La mat¨® porque era bruja
El Supremo rebaja de 20 a 15 a?os la pena a un aldeano gallego que asesin¨® a una anciana por creer que le hechizaba
Jos¨¦ M. B., de 22 a?os, conviv¨ªa con su madre en la peque?a aldea de Valladares-Outo (La Coru?a), en una casa pr¨®xima a Carmen B. L. de 67 a?os, con la que ambos estaban enemistados. Jos¨¦ le atribu¨ªa "pr¨¢cticas de hechicer¨ªa en su perjuicio", por lo que decid?¨® "matarla", seg¨²n la sentencia de la Audiencia de La Coru?a que en 1990 le conden¨® por asesinato a 20 a?os de c¨¢rcel. Ahora el Supremo le ha rebajado la pena a 15 a?os, al aplicarle la eximente de enajenaci¨®n mental, dado el "delirio persecutorio" que le impuls¨® a "liberarse" de sus males matando al "origen" de ellos.
El crimen rural se consum¨® con truculencia y sordidez. En 1989, Jos¨¦ se enter¨® de que Carmen se hab¨ªa ausentado de su casa, a la que supuso que regresar¨ªa un d¨ªa despu¨¦s del 25 de julio, festividad de Santiago Ap¨®stol. Ese mismo d¨ªa, gran fiesta en Galicia, Jos¨¦ escap¨® a la vigilancia de su madre y, iras esconderse en un monte, regres¨® ya de noche a la aldea. Procurando no ser visto por nadie, se subi¨® a un muro y desde all¨ª al tejado de una casa contigua a la de su anciana enemiga. Ya sobre la casa de Carmen, separ¨® algunas tejas y se abri¨® un hueco, a trav¨¦s del cual accedi¨® al interior de la casa.Jos¨¦ no llevaba armas. Pero hab¨ªa tiempo. Recorri¨® la casa, cogi¨® un hacha, una caja de galletas y una botella de co?¨¢, "y as¨ª provisto", relata la sentencia inicial, "subi¨® al dormitorio sito en la planta alta de la casa, donde esper¨® toda la noche y parte del siguiente " d¨ªa, en concreto hasta las 12,45 horas del 26, en que vi¨® desde la ventana c¨®mo llegaba al lugar Carmen, que viajaba en el veh¨ªculo de un familiar". Jos¨¦ permanec¨ªa "oculto y en silencio en el dormitorio, esperando a que Carmen ( ... ) subiese al dormitorio y, cuando as¨ª lo hizo, esper¨® a que llegase cerca de donde se hallaba".
Y lleg¨® el momento supremo. Primero le dio un golpe en la cara con el hacha, apenas desviado por un brazo de Carmen, que logr¨® que soltara el arma. Jos¨¦ recurri¨® entonces al cuchillo, con el que hiri¨® "repetidas veces a la mujer por la espalda, cuando ¨¦sta hu¨ªa escaleras abajo gimiendo y gritando". Una de las cuchilladas alcanz¨® el ventriculo izquierdo de la anciana que, mortalmente herida, cay¨® al suelo al pie de las escaleras, en donde Jos¨¦ la remat¨®. "Con gran fuerza, le clav¨® el cuchillo en la espalda", relata la sentencia.
Regreso con su madre
Jos¨¦ regres¨® a su casa, con su madre, a la que cont¨® lo ocurrido. Ambos ocultaron en un monte cercano las ropas ensangrentadas y se ausentaron de la casa. Pero, ?a d¨®nde ir? Regresaron cuando ya unos vecinos hab¨ªan descubierto el cad¨¢ver y hab¨ªan denunciado los hechos. Despu¨¦s, la visita de la Guardia Civil, la detenci¨®n, los interrogatorios, el juicio y la sentencia, que el 30 de noviembre de 1990 conden¨® a Jos¨¦ como autor de asesinato a 20 a?os de c¨¢rcel y a indemnizar con cinco millones de pesetas a cada una de las dos hijas mayores de edad de la anciana. La sentencia del Supremo, de la que ha sido ponente el magistrado Jos¨¦ Antonio Mart¨ªn Pall¨ªn, reduce la pena a 15 a?os de c¨¢rcel en atenci¨®n a los dict¨¢menes psiqui¨¢tricos que retratan a Jos¨¦ como una persona introvertida desde que viv¨ªa con su madre, cuando comenz¨® a sufrir "molestias f¨ªsicas y ps¨ªquicas que el procesado atribuye a influencias m¨¢gicas de su vecina". Jos¨¦, aconsejado por su madre, revela el Supremo, "acude a brujos y curanderos, llegando a compartir la opini¨®n de que era v¨ªctima de una mal¨¦fica influencia que los "magos" le dec¨ªan que proced¨ªa de una persona de edad que era su vecina".
Y es entonces cuando aparecen en Jos¨¦ "una serie de interpretaciones delirantes", que el Supremo analiza. Jos¨¦ da un sentido mal¨¦fico a los alimentos que aparecen a la puerta de su casa, atribuye el significado de se?ales enviadas para da?arle a algunos ruidos nocturnos e, influenciado por los "magos" y "sabios", llega a la conclusi¨®n de que sus trastornos f¨ªsicos son producto de "la mala influencia" de una persona que le persigue y que encarna en su vecina.
Los informes m¨¦dico-ps¨ªquicos ponen de relieve el ambiente en el que creci¨® Jos¨¦ en una aldea aislada, influ¨ªdo por creencias y vivencias "de tipo m¨¢gico-religiosas", que le impulsaron a erigir a su vecina en centro de sus males y despertaron el deseo imperioso de matarla. Uno de los informes m¨¦dicos resalta que, a pesar de los interrogatorios y la c¨¢rcel, Jos¨¦, "desde la muerte de su vecina, se siente bien, libre de sus poderes, seguro, y estima que las cosas han dejado de salirle mal". La rebaja de cinco a?os en su condena ser¨¢ para Jos¨¦ una prueba m¨¢s de que est¨¢ en lo cierto.
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