Acerca de Churchill
Que John Charmley, historiador revisionista, cuestione en 1992 a Churchill no sorprende tras la publicaci¨®n de su excelente pero dif¨ªcilmente defendible Chamberlain and the lost peace (1989), cuya mayor virtud es resaltar a¨²n m¨¢s lo pat¨¦tico de Neville Chamberlain y, por extensi¨®n, de lord Halifax en su pol¨ªtica de apaciguamiento. Es cierto, como afirma Bullock, y (me permito suponer) tambi¨¦n Martin Gilbert y el autorizad¨ªsimo William Manchester, que la tesis de Charmley niega la evidencia de los hechos, pero, aun as¨ª, todo nuevo libro sobre Winston Churchill es un acontecimiento esperado y un homenaje a su memoria. Lo verdaderamente sorprendente es que un diario que con frecuencia nos recuerda su posicionamiento entre los 10 de mayor prestigio del mundo se atreva a resumir la pol¨¦mica originada por el libro de Charmley con un encabezamiento del calibre de Churchill, el gran fiasco, (domingo 10 de enero). El titular, en su rotundidad, ni siquiera admite un interrogante que abra una puerta a la duda. Si entre 1933 y 1945 Churchill fue, seg¨²n su peri¨®dico, un fiasco, ?qu¨¦ calificativo cabr¨ªa asignamos a los europeos de hoy?-
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