Demasiada burocracia
La LORTAD es una ley largamente esperada y muy valorada en su conjunto, "porque es la primera vez que se legisla de forma global para corregir los abusos de la inform¨¢tica", pero ha recibido una oposici¨®n frontal en lo que hace referencia a las excepciones sobre ficheros en poder de las administraciones p¨²blicas.Por estas ¨²ltimas razones, determinados sectores profesionales, sociales y pol¨ªticos han promovido distintos recursos de inconstitucionalidad contra algunos de sus art¨ªculos.
Estos recursos acaban de ser presentados por el Defensor del Pueblo, por el Grupo Parlamentario Popular y por el Parlamento de Catalu?a (este ¨²ltimo, s¨®lo sobre temas de competencias auton¨®micas).
La Comisi¨®n de Libertades e Inform¨¢tica (CLI), que agrupa a diversas entidades ciudadanas (profesionales del derecho, de la inform¨¢tica, consumidores y usuarios, sindicatos y asociaciones de derechos humanos), considera que el reglamento de la Agencia de Protecci¨®n de Datos tiene un marcado tono burocr¨¢tico "y le faltan funciones y mecanismos que faciliten la relaci¨®n directa, ¨¢gil y r¨¢pida tanto con el ciudadano como con la sociedad civil".
Otra de las cr¨ªticas que desde la Comisi¨®n de Libertades e Inform¨¢tica se hace al texto de reglamento de la agencia es que configura este organismo como un instrumento demasiado dependiente del poder ejecutivo tanto en su nombramiento como en su composici¨®n y funcionamiento.Un peligro latente contra la independencia de la agencia es, seg¨²n la CLI, es el m¨¦todo de designaci¨®n por ternas de los componentes del consejo consultivo (entre cuyos miembros el Gobierno nombra al director de la agencia). "Esto significa una clara tendencia al control de la agencia por el ejecutivo", a?aden.
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