¨ªes a los expulsados fueron bloqueados por el Ej¨¦rcito de Tel Aviv en la frontera con L¨ªbano. Ese mismo d¨ªa, un grupo de diputados ¨¢rabes se entrevist¨® con el primer ministro israel¨ª para comunicarle que no le pod¨ªan asegurar ya el apoyo autom¨¢tico de los cinco parlamentarios de extrema izquierda.
Cuando Rabin form¨® su Gobierno contaba con el apoyo de 67 diputados. Hoy, esa mayor¨ªa es s¨®lo de 62 sobre el total de 120 diputados de. que consta el Parlamento israel¨ª. En la ¨²ltima reuni¨®n de su Gabinete, Rabin pronunci¨® una frase reveladora: "Es absolutamente necesario ampliar la base del Gobierno". Esa ampliaci¨®n apunta hacia el nombramiento de un ministro laborista m¨¢s, pero sacado de la tendencia dura, y otro suplementario del partido ortodoxo serfad¨ª Shas. Esto reforzar¨ªa el peso de los halcones en el seno de un Gobierno en el que Rabin debe afrontar la influencia creciente del ministro de Exteriores, Sim¨®n Peres, cabeza visible de los palomas que votaron en contra de la prohibici¨®n de que transite por Israel la ayuda humanitaria a los deportados.
Con las citadas ?incorporaciones, Rabin no garantiza la ampliaci¨®n de la base parlamentaria de su Gobierno. Para conseguirlo estudia la apertura de negociaciones para incorporar a la mayor¨ªa al nacionalista Tsometh (ocho diputados) y a los religiosos nacionalistas de Mafdal (seis esca?os). Si Rabin acaba sumi¨¦ndose en esta v¨ªa, la naturaleza de su Gobierno habr¨¢ sufrido una profunda transformaci¨®n. Incluso en el caso de que los ministros de izquierda (del Meretz) no cumplan su amenaza de dimitir, el Gabinete ya no estar¨ªa escorado hacia la izquierda. La nueva coalici¨®n virar¨ªa hacia la derecha con la nueva alianza abierta a nacionalistas y nacionalistas religiosos. En estas circunstancias es dif¨ªcil imaginar c¨®mo puede Rabin llevar adelante su prioridad pol¨ªtica esencial: la continuaci¨®n de las negociaciones de paz.
Rabin es consciente de ello, pero no quiere que le intimiden los palomas de su propio partido. Pero un sondeo acaba de revelar que 33 de los 44 diputados laboristas son partidarios de la apertura inmediata de conversaciones con la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n Palestina, lo que deja a Rabin en una situaci¨®n muy delicada.
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