El ni?o gitano excluido de la lista de trasplantes recibira un h¨ªgado sano antes de tres meses
Aquilino Jim¨¦nez, el ni?o madrile?o de dos a?os que hab¨ªa, sido excluido de la lista de trasplantes de h¨ªgado porque su entorno social -un poblado gitano de chabolas- no aseguraba un posoperatorio con ¨¦xito, ingresar¨¢ el lunes en el hospital La Paz. Si no hay ninguna contraindicaci¨®n cl¨ªnica, pasar¨¢ a formar parte de la lista de ni?os -14 ahora mismo que esperan un h¨ªgado. Aquilino recibir¨¢ el nuevo ¨®rgano en un m¨¢ximo de tres meses y la Comunidad de Madrid se ha comprometido a garantizar el posoperatorio. As¨ª lo asegur¨® ayer Rafael Matesanz, coordinador nacional de Trasplantes, que calific¨® la historia de "muy triste".
"Si algo diferencia a los trasplantes de otras terapias es que requieren tener las cuestiones ¨¦ticas muy claras", dijo Matesanz para aclarar por qu¨¦ le parece muy triste la historia. Un documento interno del Gregorio Mara?¨®n, donde ha estado hospitalizado el ni?o, de raza gitana, pr¨¢cticamente durante sus dos a?os de vida, se?alaba que por "su problema social, no se adapta a las normas obligadas por la unidad de trasplante hep¨¢tico". -"Es completamente inaceptable que haya una selecci¨®n de los pacientes por motivos que no sean cl¨ªnicos", critica Matesanz. "Debernos garantizar absolutamente el derecho de cualquier espa?ol a tener acceso a un ¨®rgano en las mismas condiciones que cualquier otro". A la pregunta concreta: ?cree que alguien ha actuado de forma err¨®nea en el caso de Aquilino?, dijo: "Creo que el ni?o debiera haber sido remitido a La Paz. No se debiera haber hecho ning¨²n juicio de valor sobre lo apropiado o no del trasplante por condicionantes sociales, y menos si como resultado del informe se descarta as¨ª a una persona. Le debieran haber trasladado inmediatamente a la unidad de trasplantes de La Paz".
Todos los trasplantes est¨¢n sometidos a la Ley Espa?ola de Trasplantes de 1979 y a la Constituci¨®n: cualquier espa?ol tiene derecho a recibir un trasplante con independencia de su posici¨®n econ¨®mica y social. De los 468 trasplantes de h¨ªgado que se realizaron el a?o pasado en Espa?a, 47 correspondieron a ni?os.
Eduardo Clavijo, jefe del Gabinete del ministro de Sanidad, se?al¨®., sin embargo, que la exclusi¨®n de Aquilino no se hab¨ªa llegado a producir: "No hab¨ªa un informe definitivo ni oficial del caso; y los equipos del Gregorio Mara?¨®n y de La Paz ya hab¨ªan estado hablando del tema, aunque no de forma oficial".
La pr¨®xima semana, Aquilino Jim¨¦nez, cuyos padres son primos y tienen 19 a?os, pasar¨¢, si no hay contraindicaciones m¨¦dicas, a la lista de los 14 ni?os que ahora esperan un trasplante hep¨¢tico infantil. Matesanz opina que, vistos los informes de hasta ahora, es muy poco probable que se encuentren contratiempos que.desaconsejen la operaci¨®n. Aquilino sufre una fuerte afecci¨®n hep¨¢tica por una obstrucci¨®n cong¨¦nita en las v¨ªas biliares; la ¨²nica salida para este problema es un h¨ªgado nuevo.
La situaci¨®n cl¨ªnica del ni?o es "bastante delicada, ya que pesa poco m¨¢s de seis kilos ypara poder ser intervenido quir¨²rgicamente deber¨ªa llegar, como m¨ªnimo, a diez", seg¨²n se?alan fuentes sanitarias de la comunidad aut¨®noma, informa Servimedia.En la lista de trasplantes, Aquilino no ocupar¨¢ ni el pues-Lo 1, ni el 2, ni el 15, sino que se integra en igualdad de condiciones en ese grupo cuyas prioridades van determinadas en funci¨®n de la urgencia de cada caso -la enfermedad de Aquilino no es cuesti¨®n de vida o muerte en d¨ªas ni en semanas, puede esperar seis meses o incluso un a?o, seg¨²n sus m¨¦dicos- y las caracter¨ªsticas de cada ¨®rgano que llegue."En toda mi trayectoria profesional", cuenta Matesanz, "sinceramente he de decir que no he visto ning¨²n caso de nadie al que se le haya dejado de hacer un trasplante por condicionantes sociales. Si su entorno habitual no permite un buen posoperatorio, se le remite al centro adecuado".
Llamadas de solidaridad
Aquilino ha levantado un fuerte sentimiento de solidaridad.Ayer. se recibieron numerosas llamadas, tanto en los medios de comunicaci¨®n como en los hospitales implicados -La Paz y el Gregorio Marafi¨®n- y en el Ministerio de Sanidad, para ofrecer ayuda a Aquilino; llamadas que proced¨ªan de organismos p¨²blicos -el Ministerio de Asuntos Sociales, entre ellos- y privados, y de personas particulares que ofrec¨ªan su casa y su familia para ayudar al nino.Los padres de Aquilino, que viven en un m¨ªsero poblado de 30 chabolas en el barrio de Carabanchel (Madrid), estuvieron ayer por la tarde en el hospital. Gregorio Mara?¨®n, pero no quisieron hacer declaraciones, informa Rosa Rivas. Es m¨¢s, estuvieron escoltados por los servicios de seguridad del hospital por petici¨®n propia, al confesar que se sent¨ªan abrumados por la repercusi¨®n del caso entre los periodistas.
Ya hay contactos entre el Centro Nacional de Trasplantes y la Comunidad de Madrid para asegurar el postoperatorio del ni?o. La consejera de Integraci¨®n de Madrid, Elena V¨¢zquez, explic¨® ayer: "Vamos a garantizar su derecho a la salud. Si la familia responde y se compromete a cambiar sus h¨¢bitos de vida, se podr¨ªa buscar un piso que reuniera las condiciones que necesita el ni?o, y, si no, se asumir¨ªa la tutela del peque?o".
Sobre este ¨²ltimo extremo,, la tutela, los padres del ni?ohan sido claros desde el primer momento que salt¨® el caso al conocimiento p¨²blico: "Prefiero que mi hijo muera en casa, antes que entreg¨¢rselo a otro", dijo el padre.
Tras una operaci¨®n de este tipo, los ni?os suelen estar un mes recuper¨¢ndose en el hospital y otros dos o tres meses sometidos a unos cuidados especiales en su residencia habitual. En ese tiempo, al administr¨¢rsele al paciente unas dosis muy altas de medicamentos, los riesgos de infecci¨®n son elevados.
El Defensor del Pueblo, ?lvaro Gil Robles, ha abierto una queja de oficio por el caso y est¨¢ investigando el asunto.
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