Ciudad Jard¨ªn trata de salir de la crisis a trav¨¦s del eclecticismo musical
El grupo madrile?o publica 'Ojos m¨¢s que ojos', su octavo disco
Ciudad Jard¨ªn es un tr¨ªo de la generaci¨®n intermedia del pop espa?ol. De esa que ya ha cumplido los 30 a?os y que intenta aguantar los tiempos duros sin renunciar a una m¨²sica que ha situado al grupo madrile?o en la torre de cristal de los m¨²sicos de calidad. Es decir, buenos y respetados pero minoritarios. Ciudad Jard¨ªn apuesta por el eclecticismo musical y acaba de publicar su disco Ojos m¨¢s que ojos, el octavo de una carrera que comenz¨® en 1985 y contin¨²a su pugna por la supervivencia.
Para carrera curiosa, la de Ciudad Jard¨ªn. Una historia que se remonta a 1983, cuando Rodrigo de Lorenzo intentaba abrirse camino dentro de una nueva ola madrile?a que viv¨ªa los ¨²ltimos coletazos de la movida. "Todo era como un divertimento. Nunca me hab¨ªa planteado hacer canciones", dice el m¨²sico. Y llegaron grupos como Ella y los Neum¨¢ticos, con una jovenc¨ªsima Cristina Rosenvinge -"No la dejaba grabar su padre, y como era menor de edad.." dice Rodrigo de Lorenzo-, y Glutamato Ye-Ye. Ciudad Jard¨ªn estaba al caer, a punto de convertirse en uno de los grupos m¨¢s respetados y ocultos del pop espa?ol.En 1987, Rodrigo de Lorenzo, de 32 a?os, conoci¨® a dos m¨²sicos de su misma edad, Francisco Musol¨¦n y Luis Efices, -"Tambi¨¦n estaba Eugenio Haro Ibars, "al que hay que recordar", dicen casi al un¨ªsono-, para intentar salir de lo minoritario. Vano esfuerzo. "Nos hemos preocupado por no aparecer demasiado. Hemos querido vender m¨²sica, no imagen", dice Rodrigo de Lorenzo. Esta postura les ha costado verse en el pelot¨®n de los malditos, de los raros. "Durante los primeros discos no se nos tom¨® en serio. Al parecer la buena m¨²sica la hac¨ªan otros". De Lorenzo s¨®lo pudo vivir de sus canciones cuando Musol¨¦n y Elices aportaron a Ciudad Jard¨ªn mayor profesionalismo, consecuencia de sus anteriores trabajos con Objetivo Birmania, Nacha Pop y Cl¨®nicos.
Y el 1989, De Lorenzo, Musol¨¦n y ElIces graban Poo-len, continuando ese ritmo editorial de un disco por a?o que ha caracterizado a Ciudad Jard¨ªn. "Un a?o mas tarde se public¨® Primero as¨ª, y luego m¨¢s, en el que intentamos hacer m¨²sica m¨¢s f¨¢cil de entender, buscando aires m¨¢s funk. A partir de esta idea, continuamos investigando y buscando", dice Francisco Musul¨¦n, que considera este trabajo como la salida del t¨²nel.
Reafirmaci¨®n
Seg¨²n Luis Elices, este trabajo "Fue la reafirmaci¨®n de que no ¨¦ramos un grupo maldito, de que sab¨ªamos hacer algo m¨¢s que rarezas. Con la etiqueta de maldito s¨®lo puedes vivir una temporada. Y mucha gente que no hab¨ªa confiado comenz¨® a valorarnos, aunque no pudimos sacar demasiado provecho, porque en este trabajo hay que arriesgar hacia adelante y eso no se tiene en cuenta".Desde hace a?os, Ciudad Jard¨ªn es un grupo que intenta mezclar estilos sin detenerse en ninguno en concreto. Un eclecticismo que, seg¨²n Musol¨¦n les un problema y una ventaja. Tenemos muy poca competencia y adem¨¢s, dar bandazos es normal en muchos grandes artistas". Pero a pesar de renegar de malditismos, de intentar escapar de rarezas y de sus bandazos musicales, Ciudad Jard¨ªn todav¨ªa est¨¢ en el camino de ser un grupo mayoritario. "No se puede entender porqu¨¦ no se acepta lo que haces", dice de Lorenzo. "Llevamos el riesgo de nuestro propio error, y como nos mantenemos alejados de la vida p¨²blica, estarnos lejos del petardeo nacional. Hay que trabajar para mantener el estatus ".
Su ¨²ltimo disco, Ojos m¨¢s que ojos, mantiene esa filosof¨ªa del grupo, centrada en lo musical y encuadrada en un pop sobre el que el grupo madrile?o se muestra m¨¢s bien cr¨ªtico. "No hay una edad de oro del pop espa?ol, porque no ha madurado. Lo que m¨¢s ha mejorado es la calidad de los m¨²sicos. La verdad es que estamos preocupados porque el profesional lo tiene crudo. Los ayuntamientos han hecho mucho da?o, ser¨¢ muy dif¨ªcil recuperar el boom que hemos vivido y la situaci¨®n econ¨®mica ya est¨¢ afectando a la m¨²sica, que tiene sus marrones propios: pocos locales, desinter¨¦s del p¨²blico... Algo nuevo tiene que salir".
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