Cerrar los ojos
Europa, colaboraci¨®n, desarrollo, uni¨®n, Maastricht... Los pol¨ªticos, empe?ados en hacemos creer, repiten una y otra vez estas palabras que en la realidad convierten en palabrer¨ªa, al permitir que en Europa, no la de los elegidos pero Europa, se practiquen estas otras: tortura, violaci¨®n, muerte por inanici¨®n, limpieza ¨¦tnica.
Quiz¨¢ estas. otras palabras constituyan el problema para nuestros pol¨ªticos, incapaces de encontrarles traducci¨®n econ¨®mica de su agrado. Pregunt¨¦mosle a Estados Unidos, experto en estos temas y con quien agarraditos de la mano debemos crear el nuevo orden mundial, el de un mundo mejor. Pues bien, las prisas por la Europa de Maastricht para hacer este mundo mejor no han llegado a la ex Yugoslavia.
Felipe Gonz¨¢lez se?al¨® en el entierro de Willy Brandt la importancia de su sue?o sobre la Europa unida, como soluci¨®n a los enfrentamientos de origen ¨¦tnico. Lo hizo en un momento en que Espa?a contaba tan s¨®lo con
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unos cincuenta refugiados bosnios y en el pa¨ªs, Alemania, en que los problemas causados por la masiva acogida de refugiados, incluidos los bosnios, no han hecho m¨¢s que alimentar el epicentro de nuestra enfermedad social de hoy, el racismo y la intransigencia.
Tambi¨¦n Willy Brandt dijo: "La capacidad del hombre pata cerrar los ojos es ilimitada. S¨®lo as¨ª se pueden explicar los horrores del nazismo".
Hasta ahora, tan s¨®lo el env¨ªo de ayuda humanitaria y el tard¨ªo control del bloqueo econ¨®mico forman el tupido velo, ¨²nicamente a trav¨¦s del cual seremos capaces de mirar a los bosnios a la cara. ?Es ¨¦sta la Europa del futuro? Si yo tuviera el libre y democr¨¢tico derecho de elegir,. dir¨ªa: "No, gracias".-
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