Detenido en Palermo el jefe supremo de la Mafia
Salvatore Tot¨® Riina, nacido hace 62 a?os en Corleone (Sicilia), fugitivo de la justicia desde 1969, miembro de la c¨²pula de la Mar¨ªa desde 1975 y jefe indiscutible desde comienzos de los a?os ochenta de la organizaci¨®n criminal siciliana tambi¨¦n conocida como Cosa Nostra, fue detenido a las 8.30 de ayer en el centro de Palermo, cuando se desplazaba en un coche, desarmado, con documentos de identidad falsos y acompa?ado ¨²nicamente por otra persona. "Se equivocan de hombre" dijo Tot¨® Riina a los carabineros que le segu¨ªan desde hace semanas. Pero el jefe mafioso no opuso resistencia.
El ministro italiano de Interior, Nicola Mancino, considera a Riina responsable de dos de los m¨¢s sonados atentados de la Mafia: los asesinatos, el a?o pasado en Palermo, de los jueces Giovanni Falcone y Paolo Borsellino. La detenci¨®n de Riina, que sigue a otros arrestos esenciales realizados sobre todo en los ¨²ltimos tres meses, como los de Giuseppe Madonia y los hermanos Paolo y Gaspare Cuntrera, no implica, sin embargo, el fin de Cosa Nostra, seg¨²n reconoci¨® Mancino.
S¨ª representa, en cambio, el ocaso de la dictadura de los corleoneses y de su estrategia de enfrentamiento abierto con el Estado, de grandes atentados -como los de Falcone y Borsellino- y de violent¨ªsimos arreglos internos de cuentas, seg¨²n estim¨® el experto del mismo ministerio Pino Arlachi, que goza de una autoridad reconocida en estos temas:
"Lo l¨®gico es que la Mafia trate ahora de volver a convivir dentro del Estado sin desafiarle, como ha hecho tradicionalmente, busc¨¢ndose las complicidades y apoyos precisos para desarrollar con impunidad sus actividades delictivas. Pero ah¨ª tambi¨¦n se va a encontrar con el problema de que Riina no ha dejado t¨ªtere con cabeza ni posibilidad de una direcci¨®n alternativa. Requerir¨¢ tiempo la consolidaci¨®n de una nueva ¨¦lite mafiosa", a?adi¨® Arlachi, en una primera valoraci¨®n razonablemente optimista de la noticia que hizo para una cadena televisiva italiana.
Los ¨²ltimos en libertad
S¨®lo dos presuntos miembros de la actual c¨²pula mafiosa siguen en libertad, tras las detenciones ya mencionadas. Se trata de Bendetto Nitto Santapaola, de 54 a?os, jefe de lasfamilias de Catania, y del corleon¨¦s Bernardo Provenzano, de 56 a?os, lugarteniente de Riina. A Santapaola la polic¨ªa le ha andado ¨²ltimamente tan cerca como para detenerle a algunos familiares, pr¨®ximos, y de Provenzano se duda incluso de que contin¨²e con vida.
Adem¨¢s, otros tres corleoneses ilustres han logrado escapar a las ¨²ltimas redadas impulsadas por el Gobierno de Giuliano Amato, que han concluido con el ¨¦xito sin precedente de borrar 70 nombres punteros de la lista de los delincuentes m¨¢s buscados de Italia. Uno de los todav¨ªa fugitivos es Leoluca Bagarella, de 49 a?os, cu?ado de Tot¨® Riina, y se podr¨ªa prever que ¨¦ste implante un nuevo liderazgo, del mismo modo que Riina se hizo capo indiscutible en cuanto vio entre rejas a Luciano Liggio, el jefe hist¨®rico del clan del Corleone, quien entr¨® por ¨²ltima vez en la c¨¢rcel en 1975 y all¨ª sigue todav¨ªa.
La subsistencia de importantes segmentos de una organizaci¨®n criminal que ha llegado a desarrollar la eficacia paramilitar demostrada en sus ¨²ltimas acciones hace temer nuevos atentados, quiz¨¢s a¨²n m¨¢s indiscriminados ahora que falta la cabeza. Pero los observadores coinciden en que la detenci¨®n de Rfina marca el fin de una era.
Fin de la dictadura
Los m¨¢s esc¨¦pticos se limitan a constatar que el Gobierno se hit decidido a actuar como hasta ahora no hab¨ªa hecho por razones tan complejas como es el fen¨®meno mismo de la Mafia. As¨ª, el ex juez palermitano y actual diputado republicano Giuseppe Ayala comenta, "Ha sido un. gran golpe, que demuestra que se hubiera podido detenerlo antes si se hubiese querido hacerlo".
Otros, como el ya citado Arlachi, ponen el acento en la din¨¢mica disgregadora del proyectoimplacable y centralizado en su autoritarismo introducido desde Corleone por Tot¨® Riina, un personaje que en los ¨²ltimos 20 a?os no ha tenido rostro conocido y que a¨²n hoy sigue siendo un enigma. Lo cierto es que los primeros corleoneses arrepentidos fueron a la polic¨ªa diciendo que no pod¨ªan soportar m¨¢s la dictadura de Riina.
El juez Giovanni Falcone, asesinado el pasado mes de mayo por la Mafia, dijo que la violencia del clan de Corleone -un pueblo del interior pr¨®ximo a Palermo- era, sobre todo, consecuencia de su cultura campes?-* na y de su revanchismo frente a la urbana Palermo, que hab¨ªa dominado tradicionalmente la Mafia.
El dominio de Corleone sobre Cosa Nostra ha coincidido, adem¨¢s, con los a?os de mayor auge del negocio de la droga y de los contactos derivados de ese tr¨¢fico entre la Mafia y las bandas colombianas, que han exacerbado el rechazo de la negociaci¨®n y el culto a la violencia.
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