Las Fuerzas Armadas y la paz

En Espa?a, el concepto de defensa nacional ha venido estando vinculado al espacio territorial de soberan¨ªa y a la protecci¨®n de la vida de la poblaci¨®n y de los intereses vitales de la naci¨®n, dentro del espacio propio o pr¨®ximo y de las zonas adyacentes. Sin embargo, desde comienzos de la d¨¦cada de los ochenta, se .han producido una serie de acontecimientos que han venido a modificar sustancialmente los nuevos escenarios de las relaciones internacionales y que han puesto de relieve que, m¨¢s all¨¢ del espacio territorial pr¨®ximo, existen otros factores de inestabilidad que pueden poner en peligro el modelo de sociedad democr¨¢tico, el orden econ¨®mico, la paz social y la convivencia pac¨ªfica de los pueblos, por lo que los intereses, tanto nacionales como compartidos, han de ser protegidos fuera del espacio territorial inmediato. Igualmente, Espa?a ha demostrado su decidida voluntad de incorporarse a las instituciones del continente europeo, superando as¨ª nuestra postura aislacionista que en el pasado nos hab¨ªa mantenido alejados de los foros internacionales de decisi¨®n. A su vez, loscompromisos pol¨ªticos que se derivan de la pertenencia a la comunidad internacional exigen que se deban asumir los costes correspondientes, con el fin de garantizar la seguridad colectiva que se pretende compartir. Es por ello que la directiva de Defbnsa Nacional 1 / 92 ha definido tres escenarios o ¨¢mbitos de actuaci¨®n de nuestra pol¨ªtica de defensa: el derivado del ejercicio de la propia soberan¨ªa; el que nace de nuestra situaci¨®n geoestrat¨¦gica y definido por nuestros compromisos internacionales, teniendo en cuenta principalmente la dimensi¨®n europea de la seguridad y la Alianza Atl¨¢ntica y por ¨²ltimo el que surge de la actuaci¨®n de las Naciones Unidas, de las que Espa?a esmiembro solidario. Para su desarrollo en su proyecci¨®n intemacional, la directiva recoge cinco directrices que vienen a definir tres campos de actuaci¨®n de nuestras Fuerzas Armadas en el exterior: el bilateral, el regional y el mundial.Para la ejecuci¨®n de sus pol¨ªticas de defensa y seguridad, las naciones establecen acuerdos bilaterales de cooperaci¨®n que pretenden crear v¨ªnculos de entendimiento, de manera que se incremente la confianza mutua y se fomente la estabilidad internacional. Espa?a, dentro de los ¨¢mbitos de su competencia y soberan¨ªa, ha venido suscribiendo una serie de tratados, acuerdos y protocolos en materias de seguridad y defensa, no s¨®lo con las naciones m¨¢s pr¨®ximas a nuestro entorno geoestrat¨¦gico, sino tambi¨¦n con otros pa¨ªses, de manera que permitan defender mejor nuestros intereses nacionales, incluso en ¨¢reas alejadas de nuestra geograf¨ªa. En la mayor parte de estos instrumentos bilaterales se definen una serie de cometidos para nuestras Fuerzas Armadas, que sirven para reforzar, nuestras relaciones intemacionales, mejorar nuestra seguridad y proyectar en el exterior una ?rn¨¢gen de confianza, amistad y respeto de nuestra patria.

