Econom¨ªa de m¨ªnimos
A MEDIDA que aparecen los indicadores m¨¢s relevantes de la econom¨ªa espa?ola se pone de manifiesto la intensa desaceleraci¨®n de su ritmo de crecimiento y algunas de sus m¨¢s adversas consecuencias en la formaci¨®n de las expectativas de los agentes econ¨®micos. La tasa de crecimiento real en el tercer trimestre de 1992, seg¨²n ha dado a conocer el Instituto Nacional de Estad¨ªstica, fue del 1%; no ser¨¢ muy superior la correspondiente al conjunto del a?o, sin que pueda anticiparse el final de esa desaceleraci¨®n a lo largo del actual. La ca¨ªda en todas las formas de inversi¨®n y su impacto negativo sobre el empleo son los exponentes m¨¢s caracter¨ªsticos de esos perfiles recesivos; al t¨¦rmino de este a?o es previsible que el desempleo en nuestro pa¨ªs alcance a casi la quinta parte de la poblaci¨®n activa, proporci¨®n muy superior a la media europea.La similitud espa?ola con los pa¨ªses comunitarios en la falta de impulso del crecimiento econ¨®mico no se produce, en cambio, en la reducci¨®n de los precios. Al final de 1992, la inflaci¨®n interanual, medida por el ¨ªndice de precios al consumo (IPC), ha sido del 5,4%, frente al 3,7% de promedio en la CE, que en el caso de los tres pa¨ªses comunitarios con menor variaci¨®n de los precios se reduce al 3,5%. No hay que olvidar que la inflaci¨®n de estos ¨²ltimos es la referencia obligada para la convergencia del resto de pa¨ªses por este concepto. Esas dificultades para reducir los precios espa?oles se ponen de manifiesto, sobre todo, cuando se deducen del IPC los componentes m¨¢s vol¨¢tiles (energ¨ªa y alimentos sin elaborar) para determinar el ¨ªndice de la denominada inflaci¨®n subyacente: un 6,9%, frente al 6,5% registrado en diciembre de 1991. Los precios de los servicios siguen se?alando la presencia de rigideces y limitaciones estructurales que bloquean la tendencia a la baja del ¨ªndice general, a pesar del contexto recesivo en que est¨¢ inmersa la econom¨ªa.
No han debido de ser precisamente esos datos de inflaci¨®n los que han determinado la reducci¨®n enmedio punto porcentual, el pasado viernes, de los tipos de inter¨¦s de referencia del Banco de Espa?a. Ha sido, m¨¢s bien, la apreciaci¨®n experimentada por la peseta en las ¨²ltimas jornadas, motivada por las intensas compras de deuda p¨²blica por no residentes, la que ha provocado esa baja. A la luz de este hecho aparece m¨¢s cuestionable todav¨ªa la opci¨®n tomada hace dos meses de acompa?ar la ¨²ltima devaluaci¨®n de la peseta con una elevaci¨®n del referido tipo de inter¨¦s.
Casi un a?o despu¨¦s de la formulaci¨®n por el Gobierno de los objetivos del Programa de Convergencia, su desigual aplicaci¨®n explica que no se haya alcanzado esa deseada "compatibilidad de la desinflaci¨®n y la reducci¨®n del d¨¦ficit presupuestario con el mantenimiento de tasas de crecimiento elevadas"
que constitu¨ªa su punto de partida. El reconocimiento expl¨ªcito, en el cap¨ªtulo cuarto de ese programa, de que ser¨ªa un error retrasar la aplicaci¨®n de las reformas estructurales previstas o rebajar su contenido tiene hoy a¨²n m¨¢s vigencia que entonces. La recuperaci¨®n de la econom¨ªa espa?ola y la garant¨ªa de que ¨¦sta se afirme sobre bases saneadas exige el cumplimiento de ese programa de convergencia respaldado por el Parlamento. De poco servir¨¢ a la econom¨ªa, e incluso electoralmente al Gobierno, anunciar medidas aparentemente reactivadoras al tiempo que se mantienen congeladas las que pueden reducir los obst¨¢culos de car¨¢cter estructural que frenan su desarrollo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.