La memoria filmada del franquismo
50 a?os de No-Do al alcance de todos los espa?oles
El primer lunes del mes de enero de 1943 se apagaron las luces de las salas de cine 10 minutos antes del inicio de la pel¨ªcula. Entonces apareci¨® el primer Noticiario espa?ol, realizado por Noticiarios y Documentales Espa?oles (No-Do). El locutor, Jos¨¦ Hem¨¢ndez Franch, con esa voz que luego resultar¨ªa tan familiar, aderezaba las im¨¢genes en blanco y negro con un discurso tan ¨¦pico como exaltado. A partir de ese d¨ªa y durante 38 a?os, m¨¢s de 10.000 trabajos surgieron de las manos de un grupo de profesionales. Todo se guarda ahora en los archivos de No-Do, que este mes celebra su 50? aniversario."
"El mundo entero al alcance de todos los espa?oles", dec¨ªa Franch, y entonces sonaba la m¨²sica grandilocuente de Manuel Parada especialmente creada para el noticiario, mientras delante de los ojos de los espectadores aparec¨ªan im¨¢genes del ambiente navide?o en Madrid, la situaci¨®n del frente alem¨¢n durante la II Guerra Mundial, la ¨²ltima moda en peinados, e incluso informaci¨®n sobre los pa¨ªses vecinos (a los que se denominaba, sin vacilaci¨®n, anarqu¨ªa europea). Desde entonces y hasta enero de 1976, apenas un mes despu¨¦s de la muerte de Franco, las proyecciones del No-Do se convirtieron en un ritual obligatorio en todas las salas de cine. No estaba permitida la divulgaci¨®n de ning¨²n otro.Y los ojos del octogenario Alberto Reig, que fue su director desde 1954 hasta 1964 (los a?os m¨¢s productivos), todav¨ªa brillan de emoci¨®n cuando recuerda el reportaje que m¨¢s le impresion¨®: "Apenas acabada la Guerra Mundial nos lleg¨® una cinta con las primeras im¨¢genes de los campos de concentraci¨®n nazis; aquello era terrible, sin concesiones".
Reig se esfuerza en desdramatizar el hecho de que No-Do ejerciera el monopolio de toda la informaci¨®n filmada en Espa?a: "No s¨®lo Alemania lo hac¨ªa, tambi¨¦n Estados Unidos dispon¨ªa de un informativo ¨²nico". Pero al que fuera director de No-Do en sus a?os dorados no le duele reconocer las carencias y defectos de su producci¨®n. "Exist¨ªa una limitaci¨®n clara. Nosotros nos encarg¨¢bamos de autocensurarnos, sab¨ªamos lo que pod¨ªamos hacer y lo que no; aun as¨ª, para muchos era la ¨²nica forma de ver algo de lo que pasaba fuera".
Sin embargo, ejemplos de cierta censura se recuerdan casi hasta los ¨²ltimos a?os de No-Do. Antonio Mercero, hoy director y realizador de televisi¨®n que trabaj¨® all¨ª en los a?os sesenta, vio c¨®mo uno de sus trabajos fue retenido durante unos meses: "Fue un documental jocoso de tres minutos sobre los guardias de tr¨¢fico en Madrid ambientado con m¨²sica taurina; creo que se pas¨® una vez y luego, de repente, lo retiraron". Luis Manuel Dullos, periodista, comenta que apenas una semana despu¨¦s de su llegada, en el a?o 74, "apareci¨® una nota ministerial para que no se sacase nada del campe¨®n de Espa?a de h¨ªpica, Jaime Rivera, que hab¨ªa sido ex novio de la nieta de Franco".
Lejos de cualquier nostalgia, Reig no intenta disimular el hecho de que fuera el informativo y el ¨®rgano de propaganda del r¨¦gimen, aunque, precisa, "de una forma muy vaga: ante todo ¨¦ramos un equipo de profesionales". El nivel t¨¦cnico era muy alto seg¨²n Jorge Palacio, el menor de una familia que dedic¨® su vida al cine (su padre y su hermano fueron c¨¢maras de No-Do) y que ha pasado los 50 a?os transcurridos desde la proyecci¨®n del primer noticiero entre los rollos de pel¨ªcula.. Como ejemplo comenta que ya en 1944, a pesar de todas las deficiencias t¨¦cnicas de la ¨¦poca, en la celebraci¨®n del aniversario de la fundaci¨®n de la instituci¨®n el p¨²blico que asisti¨® a la fiesta en el Palacio de la Prensa se pudo ver a s¨ª mismo en un documental que hab¨ªa sido rodado y montado mientras transcurr¨ªa el acto.
Noticiarios y Documentales Espa?oles fue formando a toda una generaci¨®n de profesionales de cine, radio y televisi¨®n. En total se realizaron 4.016 noticiarios, 1.219 documentales que llevaban el t¨ªtulo gen¨¦rico de Im¨¢genes y m¨¢s de 700 documentales especiales.
Mat¨ªas Prats, que fue casi todo en No-Do (guionista, director y locutor) "desde el a?o 45 hasta su desaparici¨®n", comenta con cari?o una cinta "que dio la vuelta al mundo: Historia de cinco copas". En ella, la voz impetuosa de Prats, grabada a escalpelo en la memoria de toda una generaci¨®n, contaba los ¨¦xitos europeos del Real Madrid. Las im¨¢genes de No-Do fueron para muchos la ¨²nica oportunidad de ver a sus ¨ªdolos del bal¨®n. Ir al cine cada semana significaba el encuentro obligado con el gol de Zarra en Brasil, el cabezazo de Marcelino ante Rusia o la elegancia de la saeta rubia.
El No-Do mantuvo siempre con la televisi¨®n una relaci¨®n estrecha "de amor y odio", como dice Jorge Palacio. "Cuando se fund¨® la televisi¨®n, en los a?os cincuenta, no tuvo m¨¢s remedio que recurrir a nosotros. Aqu¨ª se hac¨ªa el programa A toda plana, una especie de Informe semanal. Cuando en el paseo de La Habana -sede de TVE- se proyectaba la primera bobina, en No-Do se montaba la segunda", dice Palacio. Sin embargo, seg¨²n Mat¨ªas Prats, "la televisi¨®n acab¨® con el sentido de No-Do: nos rob¨® el No -noticias- y nos quedamos simplemente con el Do -documentales-".
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