La CE condena el proteccionismo de Washington, pero es incapaz de aprobar las armas de respuesta
La Comunidad Europea expres¨® ayer su solemne desacuerdo con las recientes medidas de defensa comercial impuestas por la Administraci¨®n norteamericana contra productos europeos, pero sus socios no fueron capaces de llegar a un acuerdo sobre las armas comerciales imprescindibles para responder con rapidez a desaf¨ªos como el que plantea el presidente Bill Clinton a la CE, al imponer aranceles prohibitivos sobre los aceros planos y vetar la entrada en los mercados p¨²blicos federales norteamericanos de materiales y equipos para telecomunicaciones, inform¨¢tica, energ¨ªa, agua y transportes.
La factura de la guerra comercial costar¨¢ a las empresas espa?olas de telecomunicaciones unos 7.000 millones de pesetas, seg¨²n, c¨¢lculos hechos a vuelapluma por el Ministerio de Industria y Comercio.
Todos, incluido el Consejo de Ministros de la CE de ayer, hacen llamamientos para la terminaci¨®n de la Ronda Uruguay del GATT, que te¨®ricamente debe producir enormes beneficios en las econom¨ªas mundiales. En la pr¨¢ctica, asistimos al desencadenamiento de una guerra comercial, en la que la iniciativa corre a cargo de EE UU, y que no por casualidad coincide con la apertura del Mercado ?nico de 1993.
Los Doce discutieron ayer una propuesta de la Comisi¨®n Europea, que preside Jacques Delors, sobre nuevas armas comerciales imprescindibles para enfrentar los retos del Mercado ¨²nico y para dar respuesta a las sanciones norteamericanas. La desaparici¨®n de las fronteras interiores comunitarias sin un acuerdo sobre pol¨ªtica comercial ha creado un vac¨ªo jur¨ªdico en la cuesti¨®n de las cuotas de importaci¨®n de pa¨ªses terceros que est¨¢ propiciando el caos en la pol¨ªtica comercial comunitaria.
En la actualidad, pa¨ªses como Espa?a han congelado todas las importaciones anteriormente so metidas a cuotas, mientras que otros, como Alemania, Reino Unido y Holanda se han decidido por liberalizar sin m¨¢s las importaciones, gan¨¢ndose ayer la reprimenda p¨²blica de la autoridad comercial com¨²n que es la Comisi¨®n Europea. Dinamarca e Italia se han cuidado de solicitar la aprobaci¨®n de la Comisi¨®n cuando han importado productos antes contingentados de pa¨ªses terceros.
Los Doce necesitan decidir un sistema nuevo, m¨¢s r¨¢pido y eficaz, de aprobaci¨®n de sanciones antidumping y cl¨¢usulas de salvaguarda comercial, pero precisamente estos mismos pa¨ªses son los que paralizan la posibilidad de acuerdo alguno. Actualmente, la imposici¨®n de una sanci¨®n se produce a propuesta de la Comisi¨®n Europea y tras la aprobaci¨®n de la mayor¨ªa cualificada de los Doce, lo que significa que tres pa¨ªses (los tres antes mencionados, por ejemplo) pueden paralizar cualquier represalia.
Invertir los t¨¦rminos
La Comisi¨®n propone invertir los t¨¦rminos del problema, y que se funcione en un r¨¦gimen de mayor¨ªas algo m¨¢s equilibradas: siete estados miembros podr¨¢n bloquear las propuestas de medidas antidumping y las medidas de salvaguarda para los, pa¨ªses con comercio de Estado, y bastar¨¢ con seis votos en contra para que no pueda aprobarse una cl¨¢usula de salvaguarda cuando afecte a un pa¨ªs del GATT. Sin esta. m¨ªnima flexibilidad, los Doce no pueden resolver, ya no el vac¨ªo jur¨ªdico en torno a las cuotas, sino el hecho mucho m¨¢s grave de la guerra comercial desencadenada por Washington. Pero, como era de prever, ayer no hubo tampoco la mayor¨ªa cualificada para aprobar las armas comerciales. A pesar de que se ha avanzado unos pocos mil¨ªmetros desde el intento del pasado diciembre -como es que Dinamarca se sume al pelot¨®n de los pa¨ªses partidarios de las nuevas armas-, alemanes, brit¨¢nicos, holandeses luxemburgueses siguen bloqueando y proporcionando la satisfacci¨®n a los Estados Unidos de ofrecer una Comunidad dividida. Formalmente, sin embargo, los Doce manifestaron su acuerdo en calificar las medidas norteamericanas de "no justificadas" y de "inaceptables", y repitieron la frase de rigor: "El Consejo se reserva todos sus derechos a seguir las acciones que considere necesarias".
Las ¨²ltimas sanciones norteamericanas, que proh¨ªben a las instituciones y agencias federales norteamericanas la compra, con efectos a partir del 22 de marzo, de productos de telecomunicaciones, inform¨¢tica, producci¨®n de energ¨ªa, agua y transporte, son, seg¨²n Washington, la respuesta a una directiva de la CE que restringe el mercado europeo a las compa?¨ªas estadounidenses. Pero el comisario de Comercio Exterior, Leon Brittan, se encarg¨® ayer de recordar la multiplicidad de normas que cierran el mercado de EE UU a Europa, empezando por la llamada Buy American Act, que da preferencias en las ofertas de precios para mercados p¨²blicos a las firmas norteamericanas en una proporci¨®n muy superior a la norma comunitaria sobre mercados p¨²blicos de los Doce.
Brittan, con todo el apoyo expl¨ªcitamente otorgado por los Doce, se trasladar¨¢ el d¨ªa 11 a Washington para iniciar conversaciones con los nuevos responsables de Comercio Exterior norteamericanos. El Consejo de Ministros tambi¨¦n le renov¨® el mandato de negociaci¨®n para conseguir "un acuerdo global, sustancial y equilibrado" en la Ronda Uruguay del GATT.
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