Por otro lado, las Fuerzas Ar madas, y en concreto el Ej¨¦rcito del Aire por la pronta dispo?ibilidad, velocidad y alcance de sus medios a¨¦reos, constituyen el instrumento m¨¢s adecuado de Espa?a para realizar en este ¨¢mbito bilateral una serie de misiones que van desde el apoyo a nuestros. ciudadanos en caso de que sea necesaria su evacuaci¨®n de zonas en conflicto, a facilitar ayuda humanitaria a otras naciones, como es el traslado de refugiados o proporcionando auxilio ante cat¨¢strofes tales como terremotos, sequ¨ªa o el hambre..Presencia activaLa nueva situaci¨®n en Europa obliga a definir un sistema regional de seguridad que nos permita afrontar una amplia gama de riesgos polifac¨¦ticos y multidireccionales, dif¨ªciles de predecir y valorar ante un futuro marcado por la incertidumbre y la inestabilidad, por lo que adquiere en este momento un gran relieve la dimensi¨®n cooperativa de la seguridad. Estas consideraciones nos llevan a identificar las posibles ¨¢reas en las que nuestras Fuerzas Armadas deben actuar -de hecho lo est¨¢n haciendo ya- en beneficio de la seguridad europea: la Conferencia de Seguridad y Cooperaci¨®n en Europa (CSCE , la Alianza Atl¨¢ntica y la CE Uni¨®n Europea Occidental. En dichas instituciones, Espa?a est¨¢ presente de una manera activa, habiendo logrado un protagonismo acorde con su importancia y donde ha sabido encontrar un papel aut¨®nomo.

La CSCE constituye el escenano id¨®neo para alcanzar la estabilidad y seguridad en Europa y debe servir como foro para- prevenci¨®n de las crisis y para resolver las disputas y conflictos, as¨ª como para organizar aquellas misiones de paz que fuesen necesarias. Sus dos logros m¨¢s important¨¦s han sido hasta la fecha el Tratado de Fuerzas Convencionales en Europa (FACE) y el Acuerdo de Medidas para Fomentar la Confianza y la Seguridad (MFCS) y en la aplicaci¨®n de ambos nuestras. Fuerzas Armadas desempenan una importante labor, a trav¨¦s de la Unidad de Verificaci¨®n Espa?ola (UVE), creada en 1991 para el cumplimiento de los cometidos que se derivasen de dichos compromisos internacionales o de otros que en un futuro se pudieran contraer.

Desde la entrada en vigor del Tratado FACE, el 17 de julio, se han efectuado inspecciones a Bielorrusia, Bulgaria, Checoslovaquia, Hungr¨ªa, Polonia, Rumania y Ucrania y comprobaciones de destrucci¨®n de armamento y equipo convencional en Bulgaria, Checoslovaquia, Rusia y Ucrania. A su vez, se recibieron visitas de inspecci¨®n de la Federaci¨®n Rusa en la Regi¨®n Militar de Levante y de Checoslovaquia en Zaragoza y en la base a¨¦rea de Gando. Asimismo, se vienen manteniendo diversas colaboraciones en este campo

1 es de la UEO y dentro de la OTAN se coordinan las actividades a nivel aliado, en el Coniit¨¦ de Coordinaci¨®n de la Verificaci¨®n. Por otro lado, y en virtud del Acuerdo MFCS, miembros de las Fuerzas Armadas han visitado diversas bases a¨¦reas europeas y asistido como observadores a varios ejercicios militares, Igualmente, han tomado parte en otros ejercicios de car¨¢cter experimental en Hungr¨ªa y Rusia, a fin de ir adquiriendo el rodaje suficiente para cuando se haga efectivo el Tratado de Cielos Abiertos, firmado en marzo de 1992.

En lo que a la Alianza Atl¨¢ntica se refiere, las Fuerzas Armadas vienen desarrollando una creciente actividad desde el ingreso de Espa?a en la organizaci¨®n, participando en la mayor¨ªa de sus comit¨¦s y agencias civiles y militares, ejercicios y maniobras, habi¨¦ndose finalmente definido nuestra contribuci¨®n a la defensa com¨²n, mediante la firma de los seis Acuerdos de Coordinaci¨®n establecidos entre el jefe del Estado Mayor de la Defensa y los mandos principales aliados. Recientemente, y con motivo del conflicto en BosniaHerzegovina, unidades de la Armada han colaborado, junto con otros barcos de la Alianza, ?in la vigilancia del embargo impuesto por las Naciones Unidas.

