"El Bundesbank est¨¢ destruyendo Europa"
Pregunta. La llegada de Clinton al poder coincide tambi¨¦n con el final de un periodo de fuerte auge del liberalismo. Otros pa¨ªses, como Francia, est¨¢n volviendo a considerar un mayor compromiso del Estado con las empresas, como ocurre en Jap¨®n. ?Qu¨¦ opina de este cambio?Respuesta. Si uno mira la historia econ¨®mica moderna, se parece a un p¨¦ndulo. Existen momentos en que la intervenci¨®n del Estado en la econom¨ªa es importante y momentos en que se llega a excesos de desregulaci¨®n, como el reaganismo. Creo que ahora estamos en la fase del p¨¦ndulo que se ha alejado al m¨¢ximo del liberalismo. Pero ser¨ªa un grav¨ªsimo error si el Estado volviese a ser empresario, porque el Estado no es capaz de ser emprendedor.
P. Pero se vuelve dar m¨¢s importancia a la pol¨ªtica industrial. Laura Tyson, la jefa de los asesores econ¨®micos de Bill Clinton, es una clara defensora de la pol¨ªtica industrial.
R. S¨ª, yo recuerdo a la se?ora Tyson cuando ense?aba en la Universidad de Berkeley, en California, su teor¨ªa, a¨²n en periodo reaganiano, de que el Estado deb¨ªa estar m¨¢s presente en la regulaci¨®n general de la econom¨ªa y en la pol¨ªtica industrial. Creo que en Am¨¦rica veremos m¨¢s presencia del Estado; esperamos no ver m¨¢s proteccionismo, porque ¨¦ste ser¨ªa un grav¨ªsimo error.
P. ?Distingue entre pol¨ªtica industrial y proteccionismo?
R. La l¨ªnea de demarcaci¨®n, en t¨¦rminos pr¨¢cticos, entre pol¨ªtica industrial y proteccionismo es una l¨ªnea muy sutil. La pol¨ªtica industrial muestra la voluntad del Estado de tener un papel en el sostenimiento y en el desarrollo de las empresas, mientras que el proteccionismo es en realidad una discriminaci¨®n hacia esas empresas. El proteccionismo no es s¨®lo un problema ideol¨®gico, sino tambi¨¦n un problema econ¨®mico. Al proteccionismo corresponde un menor crecimiento global del pa¨ªs. Lo ¨²nico que hace aumentar el crecimiento es el incremento del volumen del comercio.
P. ?Qu¨¦ ha pasado en Italia, que hace tres o cuatro a?os era un pa¨ªs mod¨¦lico, de empresarios con iniciativa y un permanente punto de referencia?
R. Ustedes han sido muy gentiles y afectuosos con Italia. El problema es dif¨ªcil de resolver, pero f¨¢cil de comprender. Italia es el ¨²nico pa¨ªs del mundo occidental que ha tenido una democracia incompleta. Por tener dos fronteras, una con el mundo comunista (Yugoslavia y Albania) y la otra con el partido comunista m¨¢s grande del mundo occidental. Italia ha tenido una democracia bloqueada durante 40 a?os. Y cuando una democracia est¨¢ bloqueada por un periodo largo de tiempo tiende a transformarse en un r¨¦gimen.
P. ?C¨®mo explica la eclosi¨®n de la corrupci¨®n?
R. En Italia estamos asistiendo ahora al final de un r¨¦gimen. A un r¨¦gimen siempre se asocia la corrupci¨®n. El ant¨ªdoto a la corrupci¨®n es el recambio.
P. ?Cu¨¢ndo se producir¨¢ este cambio?
R. Hasta que no exista un nuevo sistema electoral, siempre fundamentado sobre los partidos pol¨ªticos, pero capaz de poner en relaci¨®n m¨¢s directamente a los ciudadanos con el Estado y de dar vida a coaliciones estables de Gobierno, no se podr¨¢ hablar de cambio. Por otra parte, que Italia ha tenido suerte de tener a Amato, que gestiona de forma correcta una transici¨®n.
P. ?C¨®mo ha vivido Italia despu¨¦s de la salida del SME?
R. Un gran shock. Italia viv¨ªa por encima de sus posibilidades, con un cambio irreal que en seis a?os era fijo con el marco, cuando exist¨ªa un diferencial de inflaci¨®n entre Italia y Alemania que se acumulaba a?o a a?o. De ah¨ª que un realineamiento fuera necesario.
