A prueba de bomba

El recital de Oskorri comenz¨® con amenaza de bomba, desalojo y 30 minutos al relente. No es para tanto, lo de la bomba, porque siempre que los bilba¨ªnos han actuado en Madrid lo han hecho bien. A veces, incluso superior. Por ejemplo, hace menos de un a?o en un recital de m¨²sica celta junto a Milladoiro, Labanda, Gwendal y Alan Stivell. Entonces hab¨ªa 17.000 personas.En el Alcal¨¢ Palace no caben tantos, y adem¨¢s no estaba lleno. El p¨²blico tampoco iba a escuchar m¨²sica celta, porque los que conocen la peroratas de Natxo de Felipe, el maestro de ceremonias del septeto, saben bien que siempre lanza alg¨²n dardo con sorna contra los que intentan encasillar a Oskorri en un estilo. Durante sus 20 a?os de carrera y 13 discos, el grupo ha interpretado m¨²sica tradicional o temas propios; danzas populares o reggae... Dificil, pues, encasillar a Oskorri aunque la t¨ªmbrica de la alboka, el acorde¨®n, la flauta y el viol¨ªn es un anclaje a tierra, mientras cierto sentido r¨ªtmico impulsa su m¨²sica a otros parajes. En cualquier caso, Oskorri es un grupo de enorme coherencia que siempre ofrece buen sonido, y que present¨® un recital amplio, tranquilo y excelente. Una actuaci¨®n a prueba de bomba.