Boda imperial para reactivar la econom¨ªa
Los japoneses se disponen a tirar la casa por la ventana para celebrar los esponsales del heredero
La patronal japonesa atribuy¨® a las rogativas del pueblo el feliz emparejamiento del pr¨ªncipe heredero con una joven diplom¨¢tica de 29 a?os, cosmopolita y despierta, y el presidente de una poderosa cadena de supermercados asegur¨® que la boda de Naruhito y Masako Owada estimular¨¢ el consumo nacional m¨¢s que el paquete de 85.000 millones de d¨®lares aprobado recientemente por el Gobierno. Cinco d¨ªas despu¨¦s de anunciarse el compromiso imperial, la aseguradora Nippon Life, la m¨¢s importante del pa¨ªs, publicaba una previsi¨®n que hizo babear a un empresariado vapuleado por la recesi¨®n: la econom¨ªa nipona crecer¨¢ un 0,8% a rebufo del casorio y la nueva demanda interna superar¨¢ este a?o los 26.000 millones de d¨®lares."El pueblo japon¨¦s hab¨ªa rezado mucho por el matrimonio del pr¨ªncipe", revel¨® Taheshi Nagano, presidente de la Federaci¨®n de Asociaciones Empresariales, visiblemente agradecido a la divina providencia. "Ninguna otra noticia pod¨ªa hacerme tan dichoso". No es gratuito el misticismo empresarial ni infundada son sus preces porque en el a?o 1959 el anuncio del compromiso entre los actuales emperadore provoc¨® una r¨¢pida reacci¨®n consumista y un crecimiento de casi un punto y medio en el producto interior bruto. "En Jap¨®n el emperador era hasta pocos a?os divino y el respeto hacia la instituci¨®n es todav¨ªa grande", coment¨® un veterano residente extranjero.
Todos esperan beneficiarse de la pr¨®xima catarsis nacional de incluso se anticipa una reducci¨®n del abultado super¨¢vit comercial japon¨¦s al preverse la importaci¨®n de oro para el acu?amiento de monedas conmemorativas. La industria papelera conf¨ªa en un surgimiento de la demanda al necesitar doble espacio los diarios y revistas m¨¢s casamenteros. Miles de parejas har¨¢n coincidir sus nupcias con la ceremonia imperial y los contrayentes, perdido el miedo al paro, ser¨¢n rumbosos en los esponsales. Los nuevos matrimonios comprar¨¢n sof¨¢s, mesas, armarios, cunas, biberones, lavaplatos, y la ap¨¢tica de manda de televisores volver¨¢ a dispararse. Los costosos apara tos de alta definici¨®n, todav¨ªa un lujo, posiblemente sean tomados al asalto por quienes de sean cotillear desde platea el romance palaciego y escudri?ar el nudo de la corbata del heredero y el r¨ªmel de la aspirante al trono como emperatriz.
Los operadores esperan que el revolc¨®n llegu¨¦ tambi¨¦n a la Bolsa de Tokio, que salud¨® con media sonrisa los amores del pr¨ªncipe y la plebeya pol¨ªglota para regresar al abatimiento de los ¨²ltimos meses. El Insbtuto de Investigaci¨®n Fuji coincide con las optimistas apreciaciones. "Hace tiempo que no escuch¨¢bamos una noticia tan positiva", manifest¨® un portavoz. Pero no s¨®lo la ,comunidad empresarial rezaba rosarios en demanda de una novia adecuada para el pr¨ªncipe Naruhito. En las c¨¢rceles, o fuera de ellas, cacos de diferente cualificaci¨®n y m¨¦ritos se hincaron de rodillas para bendecir su advenimiento porque, siguiendo una tradici¨®n antigua, el Gobierno conceder¨¢ una amnist¨ªa para festejar la boda. En esta ocasi¨®n, los principales beneficiarios ser¨¢n miles de infractores de las leyes electorales, y el influyente padrino liberal Shin Kanemaru, que admiti¨® haber recibido ilegalmente 500 millones de yenes, puede ser uno de ellos.
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