Cuerpo de vitaminas
Los espa?oles se adhieren a la moda norteamericana de consumir complejos vitam¨ªnicos
Carlos Requejo, de 37 a?os y directivo de una multinacional de relaciones p¨²blicas, confiesa que de vez en cuando toma suplementos vitam¨ªnicos para combatir el agotamiento causado por el trabajo: "Tenemos temporadas en las que hay una gran actividad en la empresa y no paramos. Adem¨¢s, cuando esto ocurre, como mal por la falta de tiempo y los nervios, as¨ª que me tomo un complejo vitam¨ªnico y al cabo de unas semanas estoy comonuevo". El caso de este profesional no es una excepci¨®n, y esta pr¨¢ctica, importada de Estados Unidos, cada vez es m¨¢s frecuente en la sociedad espa?ola. Seg¨²n Farmaindustria, en 1992 consumimos 24,4 millones de envases de vitaminas.
De esta cantidad, 11 millones conten¨ªan complejos vitam¨ªnicos y el resto estaba destinado a las diferentes unidades vitam¨ªnicas. Este consumo supuso un gasto de 12.784 millones de pesetas, de los que 6.390 millones se emplearon en los suplementos polivitam¨ªnicos.Seg¨²n Basillo Moreno, jefe cl¨ªnico de endocrinolog¨ªa del hospital Gregorio Mara?¨®n de Madrid, mediante una dieta equilibrada las vitaminas se incorporan al organismo en cantidades suficientes y, salvo excepciones muy concretas, no son necesarios los aportes suplementarios.
"En los pa¨ªses desarrollados", dice, "ya no existen enfermedades por d¨¦ficit vitam¨ªnicos severos. S¨ª pueden darse subcarencias por causas muy diferentes. Una de ellas es el estr¨¦s producido por el exceso de trabajo, que generalmente se acompa?a de una alimentaci¨®n inadecuada. Otras situaciones espec¨ªficas son el embarazo, los ni?os y adolescentes malos comedores, algunos ancianos, ciertos procesos digestivos que cursan con mala absorci¨®n vitam¨ªnica, despu¨¦s de una enfermedad muy debilitante, personas desnutridas por determinadas enfermedades, reg¨ªmenes de adelgazamiento y algunos tratamientos m¨¦dicos que alteran la absorci¨®n".
Leche y jam¨®n
Ana Garc¨ªa Vel¨¢zquez, de 35 a?os, es madre de un ni?o de cinco que siempre ha comido muy mal. "Tengo que estar constantemente pendiente de ¨¦l para que coma", afirma, "porque si me descuido se pone a jugar o tira la comida. Siempre ha estado m¨¢s delgado de lo que a m¨ª me gustar¨ªa. De modo que de vez en cuando le llevo al m¨¦dico para que le controle y le mande unas vitaminas".
En palabras del especialista del Gregorio Mara?¨®n, es muy frecuente encontrarse en la consulta madres que piden vitaminas para sus hijos: "Esta visita est¨¢ justificada cuando el ni?o presenta problemas para comer. Pero cuando no es as¨ª, yo siempre les digo que las mejores vitaminas para sus hijos son la vitamina J de jam¨®n, la L de la leche o la F de la fruta".
El pediatra Florencio de Santiago admite, sin embargo, que no son s¨®lo las madres quienes se empe?an a veces en dar suplementos vitam¨ªnicos a los ni?os sin que haya necesidad. "Es cierto", dice, "que todav¨ªa quedan algunos m¨¦dicos que mantienen esta pr¨¢ctica. Pero tambi¨¦n es verdad que cada vez son menos. En los 27 anos que tengo de experiencia profesional han cambiado mucho las pautas de la nutrici¨®n infantil, sobre todo en los ¨²ltimos diez a?os".
Seg¨²n De Santiago, los ni nos que est¨¢n sanos y comen con normalidad no precisan ning¨²n aporte vitam¨ªnico su plementarlo. "S¨®lo los beb¨¦s" agrega, "alimentados s¨®lo con leche materna durante m¨¢s de cuatro meses podr¨ªan necesitar un aporte de vitamina D; no ocurrir¨ªa as¨ª en la lactancia artificial, ya que las leches maternizadas vienen enriquecidas con vitaminas y minerales".
"La gran mayor¨ªa de los pediatras", se?ala, "seguimos las recomendaciones de la Sociedad Europea y Americana de Nutrici¨®n Infantil y est¨¢n muy claras las indicaciones del uso de suplementos vitam¨ªnicos. Otro concepto que tambi¨¦n tienen que tener claro las madres es que estos preparados no estimulan el apetito".
Desequilibrios
El organismo humano no puede sintetizar sus propias vitaminas y depende de una alimentaci¨®n variada y equilibrada para conseguir esos micronutrientes b¨¢sicos para la salud. Una dieta adecuada debe incluir, en proporciones convenientes seg¨²n la edad y el tipo de actividad que se desarrolla, los siguientes grupos de alimentos: leche y derivados l¨¢cteos, verduras, frutas, pescado, carne, huevos y cereales.
Seg¨²n Moreno, una alimentaci¨®n vegetariana no es equilibrada porque adolece de la carencia de las prote¨ªnas de origen animal. "Deber¨ªa completarse", a?ade el endocrin¨®logo, "con leche y huevos al menos". Este experto asegura que las vitaminas no engordan por carecer de contenido cal¨®rico y no abren ni frenan el apetito.
Cuando el aporte vitam¨ªnico es insuficiente puede aparecer agotamiento, irritabilidad, p¨¦rdidas de memoria, falta de concentraci¨®n, apat¨ªa, inapetencia e insomnio. Si el estado vitam¨ªnico del organismo es equilibrado, la ingesta de suplementos no supone un riesgo para la salud.
"Los preparados de complejos vitam¨ªnicos que actualmente hay en la farmacia", explica Moreno, "no suelen provocar hipervitaminosis. Otra cosa es el consumo masivo o prolongado de una sola vitamina, que s¨ª podr¨ªa ser responsable de serias alteraciones. Aunque no son medicamentos, tienen unas indicaciones muy concretas, por lo que deben ser manejadas por el m¨¦dico".
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