Dimite el ministro italiano de Justicia, acusado de recibir dinero de la logia P-2 y del Banco Ambrosiano
Claudio Martelli dimiti¨® ayer como ministro de Justicia y como militante del Partido Socialista Italiano (PSI) tras saber que la Magistratura de Mil¨¢n hab¨ªa decidido abrirle un sumario por las acusaciones que el martes formul¨® conytra ¨¦l Silvano Larini, cajero negro del PSI y amigo personal¨ªsimo de su l¨ªder, Betttino Craxi. LArini declar¨® a los magistrados que el ministro de Justicia demisionario fue el perceptor de un pago de 700 millones de pesetas realizado al PSI entre 1980 y 1981 por el fallecido Roberto Calvi, ex miembro de la logia mas¨®nica P-2 y ex presidente del Banco Ambrosiano.
"Estoy seguro de poder demos trar mi inocencia y mi buena fe, pero deseo hacerlo simplemente como ciudadano y como parla mentario, sin que ninguno pueda concebir la duda de que el cargo de ministro me sirva de defensa privilegiada", dijo ayer Martelli en la carta de dimisi¨®n que dirigi¨® al presidente del Gobierno y compa?ero en su partido, Giuliano Amato. El ministro de Justicia, mili tante socialista desde hace 20 a?os, no explic¨® en cambio los motivos de su salida del PSI en la carta de despedida que dirigi¨® al partido, m¨¢s all¨¢ de expresar un "insoportable malestar" que se comprende si se tiene en cuenta que ha sido acusado por otro so cialista y pr¨®ximo a Craxi.
Tampoco indic¨® Martelli c¨®mo orientar¨¢ su actividad pol¨ªtica, aunque s¨ª asegur¨® que no asistir¨¢ a la asamblea socialista convocada para hoy, en la que hubiera disputado la secretar¨ªa a Giorgio Benvenuto, candidato de Craxi.
Por lo dem¨¢s, Martelli desdramatiz¨® su situaci¨®n e incluso dijo alegrarse de que "la verdad vaya saliendo a la luz", aunque la versi¨®n final de unos hechos que se conoc¨ªan y discut¨ªan des de hace 12 a?os estaba siendo presentada bajo un perfil que le resultaba muy poco favorable. Tan poco, que el ex ministro puede ser reo ahora no s¨®lo de un delito de corrupci¨®n relacionado con la financiaci¨®n de los partidos, sino de una pena de hasta 15 a?os de c¨¢rcel por presunta cooperaci¨®n en la quiebra fraudulenta del Ambrosiano.
Cabe se?alar que, en estos ¨²ltimos tiempos, el primero en implicar a trav¨¦s de la prensa a Martelli con el dinero negro de Calvi fue Licio Gelli, el jefe de la P-2, que, aunque condenado a graves penas de c¨¢rcel, est¨¢ en libertad porque ha apelado.
Fue tambi¨¦n a Gelli al que, en 1981, durante el primer registro de su casa, se le encontr¨® una nota que dec¨ªa: "UBS-Lugano c/c 633369 Protecci¨®n, n¨²mero correspondiente al honorable Claudio Martelli por cuenta de Bettino Craxi, en el que, en fecha 28-10-1980 fue abonada por Roberto Calvi la suma, de acuerdo con el En? [Ente Italiano de Energ¨ªa] hecho con el doctor Fiorini, de 3.500.000 d¨®lares". Los jueces dictaminaron que la nota era una pista falsa elaborada por el tortuoso jefe mas¨®n, que operaba detr¨¢s de Calvi.Una cuenta peligrosa
Hace pocos meses, con ocasi¨®n de otro registro, a Fiorio Fiorini -el citado en la nota de Gelli-, ex director administrativo del Eni y m¨¢s recientemente socio del pol¨¦mico financiero Giancarlo Parretti, se le encontr¨® otra nota en la que se dec¨ªa que la famosa cuenta Protecci¨®n est¨¢ a nombre de Silvano Larini. Y el amigo de Craxi, que el pasado domingo se entreg¨® inesperadamente tras mantenerse huido de la justicia durante nueve meses, ha confirmado ahora que la cuenta era efectivamente suya y que era verdad lo que Gelli hab¨ªa escrito sobre Martelli.
Larini ha dicho que fue Craxi el que le pidi¨® permiso para utilizar su cuenta numerada en Suiza, pero a?ade que el l¨ªder socialista le dijo que se trataba del cobro de un dinero para el partido arreglado por Martelli. La cifra total cobrada fueron siete millones de d¨®lares, divididos entre el pago ya indicado de 1980 y otro igual en 1981, que correspond¨ªan a una comisi¨®n del 7% sobre un dep¨®sito de 50 millones de d¨®lares que el Eni, empresa estatal controlada por los socialistas, hizo en una filial suramericana del Ambrosiano.
Este caso pone a Martelli bajo el c¨²mulo de p¨¦simas sospechas que es la historia a¨²n no aclarada del Ambrosiano: un compendio de los pasajes m¨¢s negros de la Italia de la posguerra. Mafia y masoner¨ªa, aparentemente unidas en manejos financieros, dejaron un agujero multimillonario con el que coincide el ascenso en los negocios de Fiorini y Parretti, tan irresistible como efimero.
Ayer, los jueces de Mil¨¢n volvieron a Suiza para tratar de confirmar las confesiones de Larini con Fiorio Florini, preso en Ginebra por la quiebra presuntamente fraudulenta de su Financiera, Sasea. Mientras, la situaci¨®n del PSI pasa a ser tan cr¨ªtica que cabe dudar todav¨ªa de que la asamblea socialista llegue a inaugurarse esta tarde.
[El secretario administrativo de la Democracia Cristiana (DC), el senador Severino-Citaristi, dimiti¨® ayer despu¨¦s de que la Fiscal¨ªa de Mil¨¢n decidiera la apertura de un octavo sumario por su supuesta implicaci¨®n en el cobro de comisiones ilegales, informa Efe].
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