Paolo Gibertini,
obispo de Reggio y Guastalla, en Reggio Emilla, regi¨®n rica del norte de Italia, ha firmado un documento en el que taxativamente desaconseja el Ave Mar¨ªa -sea de Schubert o de Gounod- y la marcha nupcial en sus versiones de Mendelssohn y Wagner, ya que considera que se trata de m¨²sicas profanas y nada dignas de acompa?ar el s¨ª sacramental de los contrayentes.Desde ahora las bodas, al menos en dicha di¨®cesis, ya no ser¨¢n lo que eran, pues la comisi¨®n lit¨²rgica diocesana ha publicado unas notas sobre la celebraci¨®n del matrimonio para eliminar parte del boato mundano que lo acompa?a -aconseja, por ejemplo, que cuando se case en un mismo d¨ªa m¨¢s de una pareja, compartan flores y repartan los gastos y se?ala que los contrayentes no deben estar de espaldas a los invitados, sino de perfil-. Las recomendaciones se basan en un documento de la. conferencia episcopal italiana disuadiendo ardientemente del empleo de m¨²sicas profanas. No se refieren, no, al Blanca y radiante va la novia, que populariz¨® Antonio Prieto, que podr¨ªa inducir a confusi¨®n a los fieles, dudosos quiz¨¢ de que, cuando dice "ante el altar est¨¢ llorando", fuera verdaderamente de alegr¨ªa, sino la mism¨ªsima Ave Mar¨ªa de Schubert, que, doctores tiene la santa madre iglesia, no es muy f¨¢cil asociar a lo profano.
Sensible a c¨®mo est¨¢ el pat¨ªo, el p¨¢rroco de la iglesia de la Precios¨ªsima Sangre, Luigi Gianferri, ha dicho textualmente: "Ante la crisis de matrimonios, tanto religiosos como civiles, estas disposiciones son risibles". Y es que bien est¨¢ prohibir, por ejemplo, el "somos novios, nos queremos", aunque s¨®lo sea para no o¨ªr a Eduardo Manzanero. Pero casarse sin la marcha nupcial de Mendelssohn... es que, casi, ni compensa.-
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