La actriz Audrey Hepburn ser¨¢ enterrada el domingo en una ceremonia ¨ªntima en Suiza
La actriz Audrey Hepburn, fallecida el pasado mi¨¦rcoles a los 63 a?os a consecuencia de un c¨¢ncer de colon, ser¨¢ enterrada el domingo en la localidad suiza de Telochenaz Vaud. Nada ha trascendido del tipo de ceremonia que acompa?ar¨¢ el ¨²ltimo viaje de la actriz, ya que tanto sus dos hijos como su compa?ero, Robert Wolders, no han querido dar a conocer ning¨²n detalle en un intento de que el elegante silencio que acompa?¨® los ¨²ltimos a?os de la vida de Hepburn sea respetado en sus funerales.Los 1.600 habitantes del pueblo de Tolochenaz del cant¨®n suizo de Vaud casi ni se enteraron el mi¨¦rcoles de que hab¨ªa muerto la actriz Audrey Hepburn. Era propietaria desde hace m¨¢s de 30 a?os de una gran mansi¨®n rodeada de un parque situada a medio camino entre Lausana y Ginebra.
"No nos dimos cuenta de nada especial. Ning¨²n movimiento. Ning¨²n coche", declar¨® uno de los vecinos de la actriz. Audrey Hepburn viv¨ªa all¨ª muy discretamente. La actriz, enferma de muerte, se refugi¨® en su casa poco antes de Navidad, despu¨¦s de ser operada en Los ?ngeles el pasado mes de noviembre. Seg¨²n las personas que la pudieron visitar de manera regular, la actriz hab¨ªa perdido mucho peso en los ¨²ltimos d¨ªas. Una enfermera controlaba su estado de salud en su propia vivienda.
Su actividad a favor de la poblaci¨®n infantil estaba ayer tanto, en el recuerdo de sus vecinos; como en la mente de sus admiradores. "Yo misma sufr¨ª las consecuencias de los campos de internamiento cuando era ni?a", hab¨ªa confesado en una de las ¨²ltimas conferencias de prensa, en la que los periodistas tuvieron la, ocasi¨®n de sentir su emotividad ante las locuras humanas y el sufrimiento de los m¨¢s d¨¦biles, tal como lo atestiguan sus visitas a Somalia, Vietnam y, m¨¢s recientemente, a Yugoslavia.
Elocuente, seria y directa, guardando un muy alto sentido de respeto humano, en el sal¨®n de prensa del Palacio de Naciones la actriz era consciente de la amplitud de la tarea que se hab¨ªa impuesto a s¨ª misma.
Fr¨¢gil de apariencia, guardaba una decidida tenacidad en su "papel preferido", cuando desde 1988 decidi¨® aportar sus esfuerzos a la causa de los m¨¢s d¨¦biles. En la sede de Unicef en Ginebra todo el mundo siente haber perdido "una excelente y desinteresada colaboradora, siempre dispuesta a salir de viaje en favor de los desamparados o a motivar a los comit¨¦s nacionales del Fondo para la Infancia en la necesidad del esfuerzo colectivo".'
Su peregrinaje se inici¨® en Etiop¨ªa ante el horror que padec¨ªan los ni?os hambrientos a consecuencia de la guerra y de la sequ¨ªa en el Tigr¨¦ y Eritrea. Posteriormente, las misiones de buenos oficios se sucedieron en Sud¨¢n, Bangladesh y Vietnam. Y en 1990 tuvo una brillante participaci¨®n ante la asamblea mundial, en la que se adopt¨® la convenci¨®n sobre los derechos del ni?o.
Su recorrido infatigable la traslad¨® desde los lugares m¨¢s l¨²gubres de la tierra a las capitales de los pa¨ªses donantes. Dos misiones recientes guardan una particular emotividad para el equipo de Unicef en Ginebra: la visita a Somalia en la primavera del a?o pasado, cuando el mundo "a¨²n daba la espalda a tan tr¨¢gica situaci¨®n, como si fueran im¨¢genes ya conocidas", y m¨¢s recientemente la visita a Yugoslavia, para intentar lograr una tregua entre las partes en conflicto que permitiera acercar unas cuantas toneladas de alimentos, ropas de abrigo y l¨¢pices de colores a los ni?os que sufren ya dos a?os de guerra. "Es lo menos que podemos hacer", dec¨ªa Hepburn, "lo tr¨¢gico es que dejemos hacer como si no se conocieran las consecuencias".
Entre vi?edos
Buena parte de sus 63 a?os de vida los pas¨® la actriz en Suiza, primero en Lucerna y desde hace unos 30 a?os en Tolochenaz, entre los famosos vi?edos de La Cote y el lago Leman, junto a la peque?a ciudad de Morges, a pocos kil¨®metros de Lausana, y con frecuentes visitas invernales a Gstaad, donde hac¨ªa largos recorridos en esqu¨ª de fondo.Un soleado d¨ªa de esta precoz primavera le ha rendido un ¨²ltimo homenaje mientras la mansi¨®n y su gran parque entre. los vi?edos y el lago, donde parecen querer mirarse los Alpes, guardan respetuoso silencio por la gran dama. Entretanto, los vecinos de lugar guardan el recuerdo de la siempre juvenil y respetuosa princesa, como gustaban llamarla Frank Sinatra y Humphrey Bogart. El Caf¨¦ Des Noyers, en. la plaza del pueblo, ya no recibir¨¢ sus amigables visitas y el mercado semanal de los s¨¢bados no contar¨¢ con los revuelos de sus cuatro perros mientras la princesa hac¨ªa sus compras.
Como tributo a sus actividades ben¨¦ficas, la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematogr¨¢ficas de Hollywood le concedi¨® el premio humanitario Jean Hersholt, junto a Elisabeth Taylor. Un portavoz de la Academia dijo el mi¨¦rcoles, poco despu¨¦s de trascender la noticia de la muerte de Audrey Hepburn, que el galard¨®n podr¨ªa ser entregado durante la pr¨®xima ceremonia de los Oscar. Es un reconocimiento p¨®stumo que seguro que agradar¨ªa a la actriz, pero que no entraba en lo que ella defin¨ªa como su particular idea del cielo: estar con su compa?ero Robbie, sus dos hijos, sus perros y una buena pel¨ªcula.
Babelia
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