P. ?Cu¨¢ndo cree que Italia debe volver al SME?
R. En mi opini¨®n, ahora no. Sin prisa, no hay urgencia.
P. ?Sin prisa?
R. Preferir¨ªa que Italia volviese a un sistema nuevo. Un sistema que es necesario que se haga, y se har¨¢. La devaluaci¨®n competitiva es dram¨¢tica. Ahora Espa?a deval¨²a m¨¢s que Italia o Italia m¨¢s que Espa?a, es una carrera infinita. Est¨¢ demostrado que el sistema actual es inadecuado.
P. ?Cree que Italia, o Espa?a, ir¨¢n a una segunda velocidad hacia la uni¨®n monetaria?
R. La segunda velocidad es ya una realidad. El falso nacionalismo puede hacer pensar que Italia es igual que Alemania o que Espa?a es como Alemania, pero la verdad no es ¨¦sta. Las dos velocidades son ya una realidad. Tal vez sean tres o cuatro. Creo que probablemente habr¨¢ una Europa a m¨¢s velocidades.
P. ?C¨®mo ve el protagonismo que est¨¢ adquiriendo el Bundesbank en el dise?o de la pol¨ªtica econ¨®mica de los dem¨¢s pa¨ªses?
R. No hay duda que es una distorsi¨®n.
P. ?Pero qu¨¦ opina de este sistema?
R. El problema es que con este sistema Alemania est¨¢ haciendo una pol¨ªtica que tal vez es justa para Alemania, pero no para Francia, por ejemplo, o para Espa?a. A m¨ª me parece que Europa debe hacer una elecci¨®n r¨¢pidamente, ya que la recesi¨®n es muy profunda y no se puede vivir en Europa con tipos de inter¨¦s reales del 6% al 7%, cuando en Am¨¦rica y en Jap¨®n son del 0%. Yo entiendo las razones del Bundesbank para los alemanes, pero creo que esto est¨¢ destruyendo Europa, porque la realidad es que esta decisi¨®n ha destruido el concepto de Europa.
P. ?Italia y Espa?a en el a?o 2000?
R. Lo que ocurra en el 2000 depender¨¢ de los espa?oles y de los italianos. Lo que admiro de Espa?a es que tiene una Administraci¨®n mejor que la nuestra. Italia, por su parte, tiene un esp¨ªritu emprendedor extraordinario.
P. Hablando de otra cosa, ?c¨®mo le ha afectado a sus negocios la condena por el fracaso del Banco Ambrosiano?
R. No, a mis negocios no les ha afectado, porque en Italia y en el extranjero se sabe c¨®mo est¨¢n las cosas. Pero desde el punto de vista an¨ªmico, pienso que he sido objeto de una gran injusticia, que espero se corregir¨¢ con el juicio de segundo grado.
P. ?C¨®mo ha recompuesto el grupo despu¨¦s del asalto frustrado a la SGB?
R. Una vez liquidada con p¨¦rdidas esa inversi¨®n -la venta del 49%-, hemos reducido r¨¢pidamente el endeudamiento del grupo a cero y nos hemos visto obligados a comprender que el mundo ha cambiado, los a?os ochenta no existen m¨¢s y hace falta concentrarse en la actividad industrial principal, que son la Olivetti y la Valeo en Francia.
P. ?Qu¨¦ planes tiene en Espa?a?
R. Intentamos desarrollar las participaciones que tenemos, tipo NH o Berberana o Sotogrande.
P. ?No piensan vender?
R. Cofir, no. Nuestra estrategia es mantener las participaciones que tenemos, gestionar la liquidez y estar atentos al mercado, ya que en los pr¨®ximos meses se presentar¨¢n oportunidades.
P. ?Tienen inter¨¦s en alg¨²n otro banco, adem¨¢s del Zaragozano?
R. No. La del Zaragozano es una participaci¨®n de amigos. Naci¨® de la relaci¨®n con los Albertos, con Jos¨¦ Ram¨®n ?lvarez Rendueles, y no estaba en nuestros planes iniciales.
P. ?C¨®mo ve el futuro?
R. Yo creo que el 93 ser¨¢ un a?o muy dif¨ªcil. En Europa ser¨¢ mucho peor que el 92, y la esperanza de relanzamiento no llegar¨¢ antes del segundo semestre de 1994. Y depende tambi¨¦n de los hechos, de Estados Unidos. Debo decirle que en un mes he visto Am¨¦rica totalmente transformada. Su gran fuerza es que vive el cambio como un elemento positivo. Europa vive el cambio como un elemento de miedo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.