Carlos de Habsburgo,

31 a?os, pr¨ªncipe heredero del legendario imperio austroh¨²ngaro, y Francesca Thyssen-Bornemisza, 34 a?os, hija del bar¨®n del mismo nombr¨¦, contraer¨¢n a mediod¨ªa de hoy matrimonio en la localidad austriaca de Mariazell. El enlace es la boda del a?o y ser¨¢ seguido con pasi¨®n en Austr¨ªa, y no s¨®lo all¨ª, por la prensa del coraz¨®n. Este fin de semana no quedaban plazas de hotel en Mariazell, donde se hospedan los 800 invitados, 160 periodistas y m¨²ltiples curiosos, aunque entre ellos ning¨²n rey ni sucesor a corona alguna. La decisi¨®n de los Habsburgo de celebrar la boda en el santuario de la Virgen de Mariazell, con la m¨²sica de la Misa de los ¨¢ngeles de custodia de su antepasado el emperador Leopoldo 1, subraya su tradicionalismo, en el que encajan tambi¨¦n ceremonias y desfiles. Un columnista del diario vien¨¦s Kurier recalca que la boda tiene lugar bajo un m¨²ltiple caso condicional: el novio ser¨ªa archiduque y sucesor a la corona si este pa¨ªs fuese todav¨ªa la monarqu¨ªa doble austroh¨²ngara; su matrimonio con Francesca ser¨ªa morgan¨¢tico, y mucho menos digno que el del asesinado archiduque Francisco Fernando, muerto en Sarajevo en 1914, con la condesa de Chotek. Anoche se celebr¨® una lujosa fiesta de despedida de solteros, en la vecina cartuja de Gaming, a la que asistieron 500 invitados.