"Lo dif¨ªcil ahora es escribir no ficci¨®n" dice el h¨²ngaro P¨¦ter Est¨¦rhazy
Si algo tienen en com¨²n hasta el momento los narradores asistentes al encuentro internacional sobre la novela en Europa, organizado por El Urogallo en Madrid, es su alergia a cualquier dogma o programa sobre el g¨¦nero. Algo habitual entre escritores, a diferencia de los te¨®ricos. S¨ª parece haber en cambio un vago sentimiento de peligro por el evidente retroceso de la narraci¨®n, al menos la escrita, y el progresivo desplazamiento del cuentista por el periodista y el experto. "Todo se ha vuelto ficci¨®n" dijo el h¨²ngaro P¨¦ter Est¨¦rbazy. "Lo dif¨ªcil ahora es escribir no ficci¨®n".
"Hoy por hoy, de la novela s¨®lo puede hablar una novela", dijo Est¨¦rhazy, en una actitud que podr¨ªa simbolizar el escepticismo generalizado hacia cualquier teor¨ªa que pretenda establecer qu¨¦ es hoy la novela de Europa. "No sabemos qu¨¦ es la novela. La novela es el profundo aliento de la narraci¨®n. La novela nace, no del hilo del hablar, sino del tejido del callar".La ca¨ªda del muro de Berl¨ªn no ha, conseguido sacara la 1 z en Hungr¨ªa los manuscritos magn¨ªficos que no hab¨ªan podido conocerse durante el comunismo, explic¨® Est¨¦rhazy en una conversaci¨®n anterior, pero s¨ª en cambio se han dado a conocer muchos escritores mediocres.
Matem¨¢tico de formaci¨®n y familiarizado con la f¨ªsica moderna, la primera en poner en cuesti¨®n el concepto de objetividad, Est¨¦rhazy considera que la aldea global en la que todos vivimos por obra de los medios de comunicaci¨®n arroja al limbo cualquier ilusi¨®n de fantas¨ªa: el bombardeo de Bagdad o la infamia de Sarajevo, espect¨¢culo que presenciamos en la televisi¨®n, carece de realidad, pues ni nos impide ir a la cocina a preparar una tostada con mermelada ni nos impide dormir. "Ni siquiera nos quita el sue?o el que no nos quite el sue?o. Si dormimos mal es por otros motivos. No puedo ver como realidad lo que no me influye. Es algo c¨ªnico y peligroso". El problema no es encontrar la ficci¨®n, sino si es posible todav¨ªa escribir "no ficci¨®n".
A sus 49 a?os, el dan¨¦s Cla¨²s Clausen, fundador de la editorial Los Tiempos Est¨¢n Cambiando y de la revista cultural Hug, se encuentra con que la cultura alternativa est¨¢ instalada en el poder. "Es muy dificil concebirse hoy a uno mismo como alternativo. Los movimientos culturales est¨¢n ah¨ª todav¨ªa, pero ya forman parte de lo establecido. S¨®lo queda la posibilidad de una, conciencia, no de un movimiento".
Editor y ensayista, Clausen es perfectamente consciente de que leer, hoy, es un acto es espec¨ªfico de la voluntad, ya que la cultura del ocio deja poco espacio natural al libro. Seg¨²n Clausen, al aumentar el peligro de ser reducidos al silencio, muchos escritores se convierten en experimentalistas que se han olvidado de la primera obligaci¨®n del narrador, la del encantamiento.
Con su habitual facilidad para conectar con el p¨²blico, Jos¨¦ Luis Sampedro se?al¨® que "la historia s¨®lo puede ofrecer interpretaciones del hecho, pero no la verdad. La novela es siempre una verdad indiscutible: la de su autor. Cuando el lector logra entrar en ella, tambi¨¦n se vuelve suya". Economista de profesi¨®n, para Sampedro "el arte es otro tipo de verdad que la cient¨ªfica" y, en contra de lo que dijo Descartes, la verdadera propuesta es siento, luego existo".
Por su parte, Luis Mateo D¨ªez reconoci¨® que existe cierto sentimiento generalizado de que la novela est¨¢ en crisis y, aunque aludi¨® a cierta falta de, impulso en la novela europea, una tendencia al cosmopolitismo gratuito y excesivas deudas formales, cit¨® a Miller para se?alar que "escribir, como la vida, es un viaje de descubrimiento".
Hoy hablar¨¢n el portugu¨¦s Jos¨¦ Saramago, el austriaco Josef Haslinger y los espa?oles Manuel V¨¢zquez Montalb¨¢n y Rafael Argullol.
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