Por su parte, la Uni¨®n Europea Occidental (UEO) representa la voluntad de los pa¨ªses de la Comunidad Europea para alcanzar su uni¨®n pol¨ªtica, y en este sentido los acuerdos de Maastricht son el fruto de un consenso razonable en la b¨²squeda de competencias para que la Comunidad Europea pueda establecer una pol¨ªtica de seguridad y defensa comunes. Entre los esfuerzos realizados por la CE para mantener la paz en Europadestacan los acuerdos de Brioni de 1991 sobre Eslovenia y Croacia y para la vigilancia del n-¨²smo; en la actualidad, dos oficiales y un destacamento de ocho conductores espa?oles con sus veh¨ªculos participan en la misi¨®n de verificaci¨®n constituida al efecto. A su vez, la UEO estudia una serie de posibles misiones para las Fuerzas Annadas de los Estados miembros, que en principio podr¨ªan ser de car¨¢cter humanitario, de mantenimiento de la paz y de combate. Hasta la fecha, la participaci¨®n de nuestros ej¨¦rcitos en misiones de la UEO se realiz¨® con ocasi¨®n de la guerra del Golfo, donde varias fragatas y corbetas de la Armada, constitu yendo la llamada Agrupaci¨®n Bravo, participaron con otros barcos de pa¨ªses de la Uni¨®n en el embargo impuesto a Irak por las Naciones Unidas. Asimismo, aviones de transporte del Ej¨¦rcito del Aire prestaron su apoyo log¨ªstico tanto a la agrupaci¨®n naval espa?ola como a las fuerzas aliadas, particularmente a las brit¨¢nicas y norteamericanas. En el momento presente, una fragata espa?ola viene actuando ininterrumpid amen te, con relevos peri¨®dicos, junto con buques de otros pa¨ªses de la UEO, en la vigilancia del embargo decretado contra la ex Yugoslavia.Garante de la paz

En el ¨¢mbito mundial, Espa?a considera que se debe potenciar el papel de las Naciones Unidas como garante de la paz y del orden jur¨ªdico internacionales, por lo que desde 1988 nuestras Fuerzas Armadas est¨¢n presentes tanto en las misiones de mantenimiento de la paz (OMP's) como en otras de ayuda humanitaria. De esta fonna contribuyen al esfuerzo que realiza la pol¨ªtica de defensa espa?ola para definir y poner en pr¨¢ctica una pol¨ªtica internacional de seguridad y desarme. La ausencia espa?ola de esta cooperaci¨®n hab¨ªa sido, durante muchos a?os, una anomal¨ªa de nuestra pol¨ªtica de defensa y seguridad, ya que Espa?a siempre ha respaldado el sistema de las Naciones Unidas en todas las cuestiones referentes a la estabilidad y a la paz intemacionales. Nuestra participaci¨®n en las misiones de mantenimiento de la paz en Angola, Namibia, Hait¨ª, Nicaragua, El Salvador y ahora en Bosnia-Herzegovina, en la ayuda humanitaria al pueblo kurdo y en todas aquellas otras realizadas por nuestras Fuerzas Armadas, en particular por el Ej¨¦rcito del Aire, para aliviar el sufrimiento de millones de seres humanos, se enmarcan en esta activa colaboraci¨®n con la ONU.

Son innumerables los agradecimientos y felicitaciones recibidos, tanto de la Secretar¨ªa General de Naciones Unidas y jefes de Estado y de Gobierno de muchas naciones, como de instituciones p¨²blicas y privadas, y de ciudadanos de decenas de pa¨ªses sobre la eficacia, profesionalidad y bien hacer de nuestros ej¨¦rcitos en el exterior. Es de desear que esta actuaci¨®n de las Fuerzas Armadas sirva para que los espa?oles las conozcan mejor y aprecien su esfuerzo y sacrificio en favor de la paz y que nuestra sociedad, igualmente, las respalde y apoye en el cumplimiento de su misi¨®n, tanto en la defensa de la patria como de la estabilidad intemacional.