Tiradores de ¨¦lite perseguir¨¢n en Espa?a a los 'Primos americanos' del pato malvas¨ªa
Hace 15 a?os, el pato malvas¨ªa, una especie propia del Mediterr¨¢neo occidental, estaba en Espa?a al borde de la desaparici¨®n, con s¨®lo 22 ejemplares en libertad. La campa?a iniciada en C¨®rdoba para proteger las zonas h¨²medas donde sobreviv¨ªa se convirti¨® en un s¨ªmbolo del despertar ecologista y tuvo amplia repercusi¨®n internacional. Ahora, una vez lograda una espectacular recuperaci¨®n de la especie, ha surgido una nueva y grave amenaza en forma de un primo americano, la malvas¨ªa caribe?a. El Instituto para la Conservaci¨®n de la Naturaleza (Icona) est¨¢ formando un equipo de tiradores de ¨¦lite y bi¨®logos que perseguir¨¢ a los invasores.
El pato malvas¨ªa caribe?o (Oxyura jamaicensis), que vive en extensas zonas de Am¨¦rica, ha llegado a Espa?a, ¨²nico pa¨ªs de Europa donde sobrevive la especie de este lado del oc¨¦ano (Oxyura leucocephala), a trav¨¦s de Francia, seg¨²n un informe publicado en la revista Quercus. Desciende de ejemplares huidos de zool¨®gicos brit¨¢nicos hace varios a?os. Mucho m¨¢s agresivos que los aut¨®ctonos, los machos extranjeros se aparean con las hembras nacionales dando lugar a h¨ªbridos. Los bi¨®logos no dudan en decir que las escenas de apareamiento que se conocen entre las dos especies se parecen m¨¢s a una violaci¨®n que al ritual normal en la especie aut¨®ctona.
Conflicto diplom¨¢tico
El problema se est¨¢ atacando en dos frentes, el diplom¨¢tico y el de la acci¨®n. El problema mayor es que la legislaci¨®n brit¨¢nica considera especie protegida a la malvas¨ªa caribe?a, aunque es importada. Bajo el problema subyace la afici¨®n de los brit¨¢nicos a la conservaci¨®n, dada la escasez de especies aut¨®ctonas que padecen. "Como lo suyo est¨¢ tan degradado, tienden a protegerlo todo, especialmente si es vistoso y bonito", dice Jos¨¦ Antonio Torres Esquivias, uno de los hist¨®ricos en las campa?as de protecci¨®n de la malvas¨ªa. "Aqu¨ª lo vemos de otra forma. Somos belicosos respecto a lo que no es de aqu¨ª porque tenemos una gran riqueza faun¨ªstica y lo extranjero compite con lo nuestro", a?ade Torres, un bi¨®logo que ahora es delegado de la Agencia de Medio Ambiente en C¨®rdoba.Los especialistas brit¨¢nicos en conservaci¨®n de especies se enfrentan a una opini¨®n p¨²blica que ver¨ªa con muy malos ojos la caza de estos patos (unos 3.000) hasta su extinci¨®n. Pero "si el Reino Unido no toma medidas, nosotros podemos hacer muy poco", explica Juan Manuel de Benito, subdirector de Espacios Naturales en el leona y coordinador de las acciones para proteger la malvas¨ªa espa?ola. En su opini¨®n, "si no se act¨²a, la especie puede desaparecer a corto plazo".
Tras varias reuniones, los especialistas brit¨¢nicos han mostrado su buena disposici¨®n, pero no existe una ley comunitaria que les obligue, aunque s¨ª contactos con la CE. La directiva de aves de la CE establece limitaciones a la introducci¨®n de animales ex¨®ticos, pero en este caso la introducci¨®n se produjo antes de que entrara en vigor la directiva.
Lo que m¨¢s ha alarmado a los naturalistas en el ¨²ltimo a?o es la proliferaci¨®n de ejemplares del pato americano en el embalse El Hondo (Alicante), donde se reproduce el aut¨®ctono. La malvas¨ªa, una especie "pu?etera" seg¨²n los bi¨®logos, que necesita de condiciones muy precisas para vivir y reproducirse, se ha extendido a varias regiones espa?olas, en Andaluc¨ªa y fuera de ella, aunque hace varios a?os que no se ve, parad¨®jicamente, en la mayor ¨¢rea protegida, el parque nacional de Do?ana (Huelva). All¨ª, sin embargo, se lleva a cabo un plan de reproducci¨®n en cautividad que est¨¢ permitiendo repoblar zonas dentro del territorio nacional y exportar ejemplares a Italia, donde se hacen esfuerzos para reintroducir la especie, ya extinguida.
"Cuando conseguimos, a principios de los ochenta, proteger la laguna de C¨®rdoba donde viv¨ªan los ¨²ltimos ejemplares de malvas¨ªa aut¨®ctona, ese a?o se largaron a Almer¨ªa", recuerda Torres, "y adem¨¢s justo en la ¨¦poca de caza. Al a?o siguiente se trasladaron a C¨¢diz. Siempre hemos tenido que ir detr¨¢s de ellos, protegiendo los lugares donde se asentaban". La caza est¨¢ prohibida desde 1979. El a?o pasado se estim¨® que ya hab¨ªa 786 ejemplares de pato malvas¨ªa en Espa?a. Por otra parte, el primo americano es un pato mucho m¨¢s generalista que el pato aut¨®ctono, tiene menos preferencias alimenticias y se reproduce con facilidad.
En los ¨²ltimos a?os se han abatido de forma no organizada los ejemplares de malvas¨ªa caribe?a que se han detectado, especialmente en Andaluc¨ªa, y muchas veces gracias a los avisos de organizaciones ecologistas locales. Distinguir una especie, y los h¨ªbridos, de la otra especie no es f¨¢cil a distancia, y existe el peligro de matar ejemplares de la aut¨®ctona, pero el problema ha tomado tales dimensiones que el leona ha iniciado una acci¨®n coordinada con medios propios en forma de tiradores y bi¨®logos.
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