Los ecologistas condenan 80 embalses previstos en el Plan Hidrol¨®gico por su impacto ambiental
"La sequ¨ªa est¨¢ siendo usada como arma pol¨ªtica, y cada cual manej¨¢los datos para no decir toda la verdad" advierte Francisco D¨ªaz Pineda, catedr¨¢tico de Ecolog¨ªa de la Complutense de Madrid. "Nos parece muy peligroso que se pueda aprovechar la sequ¨ªa para justificar todo el Plan Hidrol¨®gico Nacional, que contiene graves atentados medioambientales", dice Carlos Vallecillo, de Adena. Ochenta de los 200 embalses barajados en dicho plan son descalificados.
"Encima, ahora, si nos oponemos a los embalses nos llamaran reaccionarios", comenta Carlos Vallecillo, portavoz de Adena (rama espa?ola de la principal organizaci¨®n conservacionista mundial, el WWF). "El continuo incremento del consumo de agua en Espa?a, hasta ser el tercer pa¨ªs que m¨¢s consume por habitante en el mundo, tras Canad¨¢ y EE UU, unido a los periodos de sequ¨ªa, son aprovechados por los defensores de las grandes infraestructuras hidr¨¢ulicas para conseguir que se apruebe su construcci¨®n", dice Santiago Mart¨ªn Barajas, de la Coordinadora de Organizaciones de Defensa Ambiental (CODA), formada por 160 grupos.D¨ªaz Pineda se ha dirigido en diversas ocasiones a Jos¨¦ Borrell, ministro de Obras P¨²blicas y Transporte, para pedirle que cada nuevo embalse "se haga con la mayor sensatez posible", calibrando su enorme impacto: "Un embalse es, ante todo la inundaci¨®n de un valle; la zona m¨¢s valiosa desde el punto de vista productivo, cultural, paisaj¨ªstico y naturalista. Adem¨¢s, no hay que considerar s¨®lo la zona que queda anegada, sino las adyacentes, porque el embalse supone desconectar dos ¨¢reas y deshacer todas las complejas relaciones que se establecen en los ecosistemas".
Adem¨¢s, el catedr¨¢tico de la Complutense quiere hacer una cr¨ªtica general al Plan Hidrol¨®gico: "La sequ¨ªa que atravesamos est¨¢ dentro de los m¨¢rgenes normales de fluctuaci¨®n de nuestro clima mediterr¨¢neo. Creo tambi¨¦n que se est¨¢ manejando un contexto poco adaptado a la realidad de 1993. Se hacen los mismos planteamientos que a principios de siglo, y eso es equivocado. Lo que dec¨ªa Indalecio Prieto pod¨ªa ser muy acertado en su tiempo, pero puede que ya no lo sea".
Esconder datos
D¨ªaz Pineda critica que se escondan datos. "Por ejemplo", dice, "pr¨¢cticamente nadie habla del enorme caudal de las aguas subterr¨¢neas. El ciclo hidrol¨®gico es mucho m¨¢s complicado de lo que muchos quieren hacer ver. La zona central tiene reservorios de este tipo enormes. Otro ejemplo: ?por qu¨¦ se toma como primera medida la prohibici¨®n de regar parques y jardines y no se proh¨ªbe lavar los coches?".Ram¨®n Llamas, catedr¨¢tico de hidrogeolog¨ªa de la Aut¨®noma de Madrid, tambi¨¦n ha hecho unas cr¨ªticas similares, destacando la obsolescencia de algunos planteamientos cuando las circunstancias tecnol¨®gicas y socioecon¨®micas han experimentado un notable cambio.
El propio Jos¨¦ Borrell ha rebajado ¨²ltimamente la cifra de presas barajado al principio -270- a 150.
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