Taikichiro Mori, constructor japon¨¦s, el hombre m¨¢s rico del mundo
El constructor japon¨¦s Taikichiro Mori, fallecido el s¨¢bado en Tokio, combinaba a la perfecci¨®n la ¨¦tica batalladora de los samur¨¢is (caballeros feudales) y el tenaz esp¨ªritu empresarial de la posguerra mundial que llev¨® a Jap¨®n a convertirse en una de las naciones m¨¢s ricas del planeta.La revista norteamericana Forbes le consider¨® en 1991 y 1992 el hombre m¨¢s rico del mundo, y su fortuna fue valorada recientemente en 13.000 millones de d¨®lares.
En 1991 se le atribuyeron propiedades inmobiliarias por valor de 15.000 millones de d¨®lares, aunque la crisis del sector redujo su valor en 1992 en 2.000 millones de d¨®lares, cifras equivalentes al producto nacional bruto de Bolivia, Per¨², Ecuador, Paraguay y Colombia.
Mori, antiguo profesor de comercio en la Universidad de Yokohama, cerca de Tokio, sol¨ªa decir que "a la oficina no s¨®lo se viene para ganar el salario, tambi¨¦n para perfeccionar la capacidad y alcanzar la m¨¢xima productividad".
A su muerte, a los 88 a?os, deja detr¨¢s un imperio compuesto por 18 empresas agrupadas en torno a la firma Mori Building Development Co., que posee 82 enormes edificios en las zonas m¨¢s caras de la capital nipona, adem¨¢s de otras propiedades en el extranjero.
Los enemigos le acusan de enriquecerse con la especulaci¨®n y de ser uno de los m¨¢ximos representantes de la econom¨ªa de la burbuja, t¨¦rmino acu?ado para definir los excesos econ¨®micos y sobrevaloraciones del mercado japon¨¦s desde 1986 hasta la llegada de la recesi¨®n hace dos anos, cuando la falsa burbuja econ¨®mica se evapor¨®.
Hasta su muerte, por insuficiencia cardiaca, Mori llevaba una vida sin ostentaciones, acud¨ªa a la oficina vestido con el quimono y se deleitaba con platos de espaguetis fr¨ªos y una simple taza de t¨¦.
Orgulloso de su humanitarismo, el hombre m¨¢s rico del mundo se defini¨® recientemente ante un periodista italiano como "espiritualista", a la vez que a?ad¨ªa que "todo el mundo mira c¨®mo viven los ricos, qu¨¦ hacen, c¨®mo gastan el dinero. Lo importante es que la gente no se sienta herida con tu riqueza".-
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